martes, abril 19, 2011

Deja tus Cargas

Un conferencista hablaba sobre el manejo de la tensión. Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio:

- ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?

Las respuestas variaron entre 20 y 500 gramos.

Entonces el conferencista comentó:


- No importa el peso absoluto. Depende de cuánto TIEMPO voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré un DOLOR en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia. Pero es exactamente el MISMO peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo. Si cargamos nuestros PESARES, RENCORES u ODIOS todo el tiempo, luego, más temprano o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga se irá volviendo cada vez MAS PESADA y entonces viene la desesperación. Toma todas tus cargas, PERDONA y anímate a ser LIBRE!

Reflexion:

Cuando hemos sido los protagonistas de alguna experiencia matizada con dolor, sufrimiento y violencia en cualquiera de sus vertientes, siempre nos ha dejado alguna secuela física o emocional, por una parte la física con el tiempo tiende a sanar; en cambio la emocional es la que puede permanecer largo tiempo, e incluso durante toda la vida. Al principio esa carga emocional o moral aparentemente no causará ningún trastorno, pero con el paso del tiempo al no hallar los medios para desprendernos de esa carga, se hará cada vez más y más pesada al punto de que ésta sea insoportable, provocando que no tengamos paz y sosiego. En algún momento de nuestra existencia nos tocó experimentar un infortunio, lo cuál provocó un desprendimiento de nuestro ser, y a partir de ahí nuestra vida ya no fue igual, dejándonos una marca difícil de desprender de la memoria. Y así sucesivamente, una y otra vez se presentan experiencias que se van acumulando en nuestro cuerpo emocional, al grado de dominar por sobre nuestros deseos. Podremos cuestionarnos infinidad de veces el porque no logramos desprendernos de esas cargas, de esas experiencias que se transforman en pesadillas nocturnas, en sensación de vacío existencial, en dolor silencioso que apaga nuestra facultad para vivir plenamente el presente, en rechazo constante para darnos la oportunidad de perdonar, en la indiferencia y apatía ante la vida, por las constantes culpas y remordimientos que trastornan nuestra conciencia.

Hasta cuando daremos el primer paso para desprendernos del pasado?, hasta que terminemos por autocompadecernos y destruirnos?, hasta que en verdad ya no haya marcha atrás cuando despertemos de nuestro letargo?, hasta que ya sea demasiado tarde?. Hasta que se haya desvanecido la oportunidad de amar?, o hasta que nos acerquemos al final de nuestro ciclo existencial?. Esperar pasivamente para que ocurra un ¨milagro¨, no resolverá nuestros problemas. Hemos sido dotados de todo lo necesario para asumir la absoluta responsabilidad sobre nuestra existencia, y por ende no estamos en la posición de culpar a nada ni nadie externo por el destino que nos tocó vivir, directa o indirectamente, así como consciente e inconscientemente somos los únicos protagonistas y responsables de la realidad que actualmente vivimos!. Por alguna razón nos aferrarnos a las cargas, quizás porque al no sentirnos plenos, nos valemos de ellas para experimentar un cierto peso y eso nos proporcione una sensación de existencialidad. O acaso al autocompadecernos recibiremos el afecto que tanto necesitamos para nuestro confort emocional?. O quizás sea una vía de exclusión y evasión para encarar los retos del futuro inmediato?. Por naturaleza somos emocionales y el arrastrar cargas, alimenta esa necesidad de sentir y experimentar fuertes emociones hasta el grado provocarnos trastornos mentales y por ende físicos; es decir; predomina más nuestra naturaleza autodestructiva por excelencia.

Nadie nos obliga a aferrarnos las cargas del pasado, es cierto que muchas de las vivencias pasadas difícilmente se desprenderán de nuestro cuerpo mental, pero si es imperativo que comencemos a desprenderlas de cuerpo emocional para que no terminemos consumiendo nuestro cuerpo físico. Debemos hallar de una u otra forma el equilibrio, para que no terminemos arrojando al precipicio nuestra vida entera. Todo en la vida no es casual sino causal; lo que nos sucedió en el pasado no fue casual, tuvo un porque, y cuál es?: Enseñanza?, Experiencia?, Madurez?, Carácter?, Crecimiento?, Evolución?, Trascendencia?. Si ese el objetivo de las experiencias, debemos iniciar nuestro proceso de sanación integral. No ver las experiencias del pasado como cargas, quizás nos dejaron algunas secuelas, pero si estamos dispuestos a perdonar, éstas desaparecerán gradualmente tanto de nuestra memoria como de nuestras emociones, el dolor poco a poco se diluirá si tenemos fe en que así será, un cambio de actitud será muy buen comienzo. Lo demás depende del tiempo para que las heridas del alma vayan sanando conforme vayamos transformando las cargas en experiencias positivas para nuestro crecimiento; si todo pasa por algo, el sentido es aprender y evolucionar para aspirar a ser perfectibles; pero si no nos atrevemos a seguir a delante por las culpas y los remordimientos, eso se transformará en temor e inseguridad y ese no es el objetivo de la vida; hay que avanzar siempre, aún cuando no se tenga plena certeza del sendero que transitaremos, sólo la experiencia nos va desarrollando sabiduría para andar con mayor seguridad y libertad….. libres de cargas!, para descubrir el sentido de nuestra existencia y aspirar a obtener equilibrio y paz interior!.

Mientras estés vivo siéntete vivo

Siempre ten presente que la piel se arruga
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años.....
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada día de llegada, hay una partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.....
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón...
! Pero nunca te detengas !

(Madre Teresa de Calcuta)


Reflexión:

Si de antemano sabemos cuál será nuestro destino final, y si sabemos que por alguna razón llegamos a esta vida, aún cuando las circunstancias que nos tocó vivir favorables o no, son el punto de partida con el que iniciamos nuestro andar por la vida; lo demás por supuesto corresponde a las aspiraciones personales; y si también somos sabedores que el tiempo siempre correrá en nuestra contra, sobre todo cuando lo dejamos pasar indiscriminadamente al sumergirnos en una vida en inconsciencia, sin un rumbo claro definido e indiferente ante la vida. Es cierto también que para ingresar a esta vida, libramos todo un complejo sistema biológico de entre millones de espermatozoides y salir victoriosos a esta oportunidad de experimentar la vida. Entonces, porque no siempre nos sentimos victoriosos en las diversas circunstancias en que nos ha tocado vivir?, Cómo es posible que hayamos superado a millones de seres microscópicos para ver la luz de la vida, y ahora que ya estamos en ella, nos sentimos abrumados por la feroz competencia que día a día tenemos que librar no solamente frente a millones de seres humanos en busca de una oportunidad de lograr el éxito, sino de la lucha más formidable que hemos de librar ante nosotros mismos.

Porque innumerables veces perdemos la memoria genética, que cuando estamos envueltos en situaciones adversas o comprometidas carecemos de recursos para salir airosos?, aún cuando la presión externa nos abruma, las oportunidades se desvanecen, nos sentimos solos e incomprendidos, carentes del amor de una pareja, enemistados con las personas que nos rodean y aferrados a las experiencias del pasado que lo único que se logra es diluir toda posibilidad de progresar para ofrecernos una nueva oportunidad de triunfar no sólo en las aspiraciones profesionales, sino hasta en el amor!. Por muy desperanzadora y desesperante que nos parezca nuestra existencia, no estamos solos!. Nos sentimos así por que así lo hemos asumido, porque es más sencillo mantenernos a la expectativa y pasivos que luchar por salir de nuestra depresión y frustración; debemos aprender a desprendernos ya del pasado, a liberar a aquellas personas que ya no están en nuestro espacio, no sólo relaciones inconclusas y terminadas abruptamente; hacerlo por salud mental; mucho de nuestro impedimento para retomar las riendas de nuestra vida es precisamente por ese aferramiento, por evadir una realidad que se nos presenta en apariencia insoportable y amenazante, en cualquier momento debemos decir un basta ya!, el tiempo corre y con él todas las posibilidades para renacer se diluyen conforme seguimos con esa dependencia del pasado.

Hay tanto por vivir, hay tanto aún por experimentar, hay tanto más por disfrutar, tantas oportunidades para encontrar esa persona especial que complemente nuestra necesidad de amar. Pensamos que ya es demasiado tarde por que el tiempo ya ha hecho mella en nosotros?, que ya se acabaron las oportunidades para crecer?, que ya estamos en una edad en que no merecemos ser felices?, que ya no poseemos la misma energía de antaño para seguir luchando por nuestros sueños?; realmente eso pensamos?, o en realidad eso es lo que queremos evocar día tras día hasta consumirnos no sólo externa, sino internamente?. Quién nos asegura que el ser humano tiene sólo un período limitado de tiempo para renunciar a la posibilidad de crecer?. El tiempo sólo gobierna sobre nuestros procesos fisiológicos; pero: Quién se atreve a afirmar que la voluntad, la fe y la esperanza se encuentran dentro del dominio del tiempo?. Quién se atreve a decirnos que ya no hay nada más por hacer?, Quién se atreve a convencernos que se acabaron las oportunidades?, Quién se atreve a sugerirnos que el amor no está hecho para nosotros, y Quién se atreve a pensar que no merecemos una nueva oportunidad para experimentarnos en toda nuestra potencialidad?.

Efectivamente, no debe depender jamás de nadie, excepto de nosotros mismos, quienes tomemos la decisión de vivir conforme a nuestros dictados personales, porque es nuestra vida, es nuestra decisión, es nuestro atrevimiento, es nuestra oportunidad, es nuestra responsabilidad, y por tanto son nuestras las consecuencias resultantes de nuestros actos. Jamás hay que detenerse en la vida, hay que proseguir, avanzar, prepararse, superarse, crecer, ascender, y lo más vital: luchar por ser felices y lograrlo, porque mientras estemos vivos, hay que sentirnos vivos!

Cómo va a ser tu día Hoy?

Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche.

Tengo responsabilidades que cumplir hoy, soy importante.

Mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener, hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a dios porque las plantas están siendo regadas gratis.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.

Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos.

El día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma, y aquí estoy yo!... su escultor.

Lo que suceda hoy depende de mi, de nadie más. Yo debo escoger que tipo de día voy a tener.

Ten un gran día. . . Dios te lo regala. . . disfrútalo.

Anónimo

Reflexión:

El ser negativo, o sentirse despreciable, ruin, pesimista o desmotivado, es muy usual en nuestros días. Cómo no sentirlo cuando estamos experimentando una de las peores crisis económicas, falta de oportunidades para crecer y aspirar a un futuro digno, violencia extrema por todo el país y desintegración familiar. Estas circunstancias merman el estado de ánimo de cualquier ser humano que se encuentre rodeado de ellas, y si a eso le aunamos el soportar la propia existencia, ante la pesadez del pasado, las expectativas presentes y la incertidumbre del futuro. En ocasiones hemos salido de nuestros hogares para iniciar nuestra jornada de actividades con todo el optimismo del mundo, y resulta que siempre algo o alguien aparece en el escenario y nos echa a perder nuestros propósitos, terminando el día total mente abrumados y fastidiados por que algo nos salió mal, o no tuvimos los resultados esperados en alguna encomienda personal.

