martes, abril 19, 2011

Cómo va a ser tu día Hoy?

Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche.

Tengo responsabilidades que cumplir hoy, soy importante.

Mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener, hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a dios porque las plantas están siendo regadas gratis.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.

Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos.

El día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma, y aquí estoy yo!... su escultor.

Lo que suceda hoy depende de mi, de nadie más. Yo debo escoger que tipo de día voy a tener.

Ten un gran día. . . Dios te lo regala. . . disfrútalo.

Anónimo

Reflexión:

El ser negativo, o sentirse despreciable, ruin, pesimista o desmotivado, es muy usual en nuestros días. Cómo no sentirlo cuando estamos experimentando una de las peores crisis económicas, falta de oportunidades para crecer y aspirar a un futuro digno, violencia extrema por todo el país y desintegración familiar. Estas circunstancias merman el estado de ánimo de cualquier ser humano que se encuentre rodeado de ellas, y si a eso le aunamos el soportar la propia existencia, ante la pesadez del pasado, las expectativas presentes y la incertidumbre del futuro. En ocasiones hemos salido de nuestros hogares para iniciar nuestra jornada de actividades con todo el optimismo del mundo, y resulta que siempre algo o alguien aparece en el escenario y nos echa a perder nuestros propósitos, terminando el día total mente abrumados y fastidiados por que algo nos salió mal, o no tuvimos los resultados esperados en alguna encomienda personal.

Ahora imaginemos ese escenario a todo momento, a cada día soportando una y otra vez la rutina de la vida con toda su problemática, vamos llenando nuestra actitud de problemas, resentimientos, rencores, culpas, temores y ansiedades. El hecho de pensar en ¨soportar¨ otro día más, nos sumerge en una ensoñación profunda de depresión, transformándose de algo anhelado y esperado con alegría, en algo insoportable e intolerable, algo por lo que no vale la pena esforzarse y por ende nuestra actitud no puede esperar ser de otra manera que pesimista, negativa y destructiva. Que más nos queda por hacer?, de que forma podemos ver nuevamente la vida con renovada energía y alegría, si en nuestro interior no emana más que sentimientos negativos por los múltiples errores y caídas que hemos sufrido y cometido?; si el panorama se torna sombrío y confuso, de donde sacamos la motivación para cambiar nuestro estado de ánimo, si padecemos una enfermedad o discapacidad, como esperamos agradecerle a la vida por tal hecho?, si hemos perdido el trabajo, si los problemas con la familia y en especial con la pareja no van del todo bien, de donde extraemos la esperanza y la motivación para luchar por mejores condiciones de vida, y si nuestra propia existencia es ya intolerable y no nos sentimos a gusto con lo que somos o hemos obtenido, de que forma podemos esperar que algún día cambiaremos o mejorará nuestra condición humana?. Si nos va bien en lo material y nos sentimos insatisfechos con lo espiritual o a la inversa nos sentimos satisfechos con lo espiritual pero en lo material no hemos obtenido éxito?, porque no podemos obtenerlo todo entonces?, por que no logramos el equilibrio y la felicidad total?.

Es mucho pedir que mejoren nuestras condiciones en forma integral?, acaso depende de las ¨circunstancias¨ para que funcione nuestra vida? O depende de las decisiones que tomemos para transformar nuestro entorno en general?, si las circunstancias actuales y pasadas debilitan nuestro estado de ánimo, de que forma podemos sacudirnos de toda esa carga moral que hace que nuestros pasos sean cada vez más pesados e inciertos?, si sólo fuera cuestión de un simple pensamiento, quizás ya lo hubiésemos solucionado. Pero va más allá del pensamiento para cambiar nuestra actitud hacia la vida, para no tener ya necesidad de recurrir a las situaciones pesimistas y negativas como recurso para justificar nuestros problemas personales. El cambio debe venir de una gran voluntad más de que una simple intención o deseo, y es iniciar la auto-aceptación, el perdonarse a si mismo por los aparentes errores del pasado, para liberar toda esa carga que no permite sentir libertad ni ligereza, por esa desesperación de no poder salir de la oscuridad de los remordimientos y las culpas, para comenzar a vislumbrar un horizonte diferente y quizás más prometedor y experimentar más seguridad para dar pasos hacia delante, a sabiendas que serán latentes los tropiezos o caídas y más que derrumbarnos, detenernos o huir, es convencernos que aprenderemos y maduraremos para hacernos más fuertes y sabios; porque un simple pensamiento reforzado de fuerza de voluntad nos encamina a desarrollar una actitud más positiva ante la vida y los retos que nos depara el presente-futuro.