jueves, noviembre 07, 2013

Despectividad

La lucha eterna del ser humano es alcanzar el éxito y el poder a cualquier costo, lo que representa hacer hasta lo impensable para lograrlo, muy válido y en su derecho para aspirar a ello. Otros en sus limitaciones tienen que pasar una serie de obstáculos y travesías para siquiera ingresar en el umbral, muchas veces sin lograrlo en toda una vida de esfuerzo, no por que esto sugiera un fracaso, simplemente porque no se encuentra dentro de sus prioridades el anhelar el éxito profesional o material, o no halle los medios para lograrlo en el corto plazo. En otros las circunstancias naturales de la vida por el entorno en que les tocó vivir se mantienen al margen de la supervivencia. Cada persona posee su propia aspiración y anhelos, sabe de su potencial y limitaciones, sabe del porque actúa de una u otra forma, sabe porque no ha podido alcanzar sus proyectos de vida, sabe lo mucho que desea despojarse de aquellos prejuicios que le impiden dar el salto que lo impulse hacia la senda del éxito personal, y sabe de las oportunidades que ha dejado pasar y que no necesita de que alguien se lo esté recordando o restregando en cara. Simplemente cada persona posee su propia historia de vida y tiene todo el derecho a conservarla en su intimidad y secrecía y por consiguiente atesorarla, y de ninguna manera nadie posee la autoridad moral para incriminarla o evidenciarla.

Hay desde víctimas a victimarios, y hay de aquellos que victimizan a quienes consideran débiles o desposeídos de alguna cualidad según su ciega y equivocada apreciación, y por esa razón no escatiman en desmerecer o desacreditar, y se comportan despectivamente ante quién carece de posesiones, títulos o estatus social, lo cuál no lo hace menos, y aunque lo poseyera no lo hace ni más especial ni superior a nadie, porque cada ser es único y con un gran potencial por naturaleza. No hay cabida para comparativos entre seres, ya que cada uno representa un universo irrepetible y no se vale que se menosprecie, ni se devalúe a nadie; porque ningún ser humano posee la autoridad ni moral ni jerárquica para demeritar la personalidad de otro ser. Es cierto que estamos sometidos a las leyes que la misma humanidad se ha impuesto a lo largo de la historia para dominar y ser dominada, y así crear las grandes organizaciones sociales, políticas y religiosas, esto implica el respeto a los derechos humanos y las garantías individuales; y por ello nadie dentro del marco moral y legal tiene el derecho de menoscabar o menospreciar al desprotegido, o carente de algún tipo de ¨virtud¨ según los ¨estándares¨ sociales, lo cual resulta en algún tipo de discriminación o racismo, sea el color de piel, su condición socio-económica, ideología política, religiosa y cultural, forma de pensar, de expresarse; simplemente la facultad de Ser.

Por tanto, todo ser humano tiene el derecho de ejercer su libertad y la forma en cómo conceptúa no sólo su propia naturaleza, sino su existencia, y merece siempre una oportunidad para demostrarse y desarrollar su potencial, aún cuando éste sea ignorado y demeritado; ya que cada Ser es como una semilla, por mucho que se encuentre en la superficie de la tierra, y se piense que tarde o temprano ésta secará, si posee una esencia inquebrantable y resistente a las inclemencias del temporal, tarde o temprano comenzará a germinar cuando las condiciones sean favorables. Así es cómo debemos actuar, sin importar cuánta gente nos rechacé e ignore o dejé de creer en nuestro potencial, no debe preocuparnos lo que piensen; lo importante es creer en uno mismo y realizarse, porque muchos sucumben ante estas ¨inclemencias¨, pero aquellos que resisten se darán cuenta que las respuestas surgen de lo más íntimo del Ser, porque esa emanación es la chispa que Dios engendró en nuestro interior y que no necesita de nada del exterior para potencializarse, sólo atrevernos a poner manos a la obra en lo que deseamos ser y hacer de nuestra existencia, ya que es nuestra elección y de nadie más!.


El Ser despectivo es el fiel reflejo de una existencia vacía y solitaria; el Ser humilde es el fiel reflejo de la conexión intrínseca con la grandeza y el respeto hacia toda la naturaleza!.