martes, noviembre 21, 2006

Consideración

Un día un campesino le pidió a Dios le permitiera mandar sobre la Naturaleza para Que –según él – le rindieran mejor sus cosechas. ¿ Y Dios se lo concedió!

Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera, así sucedía; cuando pedía sol, éste brillaba en su esplendor; si necesitaba más agua, llovía más regularmente; etc. Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso.

Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió todo mal, si él había puesto los climas que creyó convenientes.

Dios le contestó - ¨ Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que a destruyan...¨

Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea sólo amor y dulzura, nada de problemas. El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se rinde o retrocede ante ellas.

Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.

Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.

Lo importante no es huir de las tormentas, sino tener fé y confianza en que pronto pasarán y nos dejarán algo bueno en nuestras vidas.

La Liebre y el Tigre

Un Jóven que decepcionado con su amargura por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas, al parecer, ya a nadie le importaba nadie.
Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual.
Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: "no todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".
Y decidió vivir la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara. Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado; si casi no sentía deseo de levantarse.
Entonces allí, en ese instante, lo oyó... ¡Con qué claridad, qué hermoso!, Una hermosa voz, muy dentro de él le dijo: "si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente sé la liebre". Nos ganamos la vida por medio de lo que recibimos y hacemos vida a través de los que damos..
No esperemos que al sentirnos abrumados, dolidos, frustrados y sin rumbo aparente, tomemos la actitud pasiva del Tigre para que vengan a rescatarnos para resolvernos la vida.. Seamos como la Liebre, aún cuando se encuentra en aparente peligro, confía en su instinto arriesgando su integridad para socorrer a un necesitado, dando lo mejor de sí para inyectarle nueva esperanza al tigre.
La vida está llena de personas que se dejan abrumar por la incertidumbre constante de la vida, adoptando en la mayor parte de las veces una actitud de Tigre..
Pero pocos son aquellos Héroes anónimos cómo la liebre que día a día están dispuestos a ayudar al necesitado sin importar si reciben un agradecimiento o recompensa a cambio, simplemente lo hacen.
Cuántas veces en la vida has sido tigre y otras tantas Liebre?