Ahora imaginemos ese escenario a todo momento, a cada día soportando una y otra vez la rutina de la vida con toda su problemática, vamos llenando nuestra actitud de problemas, resentimientos, rencores, culpas, temores y ansiedades. El hecho de pensar en ¨soportar¨ otro día más, nos sumerge en una ensoñación profunda de depresión, transformándose de algo anhelado y esperado con alegría, en algo insoportable e intolerable, algo por lo que no vale la pena esforzarse y por ende nuestra actitud no puede esperar ser de otra manera que pesimista, negativa y destructiva. Que más nos queda por hacer?, de que forma podemos ver nuevamente la vida con renovada energía y alegría, si en nuestro interior no emana más que sentimientos negativos por los múltiples errores y caídas que hemos sufrido y cometido?; si el panorama se torna sombrío y confuso, de donde sacamos la motivación para cambiar nuestro estado de ánimo, si padecemos una enfermedad o discapacidad, como esperamos agradecerle a la vida por tal hecho?, si hemos perdido el trabajo, si los problemas con la familia y en especial con la pareja no van del todo bien, de donde extraemos la esperanza y la motivación para luchar por mejores condiciones de vida, y si nuestra propia existencia es ya intolerable y no nos sentimos a gusto con lo que somos o hemos obtenido, de que forma podemos esperar que algún día cambiaremos o mejorará nuestra condición humana?. Si nos va bien en lo material y nos sentimos insatisfechos con lo espiritual o a la inversa nos sentimos satisfechos con lo espiritual pero en lo material no hemos obtenido éxito?, porque no podemos obtenerlo todo entonces?, por que no logramos el equilibrio y la felicidad total?.

Es mucho pedir que mejoren nuestras condiciones en forma integral?, acaso depende de las ¨circunstancias¨ para que funcione nuestra vida? O depende de las decisiones que tomemos para transformar nuestro entorno en general?, si las circunstancias actuales y pasadas debilitan nuestro estado de ánimo, de que forma podemos sacudirnos de toda esa carga moral que hace que nuestros pasos sean cada vez más pesados e inciertos?, si sólo fuera cuestión de un simple pensamiento, quizás ya lo hubiésemos solucionado. Pero va más allá del pensamiento para cambiar nuestra actitud hacia la vida, para no tener ya necesidad de recurrir a las situaciones pesimistas y negativas como recurso para justificar nuestros problemas personales. El cambio debe venir de una gran voluntad más de que una simple intención o deseo, y es iniciar la auto-aceptación, el perdonarse a si mismo por los aparentes errores del pasado, para liberar toda esa carga que no permite sentir libertad ni ligereza, por esa desesperación de no poder salir de la oscuridad de los remordimientos y las culpas, para comenzar a vislumbrar un horizonte diferente y quizás más prometedor y experimentar más seguridad para dar pasos hacia delante, a sabiendas que serán latentes los tropiezos o caídas y más que derrumbarnos, detenernos o huir, es convencernos que aprenderemos y maduraremos para hacernos más fuertes y sabios; porque un simple pensamiento reforzado de fuerza de voluntad nos encamina a desarrollar una actitud más positiva ante la vida y los retos que nos depara el presente-futuro.



Si no Vives

El coraje de sufrir lo inevitable,
la humildad de equivocarse en el camino,
la audacia de arriesgarte,
la valentía de saber perder,
la libertad de dejar que te desaprueben,
la sencillez de no hincharte con los aplausos,
la paciencia de perdonarte,
la constancia de comenzar cada día,
la intrepidez de esperar pese a todo,
la alegría de amar y ser amado.
es posible que DURES muchos años,
pero morirás sin haber conocido
la dicha de VIVIR INTENSAMENTE.


René J. Trossero

Reflexión:

Porque no vivimos intensamente nuestra existencia?, o porque nos negamos el derecho a hacerlo? O que nos impide el dar los primeros pasos?, donde se encuentra el origen de del temor que nos frena la iniciativa?. Que es más sencillo, enfrentar la vida o evadirla?, el saber que si hemos dejado en el pasado experiencias inconclusas, nuestro temor al enfrentar la vida es que sabemos que tarde o temprano se volcará hacia nosotros lo que dejamos de hacer o lo que en su momento no tuvimos los medios necesarios o el valor suficiente para resolverlo. Porque nos hemos condicionado a vivir permanentemente en el pasado, porque es lo conocido, lo que ya experimentamos, o lo que ya nos dejo un aprendizaje, por eso nos aferramos a ello y de ahí basamos muchas si no es que la totalidad de nuestras decisiones ante cualquier reto que nos enfrentamos; incluso hasta nos sirve de fuga cuando la realidad se nos hace tan insoportable.


O en ocasiones no vivimos porque nuestras experiencias del pasado, han sido terribles y traumáticas que en muchas ocasiones nos han dejado alguna secuela difícil de soportar y es también causante de frenar nuestro ritmo de vida. Cómo sentirnos motivados para seguir a delante cuando nos ha tocado experimentar un destino ingrato e injusto?; y porque seguir adelante cuando hemos perdido por completo el rumbo?, o por la sensación del vacío y soledad espiritual?. Hay alguna forma de saber que nos esperará cuando demos un paso hacia delante?, en que o en quién basamos nuestras esperanzas que nos proporcione la suficiente fe para atrevernos a intentarlo nuevamente?. Con que recursos nos atrevernos a enfrentar lo inevitable?, lo que dejamos inconcluso?, porque no cerramos ya de una vez por todas los círculos viciosos?, porque seguimos aferrándonos al pasado?, que nos hace pensar que por haber detenido el tiempo en nuestros recuerdos, al revivirlos después de un tiempo significativo encontraremos las mismas condiciones?, que a caso la vida no continua su curso inexorablemente sin detenerse?, es una costumbre que cuando no terminamos por completo una relación, nos encerramos en la fantasía de que al regresar hallaremos la misma disposición y sentimientos, y cuando lo enfrentamos, comprobamos casi sin excepción que todo ha cambiado que ya son diferentes las condiciones y es cuando caemos en depresión, porque no queremos aceptar que la vida continúa, aún cuando en nuestra mente nos queremos convencer que todo seguirá igual, porque en su momento no tuvimos ni la preparación, ni la madurez, ni mucho menos el valor de resolverlo exitosamente.


Lo aceptemos o no, la vida es como un río que siempre esta en constante movimiento, que fluye, que cambia y por lo tanto se renueva a cada instante. Y así es como debemos asumir la responsabilidad de la vida, enfrentándola sin temor, controlar el pasado para que no condicione nuestro presente y termine por diluir nuestro porvenir. Aceptar en que condición nos encontramos para dejar de fantasear y evadirnos, y comenzar a tomar las riendas de nuestro destino, hacemos eso o nos resignamos a desperdiciar el don más grande que Dios nos concedió, y que es la libertad de elegir el sendero que nos lleve hacia la conclusión de nuestras expectativas de vida. Porque de otra forma corremos el riesgo de extraviarnos en la desidia y la indiferencia; cuando hay tantas, pero tantas oportunidades para caer y levantarnos, errar y corregir, aprender y madurar; tarde o temprano comprobaremos que sea o no incierto el futuro, quién se atreve a experimentarlo ya le ganó un gran trecho al porvenir, pero sobre todo, a haberse enfrentado a sí mismo para ayudarse a trascender.

El Error más Grande

El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.

No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

Se equivocan aquellos que no aceptan que ser humano es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente.

Al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.

Reflexion:

El temor más grande que invade nuestros pensamientos es cometer precisamente un error, y ese temor deriva de la falta de experiencia, de la inseguridad, de iniciativa e incluso abrumados por infinidad de prejuicios, alimentados por la crítica, por el que dirán o exponernos ante los demás evidenciando cualquier error. Parece esto algo absurdo, porque mucho de nuestros problemas emocionales, derivan de los errores que hemos cometido en el pasado, de los errores que seguimos cometiendo en el presente e incluso de los errores que vayamos a cometer en el futuro. Somos como aparente verse máquinas generadoras de errores. Y que es el error entonces?, porque está tan estrechamente ligado a nuestra existencia?, porque aún cuando ya hemos aprendido mucho de los errores seguimos cometiéndolos?, y entre más cuidadosos y metódicos somos, con la mínima distracción ya cometimos nuevamente un error más?; a que se debe este círculo vicioso?. Porque no podemos desprendernos de ellos?. Porque somos por naturaleza seres erráticos?.

Hay por supuesto de errores a errores, dependiendo de la actitud que asumamos ante el error, lo que nos lleva a pensar que efectivamente estaremos siempre expuestos a ¨error¨, y será realmente lo que se dice un error en toda la extensión de la palabra? Y si así se conceptúa, es realmente su resultado perjudicial o negativo?, o será que hay algo más de fondo?, lo consideramos perjudicial porque nos produjo un sentimiento negativo; es decir, dolor, frustración, angustia o pérdida?, o en caso contrario positivo cuando aporto aprendizaje, crecimiento y madurez?, entonces el error es algo equivocado o necesario?. Si tratamos de ser lo más positivos en cuanto actitud se refiere, notaremos claramente que error en sí no existe, porque razón es así?, porque un llamado error es una acción hacia algo que desconocemos, hacia algo que ignoramos y por lo tanto no es un error el que se comete; es una nueva acción, una nueva decisión ante lo desconocido por nosotros en nuestra experiencia de vida.

Finalmente se puede concluir que el llamado error simplemente es un calificativo hacia una acción determinada y que arroja independientemente del resultado una experiencia de vida, incluso se llega a afirmar que el ser humano llega a cometer el mismo error dos veces o más, cuando en realidad sigue siendo único el llamado error, porque cada situación aunque parecida es única e irrepetible; y si se puede asegurar que el error en sí no es motivo de rechazar, temer o evadir; porque de esa acción aprenderemos llámese error o acierto, el fin es el mismo: aprendizaje, y el constante escenario, para afrontar todo tipo de situaciones nuevas, de asumir nuevos retos, de atreverse a afrontar las consecuencias de nuestras decisiones, sabemos de antemano que estamos expuestos al sufrimiento, porque habrán cosas que no dependerán de nuestro control. Lo importante es asumir y comprender que el error más grande que podamos cometer, es no atrevernos a crecer por el temor a tomar la decisión de actuar; porque al final del camino lo que descubriremos y que reafirmaremos una y otra vez será simplemente aprendizaje

Elección

Si elegimos sentirnos bien, todos los días nos sobrarán motivos para sentirnos bien.

Si elegimos sentirnos mal, todos los días nos sobrarán razones para sentirnos mal.

¡ Pensémoslo

Y tal vez descubramos que lo importante y decisivo no es lo que pasa fuera de uno, sino lo que hacemos que suceda dentro de uno mismo, y que no son los otros, las cosas o los acontecimientos los que nos hacen sentir mal, sino nuestro modo de vivir frente a todo.

Autor: René Trossero

Reflexión:

La elección de cómo deseamos sentirnos efectivamente depende enteramente de nosotros, de nuestras preocupaciones, angustias y temores, y de esta forma el cómo manejamos las emociones ante cualquier circunstancia que nos enfrente la cotidianeidad; y que siempre estaremos expuestos a escenarios adversos; una preocupación, una crítica, una provocación, una angustia, una amenaza verbal o física, un encuentro desagradable, un accidente, un error circunstancial, y todo tipo de eventos inesperados, que alteran el ritmo natural de nuestra rutina; y que da como consecuencia?, el que incida de modo directo en nuestro estado de ánimo, y que altera directamente nuestras emociones y a la larga nuestra salud física y mental.

