Sólo por Hoy!
En días pasados estuve en una reunión social, y escuché que algunos de los asistentes hablaban de “Sólo por hoy”.
De entrada no me identifiqué con la frase, pero me dio curiosidad.
Claro, quizás en personas que vienen de sufrir pérdidas de cualquier tipo, les venga como anillo al dedo al frase. “Se feliz sólo por hoy”. No pienses en el ayer. Piensa en el hoy. Piensa en el momento.
Y es que esto es paso a paso. Primero gateamos, luego caminamos, y luego corremos.
Primero nos ocupamos del día de hoy. “Sólo por hoy”.
Pero la meta es luego ocuparnos del mañana.
Quizás desde mi punto de vista, no me identifico con la frase porque no me gusta pensar sólo en el día de hoy. Me gusta pensar en el hoy, pero también en el mañana.
Yo quiero ser feliz hoy. Pero mañana también. ¿Y tu?
Reflexión:
Solo por Hoy, tenemos la oportunidad para detenernos por un momento y discernir que es lo que hemos hecho hasta ahora!, o si es que realmente hemos hecho algo que haya valido la pena en nuestra vida!, imaginemos que el ser humano por naturaleza primitiva y primaria es jalado de sus brazos en dos direcciones opuestas, y tanta es la fuerza de tensión a la cuál es sometido que en su rostro refleja dolor, angustia, desesperación, sufrimiento, duda e impotencia, por el cruel castigo de estas dos fuerzas intangibles pero sensitivas, y que no son solamente sus polos opuestos, su dualidad; representan el constante pensamiento en que el ser humano se aferra día con día, por un lado, las vivencias del pasado y por el otro las vivencias aún no experimentadas, el llamado futuro. Por lo que el ser humano se encuentra en medio, atado, sometido y dominado por estas dos fuerzas que destruyen su libertad de experimentar su propio centro, su estado presente, el ahora, el hoy.
La primera de esas dos fuerzas que gobiernan a la mayoría de los seres humanos son las vivencias pasadas poseen un peso mayor que el porvenir o futuro, y otro tanto le dan una trascendental importancia a lo que anhela y le obsesiona: el futuro; e incluso esta tendencia tiende a revertirse, es decir, mientras se obsesiona en primera instancia por el pasado, una vez superándolo se avoca con gran interés a preocuparse por su porvenir, su futuro. El tiempo pasado ha dejado de existir en el mundo tangible, real, ya no se encuentra en nuestras manos el cambiarlo o evitarlo, simplemente ya pasó, y por lo tanto ya no poseemos la facultad de controlarlo, si se actuó correcta o incorrectamente, si se tomó la decisión acertada o desafortunada, si se generó un premio o un castigo por la acción experimentada, si se actuó pasiva o activamente, si aprovechamos la oportunidad o simplemente la dejamos pasar de largo por nuestra indecisión e inseguridad, si nos sentimos realizados o desmoralizados, si se experimentó alegría o decepción, si nos aportó crecimiento o retrocedimos; pues simplemente ya es parte de nuestra historia personal, ya ha quedado en nuestro baúl de los recuerdos, que hacemos con ese baúl?. Por un lado le extraemos el conocimiento que arrojó la vivencia en pos de madurez y sabiduría, porque la sabiduría es el saber de la vida experimentada y comprendida en su totalidad con fines de evolución interior con una actitud positiva y constructiva. Y por otro lo cargamos su carga completamente con toda la gamma de matices vivenciados a través de una actitud negativa y destructiva, cargando con ello el dolor, la decepción, el miedo a.., la frustración, la lamentación, la dignidad pisoteada y la autoestima herida, desarrollando en nuestro interior inseguridad y temor constante ante la vida!.
Mientras que la segunda Fuerza dominante es el llamado porvenir o futuro, es el estado temporal que sólo existe en la imaginación, la cuál es alimentada por medio del deseo y el anhelo por aquello a lo cuál se desea aspirar, donde la única referencia que existe son las experiencias ajenas, no hay más!, el futuro, sólo es un estado de aspiración que anhelamos cada uno de nosotros, con una mayor tendencia sobre los aspectos materiales, y que descansa sobre ideales, sobre pensamientos intangibles, imaginarios y en ocasiones irreales o irrealizables, el futuro simplemente es la proyección opuesta de aquello que nos resultó desagradable en el pasado, es la aspiración a mejores condiciones de vida, de salud y de estabilidad emocional, el futuro en esencia representa la autorrealización del ser humano y para lograrlo nos valemos de nuestra experiencia y maduración proveniente del pasado.
Por lo que el pasado es la fuerza tangible, real y experimentada que nos sujeta uno de nuestros brazos, mientras que el futuro es la fuerza intangible, irreal y no experimentada aún, que nos sujeta imaginariamente: la ley de la dualidad, de los contrarios que nos sujetan de ambos brazos permanentemente.