Y porque debe ser así?, porque las circunstancias cotidianas deben afectar nuestro estado de ánimo en general, provocándonos irritabilidad, neurosis y estrés?, porque permitimos que nos echen a perder nuestro día, generándonos todo tipo de malestares a nivel físico y emocional; y cuando es acumulativo, si no sabemos desprendernos de ello, comenzamos a consumirnos gradualmente hasta perder el gusto y alegría por la vida; porque?. Quizás por una razón simple!. Porque somos dependientes de los factores externos, nos cuesta trabajo comprender que la mayoría de nuestras dolencias se deben a que somos vulnerables a las provocaciones del medio, y en eso enfrascamos nuestra problemática, adoptando una posición bastante cómoda y pasiva, para evadir lo esencial. Que el problema no está en el exterior sino en el interior; en nuestra actitud.

Y como es que podemos revertir esta situación?, y que hace aferrarnos a lo destructivo?, será que experimentamos cierto grado de placer?, o que nos hemos acostumbrado a autocompadecernos?, a causar lástima, como un medio de llamar la atención?, y continuar alimentando nuestra indiferencia? Y lo más delicado, evadir la responsabilidad de asumir que la elección es solamente de nosotros y de nadie más. Es fácil culpar al exterior, a las personas, a las circunstancias, al destino, a Dios, y a quién queramos culpar, finalmente es una posición cómoda; porque no queremos, no deseamos o no sabemos como dar el primer paso, para desprendernos de una vez por todas esa necia actitud de conformarnos con lo que nos esta pasando y dejar que la vida también siga pasando, sin hacer algo por lo que nos sintamos orgullosos para aspirar a trascender.

Finalmente la elección es nuestra y sólo nuestra es la responsabilidad de todo cuánto acontezca en nuestra existencia; si queremos asumir el reto, si poseemos la suficiente determinación y fe, no importa que haya temor e incertidumbre, sabemos que el riesgo es grande, pero también grande puede ser la oportunidad de levantarnos de lo más profundo y oscuro de nuestro mundo interno; para experimentar la satisfacción de habernos enfrentado al enemigo más poderoso e implacable que tenemos: nosotros mismos, sólo basta una simple elección y nuestra es!

Fuerza y Coraje

Es preciso tener fuerza para ser firme,
pero es preciso tener coraje para ser gentil.

Es preciso tener fuerza para defenderse,
pero es preciso tener coraje para bajar la guardia.

Es preciso tener fuerza para ganar una guerra,
pero es preciso tener coraje para rendirse.

Es preciso tener fuerza para estar en lo cierto,
pero es preciso coraje para tener duda.

Es preciso fuerza para mantenerse en forma,
pero es preciso coraje para mantenerse en pie.

Es preciso tener fuerza para sentir el dolor de un amigo,
pero es preciso coraje para sentir los propios dolores.

Es preciso tener fuerza para esconder los propios males,
pero es preciso coraje para demostrarlos.

Es preciso tener fuerza para soportar el abuso,
pero es preciso coraje para hacerlo parar.

Es preciso tener fuerza para quedarse solo,
pero es preciso tener coraje para pedir apoyo.

Es preciso tener fuerza para amar,
pero es preciso tener coraje para ser amado.

Es preciso tener fuerza para sobrevivir,
pero es preciso coraje para vivir.


Reflexión:


Se dice para salir adelante hay que poseer coraje y fuerza ante la vida y las desavenencias que de ella emanen; aún cuando nunca estaremos exentos de ser víctimas de las mismas circunstancias, es parte del proceso de la vida misma. Habrá infinidad de ocasiones en que bajaremos la guardia ante los embates furiosos de los problemas cotidianos; en que nos rendiremos por la falta de recursos para salir airosos de un imprevisto; en que tendremos dudas ante la incertidumbre de nuestras capacidades; en que nos costará trabajo mantenernos de pie al sentirnos desmoralizados ante la adversidad. Y nos preguntamos: es que siempre tendremos que lidiar con ello?. Cuál es la fórmula para asegurarnos una existencia tranquila y sin sobresaltos?, porque sentimos que los problemas llegan en el momento más inesperado o pareciera que atraemos la mala suerte?. Luego nos preguntamos porque me tocó esta clase de vida?, que he hecho para merecerla?, porque otros si y yo no?, es el eterno cuestionamiento; quejarnos de todo cuánto nos pasa y actuar con una actitud pasiva y compasiva.

Y después nos preguntamos: ante estos escenarios de donde voy a sacar la fuerza y el coraje para vivir?, para que?, en que me va a resolver mis problemas?, valdrá la pena tan sólo el intentarlo?. No da igual simplemente el abandonar toda esperanza y dejarme consumir por mi angustia y frustración?. Infinidad de cuestionamientos bombardean nuestros pensamientos dominando más los destructivos que los constructivos; porque?, porque es más sencillo y requiere un mínimo de energía el autodestruirnos; mientras que el luchar requiere energía, mucha energía, pero sobre todo fuerza de voluntad y coraje ante la vida para realizarnos. La fuerza nace de la fe que poseamos de nuestras potencialidades y el coraje es el impulso que brota por el deseo salir adelante. No importa que se nos presente a cada día, si son problemas, imprevistos, desavenencias, tropiezos, caídas, errores, males, abusos, etc.; finalmente todos estos factores incidentales o provocados son parte del juego de la vida, algunos llegarán involuntariamente y otros los atraeremos con nuestra actitud.

La diferencia radica de que forma asumimos estas circunstancias?, es cierto que nada nos caerá del cielo con tan sólo evocarlo y desearlo pasivamente; ese sólo es el punto de partida, se necesita algo más que la intención para activar un real cambio en nuestra personalidad; se requiere actuar conforme a ese deseo, sin dudas, ni inseguridades, convencidos que lograremos nuestro propósito; con esa actitud comenzaremos a experimentar la fuerza y el coraje que sentíamos no poseíamos o ya habíamos perdido. Todo es cuestión de actitud. Pero todo, todo cuánto deseemos en la vida, no se logra a través de agentes externos, sino a través de nosotros mismos, si dejamos de ser dependientes y asumimos nuestra responsabilidad de la realidad que vivimos ahora, ya habremos dado un gigantesco paso hacia un real cambio que comenzará a darnos frutos inmediatos, pero necesitamos convencernos que así será, para aspirar a derribar sin problemas cualquier obstáculo; porque nos daremos cuenta que ese obstáculo fue generado a través de nuestros pensamientos, por nuestra falta de compromiso hacia nosotros mismos, es muy simple, si deseamos trascender lo lograremos, con fuerza, coraje y actitud.

La Juventud es un Período de Vida

La juventud no es un período de vida.

Es un estado del espíritu, es el producto de una voluntad. Una cualidad de la imaginación y una intensidad emotiva. Es, la victoria del coraje sobre la timidez, de la aventura sobre el confort. No se envejece por haber vivido una cantidad de años.

Se envejece por haber desertado un ideal. Los años arrugan la piel, pero renunciar a un ideal arruga el alma.

Las preocupaciones, las dudas, los temores y la falta de esperanza son los enemigos que lentamente nos hacen inclinarnos hacia la tierra y convertirnos en polvo antes de la muerte.

Joven es aquel que se asombra y maravilla.

El que se pregunta como un chico insaciable: "¿y después?"... El que desafía los acontecimientos y encuentra alegría en el juego de la vida. Uno es tan joven como su fe. Y tan viejo como su duda. Tan joven como su confianza en sí mismo. Tan joven, como su esperanza.

Y tan viejo como su abatimiento.


Reflexion:

Cuántos de nosotros alguna vez nos hemos sentido tan abatidos por una u otra circunstancia, que a veces ya no quedan ganas de seguir adelante o continuar luchando?. Y cuántos no ya hemos perdido la esperanza de seguir ilusionándonos por un porvenir promisorio, ante la interminable y agobiante problemática social que nos aqueja al día de hoy?, llámese desempleo, violencia, ingobernabilidad, inseguridad y un largo etc?. Y cuanta energía nos queda al final de la jornada, terminando derrumbados de agotamiento y saturación emocional?, porque cuando nos permitimos un espacio de reflexión, nos damos cuenta que hemos perdido lo más esencial de la vida: el deseo, las ganas y la alegría de vivir!, e incluso ya ni siquiera disfrutamos lo que hacemos, porque hemos caído a un pozo sin fondo; ya no sabemos el porque estamos malhumorados, depresivos, iracundos y saturados emocionalmente!; y cada vez son menos los espacios de esparcimiento y real gozo que experimentamos. La respuesta es: hemos envejecido no sólo física, sino mentalmente. Cuantos jóvenes-viejos no vemos deambulando por la calle sin un propósito de vida? Y cuántos maduros-viejos y viejos-viejos han perdido ya la esperanza de seguir luchando hacia su realización personal?.

Esto nos lleva a suponer que la vejez no sólo se lleva en la mente, sino en la actitud que se tenga hacia la vida, del tipo de existencia y condición social que nos tocó experimentar, y la cuál no necesariamente es un factor definitivo para encasillarnos en un tipo de condición o clase social. Podemos estar abatidos, inconformes, decepcionados, agobiados y frustrados con la vida. Pero en quién recae finalmente la responsabilidad de vivir?, es cierto que no elegimos el llegar a este mundo, ahí no tuvimos elección. Pero una vez el haber adquirido conciencia, ahora si tenemos la plena elección de decidir el tipo de vida que deseemos!. Ahora nos preguntaremos como saber si al hacer una elección, esta será la mejor?. Y si nuestra elección nos ha llevado a cometer infinidad de errores, entonces porque ahora debemos de confiar en rehacer el camino cuando la vida no ha sido lo que esperábamos?. Que acaso esto no es razón más que suficiente para sentirnos ya acabados y viejos?. Y acaso ya nos habremos dado cuenta que estamos desperdiciando inútilmente la existencia, sumergidos en cuestionamientos y reproches absurdos que no llevan a ningún lado?. No seremos los primeros ni los únicos en ¨padecer¨ las desavenencias de la vida. Lo que si hace la diferencia es el tipo de actitud que adoptamos para afrontar los retos que nos esperan en el presente y futuro, y sobre todo el saber salir rápidamente de nuestra depresión y aletargamiento. Porque si bien no podemos librarnos de la frenética marcha del tiempo; lo que si está exento de la red del tiempo es la mentalidad y la actitud.

No se envejece por tener una edad ya importante!, se envejece porque se ha perdido la voluntad de vivir, porque la mente se ha saturado en un mar de rencores, preocupaciones y temores, que bloquean la capacidad de reinventarse a uno mismo, de visualizar que al final de ese obscuro e incierto túnel, en su lejanía se asoma un punto de luz que nos hace recuperar la esperanza y la ilusión, para rejuvenecer la actitud y recuperar la fe en nosotros mismos. No importa cuantas veces más tengamos que caer, o cuantos errores tengamos que cometer, o cuantas oportunidades se nos nieguen. Siempre debemos mantener una determinación a prueba de todo, y que todo llega en el momento justo; lo importante es no perder la esperanza y estar constantemente alerta cuando el momento llegue para tomar la mejor decisión que surja de nuestro fuero interior, para no temerle al resultado, porque al final del camino todo, sea bueno o malo es experiencia y la experiencia es producto de vivencia y el vivir es poseer el valor de enfrentar cada situación con la fuerza y el ímpetu de un joven, que se arriesga a la aventura, desea vehementemente experimentar para ya no adolecer, lo hace para madurar, no física, sino emocional y mentalmente. Porque el verdadero valor de la vida, aún cuando físicamente envejeceremos, radica no sólo en poseer un alma de niño, sino en una permanente mentalidad y actitud joven para recuperar el deseo y la alegría de vivir, sólo por el placer de experimentar la vida en toda su plenitud y magnificencia!

La Vida no es una Carrera

¿Alguna vez has observado a los niños jugando?
o escuchado las gotas de la lluvia al tocar el suelo?

¿Alguna vez has seguido el vuelo errado de una mariposa?
o contemplado el sol en un atardecer?

Debes detenerte.
No bailes tan rápido, el tiempo es corto la
música no durará...
Andas Tú ... corriendo todos los días ?
Cuando preguntas a alguien cómo está?...
escuchas lo que te contestan?
Cuando el día se acaba te acuestas en tu cama con
las próximas cien cosas que tienes que hacer
dando vueltas en tu cabeza?

Debes detenerte.
-Alguna vez le has dicho a tu hijo,
lo haremos mañana y en tu prisa...
no ves la tristeza en su mirada?

Alguna vez has perdido contacto... dejando una
buena amistad morir porque nunca tuviste tiempo
para llamar y decir "Hola"?

Cuando corres muy de prisa para llegar a algún
lugar, te pierdes todo lo divertido del camino
en llegar.

Cuando te preocupas y te apresuras durante el día
es como un regalo sin abrir... que echas a la
basura...


La vida no es una carrera....
Tómalo más despacio, escucha la música..antes de
que se acabe la canción.

Fuente: Leonismo Argentino. Reflexiones Diarias

Reflexion:

Porque todo el tiempo tenemos prisa?, estamos a la carrera?, a todo momento molestos?, de malas y neuróticos?, porque nos agobia tanto el tiempo, de tal forma que nuestra mente esta más sumergida en las preocupaciones de lo que ya no podemos hacer y lo que tenemos que hacer en el siguiente momento?. y después nos preguntamos porque terminamos tan agotados al final de la jornada del día?, porque padecemos de insomnio, tenemos recurrentes pesadillas, y llegamos tan enojados a casa que desquitamos nuestra neurosis o impotencia sobre los que nada deben y que resulta en su mayoría a seres queridos. Y por todo esto, realmente disfrutamos o sufrimos por la vida?. Estamos entregados a vivir para trabajar o trabajar para vivir?, y que clase de trabajo hacemos, para aspirar a experimentar una vida de plenitud y dicha permanente?; el trabajo es sólo para satisfacer bienes materiales u orientado al crecimiento emocional y mental?; la vida que actualmente experimentamos nos proporciona lo que deseamos, estamos a gusto con ella, disfrutamos lo que hacemos y podemos presumir de poseer libertad?.

Si todo lo anterior cubre la mayoría de nuestras características, significa que corremos tan aprisa por las múltiples actividades que no corremos junto con la vida; la vida se nos esta diluyendo de las manos por ir tan aprisa. Y no sólo vamos contra reloj, sino que también vamos perdiendo conciencia de todo lo que nos rodea, actuamos tan acelerados que nuestro accionar es mecánico, frívolo e inconsciente, que perdemos de vista lo más esencial e importante para nuestra realización personal. El comenzar a desprendernos de la constante ansiedad que nos agobia día con día y que nos hace perder el control, sumergiéndonos en la desesperación. Cuando nos encontremos en esta situación, es el momento de detener nuestra inexorable marcha; para reflexionar con toda calma y tranquilidad que estamos haciendo mal; o porque nos encontramos realizando miles de tareas sin control absoluto en cada una de ellas; o en su defecto porque nos encontramos tan indiferentes que por el agobio, abandonamos de pronto todo y lo dejamos inconcluso por la saturación mental y emocional?.

Debemos de entender que por el hecho de poseer conciencia, al saber que tarde o temprano llegará el fin de nuestro ciclo, tengamos que someternos a infinidad de actividades, tomando la vida como una carrera inexorable y sin fin, que esta termina por rebasarnos. La vida efectivamente jamás detendrá su marcha, y en ligar de obsesionarnos y saturarnos; es mejor ir paso a paso, de instante en instante disfrutando todo aquello que en verdad vale la pena adherirlo a nuestra existencia, para que comencemos a desarrollar una vida en conciencia real, que una vida sumergidos en la inconsciencia. Aún cuando sintamos que todo se sale de control, que perdemos la esperanza, que pensamos que ya no hay otra salida o que ya lo perdimos todo; siempre habrá alguna salida, una mejor alternativa, o simplemente es tiempo de cambiar de rumbo, de actitud. Pero para visualizarlo debemos detenernos ya!, para no seguir cometiendo más errores o agudizando nuestra problemática actual. Vale la pena tranquilizarnos, tomar un gran respiro, para calmar nuestras ansiedades y comenzar a aclarar nuestros pensamientos; nos percataremos que en el instante siguiente, después del caos llega la calma y con ello nuevas expectativas, y por ende más respuestas y una nueva forma de conceptualizar la vida. Comprendiendo que de nada sirve acelerarnos, es mejor disfrutar plenamente cualquier actividad por insignificante que esta parezca, porque en esos pequeños grandes detalles se encuentran muchas de las respuestas y oportunidades que tanto anhelamos obtener de la vida.

Paso a paso porque la vida no es una carrera, es la única oportunidad de aspirar a una existencia cargada de infinidad de emociones y de aprendizaje personal

Destino

PLANTA UNA IDEA Y COSECHARAS UNA ACCION


PLANTA UNA ACCION Y COSECHARAS UN HABITO


PLANTA UN HABITO Y COSECHARAS UNA VIDA


PLANTA UNA VIDA Y COSECHARAS UN DESTINO

Reflexión:

Todos sin excepción tenemos ya trazado un destino, cuál?, no se sabe a ciencia cierta que sendero tendremos que transitar, ni que tipo de vivencias nos depare ese destino, ni mucho menos sabemos que pasará el día de mañana e incluso en el instante siguiente; entonces cómo es que estamos tan obsesionados con el llamado destino cuando no hay certeza del rumbo que definiremos a lo largo del proceso de nuestra existencia?. Nos valemos de todo tipo de supercherías cuando nos obsesiona saber que sucederá en el futuro, porvenir o destino, y nos aferramos a creerlo con toda vehemencia, inclusive hasta con cierta demencia, producto de nuestra obsesión por desentrañar los misterios de la vida. Cómo saber que la carrera que elegiremos es la adecuada?; cómo saber qué decisión tomar para lograr el éxito en un proyecto laboral?; cómo saber si estamos eligiendo a la pareja correcta?; Cómo saber si estamos tomando la decisión correcta ante un problema?; es más, cómo saber que si el tipo de vida que estamos eligiendo nos llevara a la felicidad?. El sólo dormir, nos puede ocasionar angustia por la pérdida temporal de la conciencia, cuando nuestra esencia se ¨desprende¨ del cuerpo, experimentando toda clase de sueños agradables, confusos, irrealizables, fantásticos y atemorizantes. Toda esa angustia es generada en gran medida por la incertidumbre de lo que representa el destino en cada ser humano.

Y con todas esas interrogantes, como aspiraremos a controlar nuestro destino?; o por lo menos tener aunque sea una insignificante certidumbre de él?. Un punto de partida es despreocuparse de ello, es contradictorio e inverosímil; pero, por lo menos eso nos liberará un poco de la angustia; y simplemente poner manos en acción, no apegarnos obsesivamente a lo desconocido; por una simple razón; lo desconocido se desentraña, atreviéndonos a experimentarlo, no a darle al espalda o evadirlo, porque tarde o temprano tendremos que enfrentarlo. Lo más importante para controlar los procesos atemporales de nuestro destino, es no permitir que la angustia termine gobernándonos, perdiendo total control de nuestra vida. Todo nace a través de la mente que es generadoras de ideas y mediante un propósito, anhelo o meta; comenzar a actuar, motivados por el deseo de lograrlo cueste lo que cueste, dentro de los límites de la honestidad y el razonamiento; ser constantes, con la firme convicción de que recreando una y otra vez los probables escenarios que enfrentaremos en lo sucesivo, nos desarrollará la creatividad necesaria para anticiparnos a las adversidades. Nosotros debemos ser forjadores de nuestro propio destino y no las circunstancias externas, tener la plena confianza que cada paso sea firme y sólido, sin inseguridades ni temores, finalmente si en el camino erramos, será aprendizaje no obstáculo y eso nos fortalecerá y convencerá aun más para seguir adelante.

Vivir es arriesgarse siendo consistentes hasta las consideradas triviales e ¨insignificantes¨ acciones, porque todo es cuestión de disciplina y constancia; logrando pequeñas metas y así progresivamente al ir adquiriendo confianza, desarrollaremos la experiencia necesaria para afrontar cada vez mayores y más importantes retos; siendo permanentemente activos, no dejarnos dominar por la indiferencia y la desidia; el actuar pasivamente no evitará que nos alcance el destino y que las circunstancias terminen por frustrar nuestras aspiraciones; fomentar a todo momento una actitud positiva ante la vida, aún cuando no se tenga plena certeza del porvenir, si tendremos la posibilidad de controlar las circunstancias del momento para orientar el destino a nuestro favor.

Los Pensamientos

"Nuestra vida es obra de nuestros pensamientos: si tenemos pensamientos felices, seremos felices, si tenemos pensamientos desdichados, seremos desdichados, si tenemos pensamientos temerosos, tendremos miedo, si tenemos pensamientos enfermizos, caeremos enfermos, si pensamos en el fracaso, seguramente fracasaremos, y si nos dedicamos a compadecernos, todo el mundo huirá de nosotros".

Marco Aurelio:

Reflexion:

Los pensamientos son las causas primarias de las condiciones de nuestra vida, en donde la mente es un infinito almacén de recuerdos y vivencias que día a día experimentamos, porque todo cuanto forma parte de nuestra experiencia ha iniciado a partir de alguna forma de pensamiento, y que es detonado mediante un deseo en particular. Todo lo que somos o lleguemos a ser, será el resultado de nuestro modo de pensar, y ese modo de pensar depende de la actitud que nos hemos forjado desde que tenemos uso de conciencia, del medio en que nos tocó vivir, de los valores que nos fueron fomentados, y principalmente de la personalidad que poseamos. Toda esa gamma de circunstancias, determinan el modelo de vida que estamos experimentando al día de hoy. Hay una frase que versa: ¨Somos lo que pensamos¨; y nuestra vida actual es producto eminentemente de nuestros pensamientos cristalizados en acciones, es decir nuestra vida es producto del pensamiento; eso es lo que determina nuestro motor de vida, nuestras emociones y anhelos.

Si hasta el momento, la percepción de vida no es satisfactoria, no significa que ya estamos encaminados al fracaso, ni mucho menos que tengamos que resignarnos a nuestra suerte. Así como nos alimentamos de las frustraciones, de la nostalgia y la depresión que han dado como resultado las experiencias del pasado, y eso trae como consecuencia que nuestra estima sea muy baja. Porque si ya sabemos de antemano el origen de nuestro estado actual de vida; en lugar de aferrarnos a lo que nos daña, limita y denigra; porque no hacer un cambio gradual o súbito de actitud?. Si el pensamiento es el origen de todo cuanto somos, que sucedería si nos alimentamos de pensamientos propositivos y aspiracionales?; que nos quita más energía, pensar para bien o para mal?, ser pesimista u optimista?; derrotarnos o luchar?. Todo pareciera ser sencillo si lo vemos desde esa perspectiva verdad?. Y porque se nos hace tan difícil o complejo dar el primer paso hacia algo que de verdad le de sentido a nuestra vida?, algo por lo que realmente valga la pena arriesgarse?, algo por lo que amerite luchar?, algo que nos de un verdadero motivo para seguir viviendo?.