Pero, y que sucede con el centro?, cuyo punto de referencia somos nosotros en la realidad actual, nuestro presente, es decir el Sólo por hoy!, que hacemos con esas dos fuerzas que instante en instante nos agobian o nos invaden de incertidumbre?, y mientras más dominados y atados nos encontremos de ellas, más nos desvanece nuestro estado presente actual. Si por un lado, el pasado ya no podemos cambiarlo o mejorarlo, y el futuro sólo es una aspiración y tampoco podemos adelantar el tiempo para moldearlo a nuestros deseos y anhelos, porque seguimos aferrándonos a esas dos fuerzas que aparentemente nos atan y dominan?, porque en la realidad somos nosotros los que nos atamos y dejamos dominar por esas dos fuerzas, ellas son las pasivas!, nosotros somos los que las activamos con nuestras actitudes obsesivas, y que por desgracia nos marca la pauta para vivir en un medio de culpas, remordimientos o incertidumbre y agobio. En realidad ese centro, ese punto de referencia que es un punto de equilibrio entre esas dos fuerzas es nuestro presente, es nuestro estado actual, el que si podemos gobernar y construir en base a nuestro libre albedrío, desatarnos de esas dos fuerzas con una actitud creadora de positividad y alegría por vivir el momento, Sólo por Hoy!
Que ganamos día con día atarnos y aferrarnos a la primera fuerza, al pasado experimentando culpa por aquel error cometido, remordimiento por la actitud equivocada, temor por la experiencia desagradable, si ya no está en nuestro control corregirlo, transformarlo o cambiarlo?, si hubo dolor, llanto, decepción tristeza, violencia, egoísmo, rencor, miedo, envidia e indiferencia, ya pertenece a otro plano, a algo intangible!. Y la otra fuerza, el futuro por la incertidumbre de aquello que nos depare el porvenir, por el agobio de que el tiempo sigue su curso y aún no hemos alcanzado nuestra meta trazada!, que ganamos con experimentar incertidumbre, angustia, obsesión por lo desconocido, si aún no lo hemos vivido?, porque asumir una actitud destructiva y pasiva!.
Que sucedería ahora si asumimos una actitud constructiva y activa?, por un lado, el Pasado sin importar el matiz con el cuál fue experimentado, nos arrojó conocimiento de nuestro proceso de evolución, nos aportó madurez y experiencia no necesariamente para afrontar retos similares, sino información vital de nuestras emociones en las diferentes áreas y etapas de nuestra vida, que si bien en la actualidad somos producto de ese pasado, eso nos aporta la referencia de que somos producto de nuestras acciones, y por lo tanto somos dueños de nuestro destino y únicos responsables de lo que somos, es decir, que el llamado porvenir o futuro será producto única y exclusivamente de nuestras acciones y decisiones de este presente nuestro olvidado y poco valorado!.
Si sólo por hoy asumimos esa responsabilidad de aceptarnos como artífices y dueños de nuestro destino, que el pasado sólo es una referencia de madurez y control emocional, más no de referencia existencial para afrontar futuras vivencias, porque cada momento es único e irrepetible al pertenecer a un universo en constante cambio y evolución, que al aferrarnos al pasado con sus diversos sentimientos destructivos, eso es precisamente lo que atraeremos hacia nuestro entorno presente, y eso seguirá sumando eslabones al círculo vicioso y negativo a cuál nos hemos aferrado y que terminará por anular nuestros sueños y aspiraciones, nuestro futuro.
El presente es una experiencia única para soltar esas dos fuerzas que aparentemente nos sujetan y dominan. Cada día es establecer un solo por hoy para una nueva oportunidad de autorrealización; sólo por hoy aceptarnos y amarnos tal cuál la vida nos lego y construimos en el pasado; sólo por hoy atrevernos a soltar esas cadenas que nos ¨impiden¨ crecer y evolucionar; sólo por hoy cambiar de actitud ante la vida y ante nuestro entorno para dejar de sentir compasión y culpabilidad por nuestras acciones pasadas, porque ya no somos los mismos, ya hemos evolucionado aún cuando no queramos aceptarlo; sólo por hoy dejar de cargar nuestro baúl de las vivencias pasadas, es más constructivo tomar el conocimiento de cada una de ellas para evaluar nuestra evolución en el control de nuestras emociones e impulsos; sólo por hoy dejar atrás las secuelas del pasado que nos arrastran sentimientos de culpa y remordimiento y que nos impulsan a actuar con temor permanente y reserva ante cualquier oportunidad que la vida nos brinda día con día; sólo por hoy comenzar un nuevo día con alegría y una constante actitud positiva ante cualquier circunstancia que se nos presente, no afrontarla como un obstáculo, sino como un reto más para salir adelante y subir un peldaño más, construyendo el edificio de un porvenir promisorio y satisfactorio; sólo por hoy aceptarnos como seres especiales y únicos entregados en su evolución interior y reconociendo dentro de sí como portador y portavoces de una sabiduría infinita y universal que nos acompaña a todo momento para guiarnos por la senda de la plenitud; sólo por hoy vernos al espejo y sentirnos comprometidos por el día que comenzaremos a experimentar entregando en abundancia lo que poseemos como seres humanos: sabiduría de vida; sólo por hoy sentirnos satisfechos por nuestro desempeño sabedores que nos entregamos a la vida como si fuera la última acción y dormir tranquilos al haber cumplido ante nuestra voz interior; sólo por hoy decir que el pasado es el tesoro que almacena sabiduría a raudales de nuestras acciones cumplidas y que será el legado que insertaremos en la memoria de quienes nos rodearon; sólo por hoy convencernos que el futuro es pasivo y que la actividad la aplicamos al vivir intensamente el presente con la convicción de que esas acciones nos llevarán a cumplir con nuestras metas trazadas, para que el porvenir se transforme en algo tangible y real; sólo por hoy me levantaré una vez más de una caída no producto de un error, sino consecuencia de una nueva enseñanza y no descansar hasta lograr la meta deseada; sólo por hoy decir que sólo por hoy viviré y me experimentaré como jamás lo he hecho y como siempre lo he anhelado!.