Que cuesta el intentarlo? Si nuestras circunstancias no han sido favorables, nada perdemos con hacerlo?, que perdemos?, tiempo?, energía?, si de cualquier forma seguimos perdiendo tiempo y energía en aferrarnos a nuestro destino, nada se pierde con seguirnos sorprendiendo de las oportunidades que siempre estarán latentes, nada perdemos con animarnos a dar un giro inesperado arriesgándonos a lo desconocido, si estamos o no listos, el prejuzgar no nos hará más cautelosos, sino temerosos; las sensaciones de nuestro fuero interior son el mejor regulador para indicarnos que vale la pena hacerlo, vale la pena cambiar nuestra actitud, vale la pena, darnos una nueva oportunidad, a atrevernos a eso que nos causa tanta adrenalina al no saber que resultará de esa nueva experiencia. La vida es eso, un gran misterio, en la cuál no sabremos plenamente que resultado nos depare cada vivencia; por eso se llama vivencia, es vivir para experimentar, para resurgir de nuestro letargo y sentir nuevamente esperanza, deseos y un tener un propósito para darnos una nueva oportunidad; para ello debemos dejar a un lado nuestros pensamientos prejuzgados y simplemente actuar conforme a nuestra intuición. Confiar que hagamos lo que fuere en lo sucesivo, nos traerá como consecuencia enriquecedoras y muy valiosas experiencias, y aunado a ello, la satisfacción de haber retomado la alegría de vivir, alimentando a nuestra mente de pensamientos propositivos, porque ese es el tipo de vida que anhelamos conseguir.





Cómo Alcanzar la Excelencia

*Metas y objetivos: El tener claramente lo que queremos en nuestras vidas nos permite visualizar un panorama más seguro al ir cumpliendo con esto; desarrollan más tus capacidades y te das cuentas que puedes llegar tan lejos como desees.

*Disciplina: Esto es indispensable en todo lo que hagas ya que la constancia es la llave que te abrirá la puerta para obtener el éxito.

*Innovación diaria: Estar abiertos a constantes cambios para ir evolucionando. Adquiriendo, nuevos conocimientos y técnicas para llevarlas a cabo y no caer en la mediocridad.

*Creatividad: ¡Sí! Deja fluir tus ideas, inventa cosas nuevas, usa tu imaginación para no caer en la monotonía.

*Haz tu mejor esfuerzo: Da siempre tu máximo empeño en todo lo que hagas. Sabemos que en bastantes ocasiones, nos tocará hacer cosas que no deseamos o gusten. Sin embargo, al hacerlo encontrarás una gran satisfacción.

*Compromisos y responsabilidades: Empieza contigo mismo y deja a un lado los miedos. Recuerda que entre más grandes sean mayor será la recompensa.


Reflexión:

La excelencia es la búsqueda hacia la superación no sólo en una aspecto, sino de una forma integral en todos los ámbitos de nuestra vida. Pero cuál es el punto de partida hacia nuestra búsqueda?, donde comenzamos cuando sentimos que nos hemos estancado en algo?, como salir del precipicio en el que estamos inmersos?, como sacudirnos la depresión por no sentirnos realizados?, que camino tomar, cuando las decisiones tomadas sólo nos han acarreado problemas y frustraciones?, a quién pedir ayuda cuando experimentamos soledad y vacío?, como sabemos que vamos por el sendero correcto?, porque para lo que unos es sencillo y natural, para nosotros resulta complejo e imposible?, porque la vida día con día es tan insoportable?. Como pretender ser excelente cuando se experimentan todos estos aspectos?

Si bien todo debe comenzar desde analizar el porque de nuestra inconformidad y frustración, y porque nos hemos permitido cargar con esa pesada losa de depresión durante todo este tiempo?, si algo nos hace ¨sentirnos¨ es esto precisamente: aquello que se le llaman prejuicios, culpas y remordimientos. Ese es sin duda el origen de todos nuestros problemas, el concepto que poseamos de nosotros mismos; nadie nos bloquea, nadie nos limita, nadie nos hace infelices; queremos sentirnos mal porque así lo hemos decidido, porque así lo hemos asumido y porque es la vía más sencilla de evadir la oportunidad de encaminarnos hacia la excelencia. En el momento en que dejemos de autocompadecernos, daremos los primeros pasos para despertar y engancharnos de nuevo a la vida.

Es cierto que si sabemos que nos hace daño y nos hace sentirnos insignificantes ante los demás, el problema es que no queremos reconocerlo, quién mejor que nosotros para saber que nos ¨impide¨ crecer y trascender. Cuando se desea hacer un cambio radical, simplemente no se piensa, sólo se actúa y ya!. No se está pensando si no va a resultar, sólo se confía en el instinto y la intuición. Por naturaleza el ser humano posee toda la potencialidad para salir del bache en que ha caído. Todo depende en primer instancia de un cambio de actitud, para iniciar el resurgimiento; el tiempo no esta en nuestra contra, es nuestra mentalidad la que nos bloquea; nunca es ni será tarde para emprender un nuevo proyecto de vida, se necesita ante todo voluntad y persistencia para fijar nuestras metas y objetivos, saber hacia donde vamos y que deseamos lograr nos dará las bases para comenzar a desarrollar nuestro plan de acción, donde la disciplina es fundamental si deseamos obtener resultados satisfactorios, ni todos está descubierto y eso nos da una amplia posibilidad para innovar en base a nuestra capacidad de ser creativos, siempre hacia la mejora y la perfección, no temerle a los resultados iniciales, todo requiere de un arranque y se necesita paciencia para que se vayan mostrando los primeros resultados producto de nuestra constancia y determinación.

La excelencia es aceptar que la vida posee claroscuros que son necesarios para aprender más de nosotros mismos y aspirar a crecer, siempre son una idea primordial, aceptar los riesgos como retos para mejorar día con día, para madurar ante los imprevistos y calamidades, para pulir nuestra actitud y visión de la meta que deseamos realizar; pero si debemos tener algo presente: que la excelencia parte del interior hacia el exterior, y no del exterior solamente, porque de que sirve tener éxito a nivel económico, empresarial o social, cuando internamente hay insatisfacción, infelicidad y vacío?, cuando a pesar de tenerlo ¨todo¨, se tiene nada?, de que sirve ser popular y ampliamente reconocido a nivel social, cuando se carece de autoestima y amor a si mismo?, de que sirve poseer un amplio y exitoso curriculum, cuando se carece de realización personal a nivel emocional y mental?. El aspirar a la excelencia no es ser capaz o exitoso en un solo aspecto o una faceta; la excelencia parte del equilibrio en todas y cada una de las facetas de la vida personal, es realización en todos sentidos, es experimentar plenitud y equilibrio.

Alcanzar la excelencia es luchar por ser coherentes en sentimiento, pensamiento, palabra y acción para alcanzar nuestras metas y propósitos; y no ser alcanzados por el ciclo final de nuestra existencia alimentando la desidia y conformismo.

Reglas para el buen Emprededor

1) Alejate de tu zona de confort..
2) Nunca te des por vencido.
3) Cuando estas listo para renunciar, estás más cerca de lo que crees.
4) Acepta siempre el peor resultado posible.
5) Enfócate en lo que quieres que ocurra.
6) Haz una cosa por día.
7) Siempre te debes mantener moviéndote hacia adelante.
8) Debes ser rápido para tomar decisiones.
9) Presta atención a tus competidores, pero presta más atención a lo que estás haciendo.
10) Nunca dejes que alguien pase por sobre ti.
11) Resuelve tus propios problemas.
12) No te tomes demasiado en serio.
13) Siempre hay una razón para sonreír.


Reflexión:

El ser emprendedor es mantenerse siempre bajo una constante actividad en todos los niveles: físico y mental y en este último desarrollar a niveles óptimos la creatividad que se deriva de nuestra capacidad de imaginación, y a su vez es el deseo inherente de superarse y crecer hasta donde sean vencidas las limitaciones, tales como los temores, inseguridades y prejuicios. En realidad no hay algo contundente que nos impida evolucionar. Todo recae en la mente, si concebimos nuestra existencia como algo infinito, infinitas serán nuestras posibilidades para cristalizar todo aquello que anhelamos día con día a lograr; pero si algún sentimiento negativo invade nuestro entorno, se transforma en un obstáculo que aletarga y en algunos casos disipa nuestra necesidad de ser cada día mejores. Mantener una actividad constante no esperando pasivamente que las cosas sucedan sin alguna intervención de nuestra parte es desperdiciar valiosas oportunidades, debemos estar siempre alertas y listos para aprovechar cualquier oportunidad para corregir, mejorar y lograr una meta o proyecto personal; porque siempre habrán obstáculos que se interponga en nuestro camino, el enfrentarlos con valor y conocimiento de causa nos inyectará esa fuerza interior y seguridad para salir avante, además siempre será un reto y oportunidad para probar que tan capaces somos o que tanto hemos aprendido de las experiencias del pasado. No importa en mucho el resultado, sino de que forma lo encaramos el problema y que tipo aprendizaje nos otorgó, eso nos lleva hacia la senda correcta del saber para madurar.

Cuando sabemos actuar con prontitud y calma, siempre razonando inteligentemente, obtenemos la mejor toma de decisiones ante algo inesperado, siendo selectivos hacia aquellos factores que sean prioritarios y desechar aquellos que no aporten una solución pronta y expedita, es saber valorar entre lo esencial y lo inútil, siempre y cuando sepamos controlar toda la vorágine de sentimientos y emociones, que por lo general si no se saben gobernar terminan no sólo dominándolos, sino precipitando aquello que con tanto esfuerzo hemos edificado; de esa forma estaremos más enfocados en mejorar constantemente, que en sumergirnos en un mar de incertidumbre y dudas. Finalmente la clave en la vida cuando aspiramos a ser emprendedores, es eso mismo, emprender todo tipo de proyectos a nivel personal de crecimiento humano y profesional, con una finalidad básica y única: desarrollar nuestras aptitudes basados en una óptima actitud ante la vida, siendo positivo, optimista e incansable; porque la vida no se detiene ante la marcha inexorable del tiempo, un instante de distracción puede hacer que nuestra vida de un gire inesperado, y un instante de distracción puede también transformarse en alguna pérdida personal o material, irreversible. por eso mismo hay que estar muy alertas y enfocados ante cualquier imprevisto que se suscite en el trayecto, y poder actuar adecuadamente para resolver un conflicto.

Ser emprendedor, es disfrutar y recrearnos la vida como deseamos que ésta sea en forma permanente; aceptando nuestra condición errática por la falta de experiencia, y siendo perfectibles ante aquellos aspectos que nos impulsen a crecer cada vez más, porque quien se equivoca aprende, y quien triunfa reafirma el aprendizaje adquirido en base al error cometido en el pasado; esto nos lleva al origen: a vivir cada instante tan intenso como a nuestra energía física y mental le permitamos. Todo esta en nosotros, todos los problemas, todas la soluciones, todas las respuestas, todas las incógnitas, todo cuanto existe y hay se encuentra en nuestro fuero interior, el soñar, imaginar y crear es una facultad especial y única que nos fue dotada para diseñar el tipo de vida que a cada momento aspiramos a forjar; siempre y cuando nos permitamos liberarnos de todo tipo de ataduras y apegos que se transformen en cargas insoportables que nos limiten la capacidad de luchar y superarnos.

Porque para el buen emprendedor no habrá obstáculos ni barreras de por medio, no hay pretextos, no hay influencias externas, no hay limitaciones, no hay falta de tiempo, no hay falta de energía, lo que si hay es control, para limitarnos o para ascender, cuando se desea algo con auténtica fe en uno mismo, no habrá el mínimo obstáculo que impida el lograr la meta deseada, sólo hay que hacerlo y ya!. Si tenemos éxito o fracasamos, si nos reconocen o critican, si nos orientan o nos limitan; eso estará presente permanentemente, siempre habrá en el camino algo o alguien quién intente impulsarnos o detenernos; siendo así, pues entonces está en nuestra decisión aceptarlo o rechazarlo no?, eso significa que sólo nosotros tenemos el poder de decisión, nadie más!, sólo en nosotros radica el poder de evolucionar o involucionar, nadie tendrá más la responsabilidad de nuestros actos que nosotros mismos, por esa facultad que poseemos: Elegir nuestro destino siendo humildes, compartidos y honestos; es aspirar a trascender nuestra propia vida más allá de lo ordinario.

Cómo ser un Líder

1. Si usted tiene que encontrar defectos, esta es la manera de empezar
2. Cómo criticar y no ser odiado por ello
3. Hable primero de sus propios errores
4. A nadie le agrada recibir órdenes
5. Permita que la otra persona salve su prestigio
6. Cómo estimular a las personas hacia el elogio
7. Cría fama y échate a dormir
8. Haga que los errores parezcan fáciles de corregir
9. Procure que la otra persona se sienta satisfecha de hacer lo que usted quiere


Reflexion:


El liderazgo comienza desde uno mismo, no se puede pretender ser un líder ante los demás, cuando no se conoce plenamente las potencialidades que se poseen; y ante ese desconocimiento, lo único que emanamos es inseguridad, la cuál se oculta detrás de la prepotencia y la soberbia. Lo más importante es entender que los cambios substanciales deben emanar no de nuestro entorno exterior, sino del interior, de poco servirá pretender líderear en algún aspecto de nuestra vida, si primero no vemos hacia adentro, hacia nuestras inquietudes, hacia nuestros temores, remordimientos, culpas y demás sentimientos que nos impidan sentirnos realizados y seguros de nosotros mismos. El trabajar comprometidamente, aceptando con humildad que la superación personal debe ser constante para aceptar que somos seres perfectibles, que nunca habrá un límite para crecer y evolucionar tan alto como uno mismo se permita.

El liderazgo desarrolla en la persona, el sentido de autoestima en todos los aspectos de su personalidad: se experimenta ligereza, confianza, hiperactividad y un gran deseo de encarar la vida con valor y determinación, no un problema, sino un reto más para probarse a si mismo, porque un problema no es en sí un obstáculo, es una oportunidad más para aprender y madurar de la experiencia que se va acumulando en la cotidianeidad; simplemente se emana una energía que es captada por nuestro entorno social. Cuando se pretende llamar la atención para sentirse aceptado o vitoreado, refleja inseguridad producto de una baja autoestima, para ser reconocido al desear experimentar un sentido de pertenencia a cualquier costo. Un real liderazgo se refleja a través de la persona hacia el entorno y no del entorno hacia la persona. Y es aquella persona que no se vanagloria de su posición, cualesquiera que ésta sea, ni humilla por el hecho de estar al frente de una organización o grupo, y por lo mismo, no pasa por la dignidad de los demás para conseguir realizar sus ambiciones personales, ni mucho menos se reconoce así mismo como el triunfador de una empresa ignorando a aquellos quienes los impulsaron a lograr su meta o proyecto, o en su defecto se deslinda de toda responsabilidad cuando ha fracasado y lo reorienta hacia quienes integran su equipo de colaboradores.

El liderazgo es un ejemplo de superación, humildad e incondicionalidad, es aquella persona que por sus acciones congruentes y honestas, se convierte en un ejemplo a seguir, no le teme a los retos, no le teme a innovar, no le teme a los obstáculos, a las críticas; siente y sabe lo que desea lograr basado en su sentido visionario; se puede ser líder en cualquier área de la vida, en lo personal, en la familia, en la empresa, en la sociedad; cuando se ésta dispuesto a asumir las responsabilidades y consecuencias de sus decisiones y acciones, y esto se debe principalmente al nivel de autoconfianza que de sí mismo. No importa cuánto se ha sufrido por los errores del pasado, no importa cuantas veces se ha tropezado por decisiones equivocadas, no importa que tan caótico se encuentre actualmente nuestro entorno, no importa que aparentemente no haya algún gramo de esperanza, ni que tan sombrío se encuentre nuestro horizonte. Cuando hay voluntad y fe en sí mismo a toda prueba; en el momento que así lo decidamos, iniciaremos la escalada hacia la liberación de aquello que nos limita a no superarnos; porque en la vida hay que tomar decisiones, tarde o temprano hay que hacerlo, y que mejor que en este preciso momento; porque las oportunidades no siempre estará latentes, y por eso mismo, es momento de tomar esa decisión sin importar que tanto nos abrumen las dudas y la inseguridad, simplemente hay que atrevernos a hacer aquello que tanto hemos deseado y que por alguna circunstancia no hemos podido hacerlo; ahí comienza el liderazgo, en retomar el control de nuestra vida y orientándola hacia el sendero que nos lleve hacia la realización personal.

Las Siete Claves del Exito

1. SABER ESCUCHAR: para acercarnos a los demás, el primer paso es tener la capacidad de escuchar, las personas desean ser escuchadas. La gente va por la vida buscando un confidente, pero todos pretendemos hablar y nadie dedicarse a escuchar.

2. SABER HABLAR: si sabes escuchar ya dimos el primer paso, ahora nos toca saber como utilizar las palabras, es decir, saber hablar.

3. SABER MOTIVAR: es consecuencia de los dos primeros hábitos, si en verdad sabemos escuchar y sabemos qué decir, la motivación será lo más fácil. Motivar en realidad es fácil, pero con control de nosotros mismos, para ser amados por la gente necesitamos motivar.

4. SABER DOMINARSE: la maestría en el dominio surge en la práctica de los tres hábitos anteriores. Pero el auténtico, profundo y verdadero dominio surge con la continuidad. Vivir de instante en instante es excelencia es dominarnos a nosotros mismos.

5. SABER CRECER Y APRENDER A VIVIR: el que se domina y vence a sí mismo esta lleno de sabiduría interior.

6. SABER TRABAJAR: el trabajo es mucho más que una necesidad. Todos tenemos una vocación: ser madre, maestro, político, sacerdote, militar, todos debemos seguir el llamado interior que nos impulsa a realizar nuestras vidas. Todos tenemos aficiones.

7. SABER IR AL INTERIOR: cuando logremos vivir los seis hábitos anteriores, estaremos preparados para recorrer un camino más profundo.

Reflexión:

El Éxito es en esencia realizarse en todo aquello que uno se proponga en la vida, muchas personas lo atribuyen solamente al aspecto económico o al profesional, pero la realidad es que el éxito no es exclusivo a una sola faceta, sino a todo nuestro entorno; podemos presumir que somos exitosos porque hemos logrado escalar altas posiciones laborales, o podemos presumir que somos exitosos cuando poseemos una cuantiosa fortuna económica, e incluso un estatus quo aceptable en la sociedad, o cuando alcanzamos la fama deportiva entre muchos mas. Pero la pregunta es: nos consideramos exitosos o pensamos que hemos alcanzado el éxito cuando logramos sobresalir en algún sector en particular?, es suficiente eso para expresar que ya hemos alcanzado el éxito en la vida?, y que sucede en los demás aspectos de nuestra vida?, llámese, profesional, laboral, familiar, social o personal?.

No nos ha sucedido que somos exitosos por ejemplo en el aspecto profesional, pero los demás aspectos se encuentra descuidados debido a que nos hemos obsesionado de tal forma que a pesar de haber logrado esa meta, nos sentimos vacíos e insatisfechos?. Y peor aún, al tener plena conciencia de ese descuido más nos orientamos sobre el que si hemos logrado realizar ya no como una satisfacción, sino como un mecanismo de evasión?. Y por lo general el más descuidado de todos y el que detona a todos los demás es el personal e interno?. Como es posible que logremos el éxito material pero el interno no hallamos la fórmula para sentirnos plenos y realizados?.

Si hay algo que caracteriza nuestra vida es principalmente el de la realización personal, a nivel emocional, mental y anímico, y ese se desarrolla principalmente por evasión; porque es más fácil orientarnos sobre lo más factible que es lo material, pero cuando se trata de trabajar sobre aquello que nos angustia, atemoriza o desconocemos, es cuando inician nuestros problemas, porque no sabemos como enfrentarnos a nuestros aspectos considerados negativos u obscuros, nos da miedo enfrentarnos a aquello que nos limita a sentirnos plenos y realizados, no por cobardía necesariamente, sino por desconocimiento de nosotros mismos, de no saber como decodificar o descifrar nuestras inquietudes, dudas e incertidumbres. Un primer paso es aceptar que la prioridad por encima de lo material es la realización interna (mental y emocional), de escudriñar en nuestra conciencia que es lo que nos hace sentirnos molestos, infelices e insatisfechos con la vida y con nuestro entorno en general, desarrollándonos una personalidad evasiva, irascible, soberbia y prepotente!.

Escucharnos es iniciar una autocuración espiritual, de no ser tan crueles con nuestros errores, ni tan obsesivamente perfectibles con nuestras potencialidades, aceptar que de vez en cuando podemos cometer algún error, pero con la premisa de que corregiremos y aprenderemos para madurar, eso es la vida alcanzar el éxito sobreponiéndonos a los obstáculos y adversidades que se nos presenten a lo largo de nuestra vida, obteniendo experiencia para buscar un mayor reto, pero con conocimiento de causa, con mucho mayor determinación y valor para no temer experimentarnos constantemente, a alcanzar el equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida y no sólo conformarnos con lograr solo uno sólo. Éxito es equilibrio, es templanza, experiencia de vida, madurez, es tomar las riendas de nuestro propio destino y realizarnos en base a nuestra propia responsabilidad de asumir el control y no depender de nadie para lograrlo, de no temer explayarnos y expresarnos como lo que realmente somos, sin máscaras de por medio, de reírnos de la vida sin importar lo que piensen los demás, de luchar por nuestros sueños, no importa que tan irreales y absurdos les parezcan a los demás, si estamos convencidos de lograrlos, así será tarde o temprano; si poseemos la actitud correcta no sólo ante la vida con sus consabidos sinsabores y dificultades, sino una indestructible fe en nuestras capacidades y cualidades; no habrá obstáculo que derrumbe nuestras aspiraciones, porque lo importante es trascender dejando una huella permanente de un ejemplo de superación y realización interior, lo demás será consecuencia simplemente, y el sentirse feliz y libre de todo tipo de apego excesivo, es encaminarnos a esa esperada senda del éxito total y no parcial.

Triunfador y Perdedor

El Triunfador es siempre una parte de la respuesta; el Perdedor es siempre una parte del problema

El Triunfador dice: ¨Podemos hacerlo; el Perdedor dice: ¨ese no es mi problema¨

El Triunfador siempre tiene un programa; el Perdedor siempre tiene una excusa

El Triunfador ve una oportunidad cerca de cada obstáculo; el Perdedor ve de dos a tres obstáculos cerca de cada oportunidad

El Triunfador dice: Quizá es difícil, pero es posible¨; el Perdedor dice: ¨puede ser posible, pero es demasiado difícil¨.


Fuente: ¨El Ser Excelente¨ Miguel Angel Cornejo


Reflexion:

El triunfo y el fracaso son dos parámetros en los que calificamos las situaciones que emprendemos en diversos escenarios. Es sabido que los problemas que nos aquejan y que en el futuro se nos presentarán, son inevitables, pues ya forman parte de nuestra vida, y se deben principalmente a una circunstancia inesperada o propiciada por nosotros consciente e inconscientemente; mucho depende del tipo de actitud que asumamos ante lo desconocido, adverso o favorable, finalmente es una circunstancia específica ante una nueva experiencia, la diferencia radica en como la asumimos y con que argumentos, y si de argumentos se trata, poca o nula información disponemos ante lo circunstancial, mucho depende de nuestra experiencia vivencial. Si deseáramos por omisión el saber como actuar ante un escenario en particular, necesitamos atrevernos a vivirlo para saber de que forma reaccionaremos y que aprendizaje obtendremos; porque de eso se trata la vida, de encararla y no recularla. Un problema como tal no es un escenario devastador del cuál debamos temerle; un problema es una invaluable oportunidad para desenvolvernos en el misterio de la vida. La vida es misteriosa porque no poseemos una base real para comparar una nueva circunstancia, no es como una pintura la cuál es producto de la elaboración de un previo: un boceto; porque nuestra vida ya es en si un boceto; ya no podemos corregir lo que ya sucedió, cada instante se queda impregnado en la red del pasado y es inamovible, lo que si podemos cambiar o transformar es nuestra actitud posterior a una nueva oportunidad y de que forma afrontaremos en el siguiente instante presente un problema.

Ahí es donde radica la diferencia entre quién se considera triunfador o perdedor; en un simple escenario es un tanto agresivo el segundo concepto, el cuál no el definitivo ni limitativo, porque ambos nos darán alguna información para crecer como seres humanos, ya que estamos expuestos a experimentar uno u otro en algún momento, lo cuál será casi inevitable; la actitud no es algo con lo que se posea por herencia, porque esta condicionado a las circunstancias en que nos tocó vivir en lo familiar y social. La actitud de triunfador y perdedor depende de cómo nos abramos al autoconocimiento, de cómo nos desarrollemos en lo moral y de cómo alimentemos nuestra autoestima, es decir, la imagen que poseamos de nuestra esencia. La vida ya es en sí un reto, y vale la pena asumirlo, que importa cuántas veces tropecemos o cuántos obstáculos se nos presenten en el camino, lo invaluable es desarrollar un nivel de conciencia tal que nos permita estar por encima de todo tipo de ataduras emocionales o mentales, que disfrutemos cada momento, cada circunstancia o cada vivencia con determinación y autoconfianza; entonces ya no será un problema, será una oportunidad; y en ese cambio de actitud recogeremos los frutos de nuestra esfuerzo, de mirar siempre adelante, de ser positivos aún en las circunstancias más desfavorables y de convencernos que el mejor regalo que dios nos ha otorgado es el poder de experimentar nuestra vida hasta llegar a la realización plena de nuestros propósitos; eso es triunfar, cumplir con la encomienda de extraer la grandeza de la vida en lo simplicidad de lo ordinario.




La Actitud Mental Positiva

Agradecer por experimentar un nuevo día.
No permitir que lo que está fuera de nuestro alcance, influya en nuestras decisiones.
Protegernos de los mensajes negativos.
Cuidar la manera como nos expresamos de los demás y de nosotros mismos.
Ser congruentes con lo que sentimos, pensamos, expresamos y actuamos
Desarrollar una visión clara de nuestras metas.
No perder nunca nuestra admiración por la belleza del universo.
Apreciar y dar gracias por aquello que poseemos, por nuestras experiencias y habilidades.
Tener grandes expectativas de nuestro día, nuestras actividades y de las demás personas.
Entregar lo mejor de nosotros mismos en cada una de nuestras actividades
Actuar sin importar el que dirán
Vivir el momento

Reflexion:

En un medio como el nuestro en el que nos desenvolvemos a diario, influye significativamente en nuestro estado de ánimo general factores que de una u otra forma tienden a desestabilizarnos; estamos acostumbrados a dejarnos llevar por el tren de la vida, sin siquiera obsequiarnos un solo momento para detenernos ante esta vorágine que nos consume; esto por supuesto depende también del tipo de actitud que asumamos ante los retos que se nos presentan a diario. Si no hay un orden y una planeación adecuada a nivel mental y emocional, difícilmente podremos controlar nuestros pensamientos, cometiendo un sin fin de errores que van desencadenando situaciones que nos hacen perder el control y que nos van arrastrando hacia el fracaso y la pérdida de nuestra identidad. Lo vital en estos casos es analizar donde estamos cometiendo los errores, en que decisiones nos estamos equivocando y con que tipo de actitud estamos abordando los problemas que nos aquejan a diario.

Un buen inicio es aceptar que algo no estamos haciendo bien, que es necesario despojarnos de nuestra soberbia, nuestra terquedad y de la negación ante lo evidente. Esto nos ayuda a llegar al origen de los problemas cuando aceptamos que el camino que estamos tomando no es el adecuado, que debemos analizar con cuidado que detalle estamos descuidando o que decisión no queremos tomar por el temor a errar; o en que nivel se encuentra nuestra seguridad y autoestima; por lo general, esto último es lo que más nos limita para afrontar los retos que la vida nos presenta; la causa puede ser la inexperiencia, la falta de información o simplemente el temor hacia lo desconocido, y que irremediablemente influye en nuestro estado de ánimo, y por ende, esto le da forma a nuestra actitud hacia la vida. Si ya nos hemos identificado con estas circunstancias, estamos comenzando a desarrollar la actitud mental positiva, y es aceptar que no somos perfectos sino perfectibles, y que inevitablemente cometeremos alguna pifia o error y que es sano hacerlo, siempre y cuando aprendamos de ello y corrijamos de inmediato, somos humanos y para eso estamos aquí para experimentar, aprender y evolucionar; el fracaso o el éxito sólo es el resultado de cómo afrontamos las circunstancias; no hay un real fracaso y tampoco un real éxito, ambos son relativos y ambos nos proporcionan aprendizaje y madurez.

La clave para experimentar realización es simplemente hacerlo sin temer al resultado, pero con conocimiento de causa, con la actitud mental no positiva ni negativa, porque también ambas son relativas, y ambas nos dan información de cómo reaccionamos ante la vida; cada vivencia siempre será distinta, lo que hace la diferencia es una actitud mental correcta adaptada a las circunstancias del momento; no calificarlo de uno u otro polo, porque ambos vienen del mismo origen pero en diferente grado, matiz o sensación. Entregarse a la vida con una correcta actitud, es dar lo mejor de nosotros mismos cuando nuestro nivel de confianza es plena sin resquicios de prejuicios o temores; de cualquier forma tarde o temprano tendremos que enfrentarlo y llegará en el momento justo, ni antes ni después, simplemente llegará y es importante estar preparados para ello, como?. Entregarnos a cada momento como si fuera el último de nuestra existencia, renovarnos a cada instante, aprender de los bueno y malo, de lo correcto y equivocado, de lo positivo y negativo; ambos son importantes, porque ambos nos dan conocimiento de que forma estamos experimentando nuestra existencia; y la evolución llega cuando aceptamos absolutamente todo, porque para construir hay que destruir, para avanzar hay que retroceder, para elevar nuestro nivel de conciencia debemos conocer lo más profundo de nuestros sentimientos, y para transformar nuestra actitud debemos despojarnos ante todo de nuestras viejas ideas, costumbres y concepciones, para renacer a una nueva forma de pensamiento, llegando al origen de nuestros problemas para cimentar una nueva forma de vida más libre y desapegada de todo sentimiento superfluo, que nos permita explorar a plenitud nuestras habilidades y potencialidades, finalmente es nuestra vida, es nuestra exclusividad y tenemos el pleno derecho a experimentarla, porque no hacerlo?.

No son doce recomendaciones, ni doce pasos para obtener una Actitud Positiva; son doce esenciales deseos para iniciar un nuevo año plagado de anhelos y metas a realizar, pero sobre todo del mejor ánimo y la actitud mental correcta para concretar y experimentar la plenitud en cada momento de nuestra vida!.

Riesgos

Hacer algo por alguien, es arriesgarse a involucrarse.
Expresar sentimientos, es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos.
Reír, es arriesgarse a parecer un tonto.
Llorar, es arriesgarse a parecer un sentimental.
Amar, es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir, es arriesgarse a morir.
Esperar, es arriesgarse a la desesperanza.
Lanzarte, es arriesgarse a fallar.

Reflexion:

El correr o no correr riesgos hace que la vida sea excitante y vivificante, si de antemano sabemos que nuestra existencia se caracteriza porque en algún momento estamos envueltos en la disyuntiva de si asumimos o no un riesgo hacia un propósito definido. Y si de por si el experimentar nuestra vida día a día es un riesgo constante, que factores son los que nos hacen valorar si nos arriesgamos o no, y que otros nos dan la certeza si asumimos un riesgo, tengamos éxito?. Es complejo el saberlo. Hay quienes dicen que el que no arriesga no gana, pero también hay quienes dicen que el arriesgarse es generarse una serie de problemas que nos dificulten nuestra existencia. Tanto uno como otro conlleva a una serie de resultados favorables o no, pero lo más importante es entender que el mantenerse pasivo ante algo desconocido, también es una forma de riesgo, porque dejamos de actuar motivados quizás por los temores o los prejuicios, o simplemente por ignorar el origen del problema. Entonces, que decisión debemos tomar cuando de pronto estamos involucrados en una situación que debemos resolver?.

Por un lado, un nuevo empleo, una nueva relación, un nuevo proyecto, una nueva vida, o en su defecto concluir una relación que ya no tiene sentido de ser, renunciar a un empleo que ya no es satisfactorio para nuestro desarrollo profesional y humano, cambiar de estilo de vida, o un cambio radical de actitud hacia la vida cuando ésta nos hace sentir vacíos y rechazados, o dejar ir definitivamente de nuestros recuerdos a aquella persona especial que ya pertenece a otra realidad y a otro sendero; y muchos otros más factores que en algún momento aparecerán en nuestra vida. Toda acción lleva consigo una reacción o consecuencias; finalmente lo más importante es valorar con sumo cuidado y sobre todo conocimiento antes de tomar una decisión que puede cambiar o reorientar el sentido de nuestra vida, lo cuál nos llevará hacia la senda del éxito o del fracaso, al final de cuentas, lo que se debe valorar independientemente del resultado es el aprendizaje, pero sobre todo el habernos arriesgado a hacerlo y no reprimirnos por factores externos o internos.

La vida es un reto que se debe asumir con valor, determinación y conocimiento para visualizar el probable escenario al cuál nos enfrentaremos para eliminar de nuestro pensamiento todo tipo de recelo, inseguridad y temor; de esta forma sabremos corregir durante el proceso algún inconveniente indeseado y replantear el problema para visualizar alternativas que nos lleven hacia caminos seguros y claros. Cada vivencia siempre nos arrojará una experiencia, y eso es vivir plenamente la vida, por que de algo si debemos estar seguros, que los riesgos cuando se toman con estos factores deben ser tomados, porque el peligro más grande que podemos correr es no arriesgarnos a experimentar nuestras propias vivencias. Y si la vida es vivir, el riesgo es retraernos a la única oportunidad que tenemos para experimentarnos en un mundo donde sus límites se encuentran solamente en nuestro pensamiento, sobre todo cuando el pensamiento es gobernado por la apatía, la inseguridad y el temor; si el pensamiento es libre la vida se vuelve ilimitada, y si no hay nada que nos detenga tendremos amplias posibilidades de saber cuál es el principal propósito en nuestra existencia.

Dulce Poder

La amabilidad es tan poderosa
que es capaz de arrasar con
las mas altas montañas de
resentimiento, y hacer brotar de
esas ruinas la bella flor del perdón.

Tiene tal fuerza que hasta el mas
embravecido mar se apacigua y se
convierte en un remanso de paz
en el que brilla fulgurante el sol
de la amistad.


Su vigor es tanto que en donde las
inmensas rocas del odio impiden el paso,
construye un sendero que conduce
a la verdadera fraternidad ante los humanos.

Y allá en donde imperan las densas
tinieblas del egoísmo y la maldad,
se convierte en la radiante luz que
disipa y deja en su lugar la claridad del amor.

"La amabilidad es tan poderosa
que es capaz de arrasar
con los malos resentimientos"

Reflexión:

Cuando se abusa del poder por el simple hecho de experimentar poder, el ser humano termina siendo preso de sus propias ambiciones, perdiendo de vista que lo esencial es buscar la felicidad a través del crecimiento personal, sentirse pleno y satisfecho de los que es y lo que hace, y no enmascararse en materialismos, y apariencias que sólo representa algo fugaz y vano. El deseo de experimentar poder se encuentra presente en todos los ámbitos de la vida de cada individuo; desde el reconocimiento social deseando destacar por encima de los demás; hacerse notar en un determinado círculo social buscando escenarios ideales para mostrar sus ¨dotes¨; recurrir a farsas y engaños para ascender puestos que reafirmen su ego. Y esto último es lo que mueve al ser humano anhelar a cualquier costo buscar el poder, el ego. Cuando de origen, nos sentimos insatisfechos con algún aspecto de nuestra personalidad, buscamos instintivamente algo que lo llene, porque en realidad el poder como tal, tiene multiplicidad de matices: desde el aspecto humano hasta el material, el poder de trascender, el poder de experimentar la dicha interna, el poder de amar, el poder de lograr metas y anhelos, el poder de someter a un ser humano, el poder de dominar escenarios, el poder de dirigir grupos, el poder del dinero, de las posesiones, el poder político, el religioso, o simplemente experimentar poder por el poder.

Y acaso se puede controlar ese irrefrenable deseo de experimentarlo? No importa en que aspecto, pero el sentir poder nos hace sentir vivos y vigorosos?, realmente es vital sentirlo, no importa en que aspecto, sólo por sentirlo?, y cuando por alguna causa adolecemos de algún tipo de poder, nos hace sentir vacíos e insatisfechos con la vida?, que por el simple hecho ya de sentirnos dueños de nosotros mismos, por añadidura no ya poseemos ese poder?, y acaso no basta con eso?, el poder de dominar nuestros temores, sufrimientos, incertidumbres, emociones; no es mucho mas trascendente lograr ese tipo de poder, que sólo compensarlo con lo material?. Que tipo de placer experimentamos cuando somos reconocidos, vitoreados, odiados, envidiados, cuando lastimamos o herimos a alguien psicológica o físicamente a través de la dominación, con algún tipo de violencia en particular? E incluso el poder de la sumisión, de sentirse fracasado, despreciado e indiferente hacia la vida, eso también es alguna forma de poder, y es el poder de frenarse a uno mismo, de buscar todo tipo de pretexto para no luchar y trascender, o esta el poder de ayudar, de sentirse útil al prójimo, el poder de hacernos respetar respetando a los demás.

En fin, el poder se manifiesta en toda circunstancia de nuestra vida, sea para bien o para mal, es algo que estará latente a todo momento; depende de cómo sea nuestra visión hacia la vida, es como experimentamos algún tipo de poder, sin embargo lo vital que debe prevalecer por encima de todo lo demás, es el poder de decir que no necesitamos ningún tipo de reconocimiento, ningún status social, riquezas y posesiones materiales, para sentirnos plenos y satisfechos con nosotros mismos; que el vacío que en algún momento de nuestra vida hemos experimentado no es producto de vacío material, sino del descuido de nuestros aspectos humanos, que no necesitamos obtener abundancia material para llenar nuestros huecos existenciales, porque una vez logrado, percibiremos que la insatisfacción permanece intacta; la primicia por tanto es atender nuestras inquietudes existenciales, para que lo demás por añadidura se vaya logrando en base a esfuerzo y constancia, sin necesidad de utilizar senderos obscuros para cumplir con nuestros proyectos personales; si sólo utilizamos el poder por experimentar poder, es probable que nunca logremos la satisfacción total.

Es dulce poder es convencernos que posemos todo lo necesario para enfrentar la vida disfrutándola y no sufriéndola

El Destino de los Hijos

Una mujer que llevaba un niño contra su pecho le preguntó a un maestro: Háblanos de los hijos. Y el respondió.

Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de sí misma. Vienen a través de vosotros, mas no de vosotros y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen.

Podéis darles vuestro amor, más no vuestros pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Podéis albergar sus cuerpos mas no sus almas. Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños os es dado visitar.

Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis hacerlos como vosotros. Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.

Vosotros sois el arco por medio del cual vuestros hijos son disparados como flechas vivas.

El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y os dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.

Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para vuestra dicha, por que así como Él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme; por eso vosotros tuvisteis la oportunidad de vivir vuestra vida y la libertad de amar y hacer tu vida.


Reflexión:

No cabe duda que la mayor bendición que puede aspirar toda pareja es su descendencia, que trasciende su alma aún más allá de su muerte física, y que representa no sólo la línea de continuidad, es el producto del amor y eso son los hijos; una infinitesimal parte de la esencia de la pareja que unida posee la capacidad de crear una nueva vida, un nuevo ser. Desde el acto sexual donde se da lugar a la fecundación, se experimenta cierto temor mezclado con un cúmulo de indescriptibles emociones, que unido a la ilusión se experimenta la enorme encomienda y responsabilidad de traer al mundo a un ser ávido de descubrir y experimentar su propia existencia; y que por el hecho de venir de nosotros no significa que tomemos total posesión de su derecho a ser libre, recibirá guía y cuidados por supuesto, pero no está esclavizado a nuestros caprichos; la responsabilidad de los padres es ofrecerles lo mejor de sí mismos, de sus propias experiencias, de sus consejos, apoyo en toda circunstancia favorable y desfavorable, guiarlos en un mundo complejo, donde predominan las injusticias y las agresiones a la libertad de Ser, no insertarles la imposición, la violencia, la sobreprotección; porque lo único que se logra es asfixiarlos, precipitándolos precisamente hacia donde más tememos que caigan.

Lo más valioso que si les podemos aportar son los valores e importancia de la familia, de inyectarles su pleno derecho a expresar lo que sienten, defender lo que piensan y actuar coherentes a sentimiento, pensamiento y acción; a alimentarles el deseo de superación en base a sus propias aptitudes, a luchar por sus sueños y mostrarles el camino para conducirlos por el sendero de la honestidad y la rectitud. A alimentarles el la seguridad en sí mismos para defenderse por sí solos ante circunstancias que amenacen su dignidad. Fomentarles la responsabilidad, que analicen con calma e inteligencia antes de tomar una decisión, para que estén conscientes de las posibles consecuencias de sus actos. Darles los elementos necesarios para que aspiren a ser libres en todo sentido, en base al propio ejemplo de los padres: seguridad, confianza, cariño y capacidad de amar y perdonar. La sobreprotección hacia los hijos refleja, nuestros propios errores cometidos en el pasado y que los transmitimos a través de los temores; no es necesario el hacerlo, debemos recordar que cada ser debe experimentar sus propias vivencias con o sin errores, pero son suyos y es su propio aprendizaje, tienen derecho a ello, los hemos engendrado, pero debemos dejarlos que ellos vuelen por si mismos, que desarrollen su propia personalidad en base a su propia experimentación que al final lo trasformará en un individuo maduro y seguro de sí mismo, pero sobre todo agradecido por haberle depositado la confianza y apoyo total de unos padres confiados en las bases que le fomentaron en su etapa primaria.

No hay mayor orgullo que ser testigos del desarrollo de un hijo con todas sus potencialidades a plenitud; un niño que experimentó una feliz infancia plena de valores y aprendizaje; una adolescente seguro de sí mismo y con gran vigor experimentado cada instante de su desarrollo; y un hombre realizado con determinación y autoconfianza para ejercer su propio derecho a cristalizar sus metas y anhelos.

En su Infancia se su Maestro, en su Adolescencia su Padre y en su Madurez… su Amigo, porque el destino de un hijo como de todo ser humano es aspirar a su propio derecho a la libertad.

Roble o Calabaza

Un padre fue a inscribir a su hijo en una bien conocida universidad. Al leer el plan de estudios de la institución preguntó al Director:


- “¿Tiene que tomar todos estos cursos mi hijo? ¿No puede usted reducirlos un poco? Él quiere terminar pronto”.


Y el Director respondió:


“Por supuesto que puede tomar un curso corto, pero todo depende de lo que él quiera llegar a ser.


Cuando un Roble se forma le toma veinte años; y en cambio, sólo se necesitan dos meses para formar una calabaza”.

Reflexión:

La ansiedad todo el tiempo nos hace presa en la rutina diaria, porque siempre estamos contra reloj en cuanto a nuestras actividades se refiere, y más si se trata de hacer el mayor número de ellas en el menor tiempo posible; que importa a veces que la eficiencia se sacrifique en pos de lograr nuestro cometido a la brevedad. Vivimos aceleradamente, porque hemos perdido gradualmente la paciencia y la capacidad de disfrutar cada momento. Y cuál es el resultado?, que cometamos muchas imprecisiones y errores por nuestro afán de abreviar alguna actividad o proyecto, lo que deriva en fracasar o perder oportunidades a diestra y siniestra. Y por eso mismo por nuestro afán de poseer algo cuanto antes, buscamos todo el tiempo vías rápidas o deshonestas para evadir el proceso y llegar a los resultados a como de lugar, y a veces sin importar si en el camino pasamos por encima de los procedimientos o de personas, lo que domina en la mayoría de los casos es una ambición desmedida y el deseo de obtener algo material para satisfacer nuestro ego.

Y por esta razón todo el tiempo nos sentimos ansiosos e irritables, porque carecemos de la tranquilidad y voluntad para ser capaces de respetar los procesos naturales en cada proyecto que llevamos a cabo. Si deseamos abreviar los resultados, motivados por la desesperación, eso nos hace perder no sólo concentración que a la postre provoca que nos metamos en infinidad de problemas y lamentarnos de ello, ya demasiado tarde, sino que dejamos de disfrutar el proceso de aprendizaje, que se traduce en experiencia valiosa para crecer en madurez y sabiduría. Si buscamos los caminos cortos, difícilmente obtendremos un beneficio a largo plazo, porque lo que rápido llega, rápido se va; si sabemos respetar los tiempos adecuados, no nos sentiremos frágiles ante retos más significativos; la razón es que en el proceso, se adquiere no sólo conocimiento de nuestra capacidad para afrontar cualquier imprevisto, sino del manejo emocional que desarrollaremos ante lo inesperado.

Que mejor premio podemos esperar cuando somos pacientes, cuando poseemos la confianza de que nuestras capacidades cristalizarán un determinado proyecto cuando no estamos esclavizados a la ansiedad del tiempo, cuando somos honestos y no buscamos tomar atajos ni senderos desleales que irremediablemente en lugar de obtener un beneficio, este se transforme en un perjuicio de consecuencias irreversibles; finalmente lo más importante es obtener la visión de que con tenacidad y paciencia, lograremos que nuestras metas y proyectos personales, maduren lo necesario para que en el momento justo, recojamos lo que hemos cosechado en base a lo que realmente deseemos ser en la vida, afrontándola con fortaleza y no con la debilidad de la precipitación.