jueves, noviembre 07, 2013

Enigma

Dios, el Universo, la Vida, el Destino, la Existencia, el Tiempo, el Ser humano, la Naturaleza y todo cuánto nos rodea está inmerso en lo desconocido, el misterio y el Enigma, hay teorías y personajes que presumen de poseer la verdad acerca del origen de alguna de estas incógnitas, sin embargo, no dejan de ser más que sólo hipótesis muy lejanas, que distan mucho de siquiera acercarse a una verdad absoluta, muchas de ellas se quedan estancadas sólo en la superficie; ya que todo sin excepción escapa a nuestros sentidos ordinarios, mucho falta aún para pretender acercarse a los límites de Dios, y sin embargo, muchos desafían lo que creen que es finito y tangible; cuando es infinito, intangible y que escapa a nuestra percepción humana limitada, y que sólo podemos fiarnos de nuestra ilimitada capacidad de imaginación, para diseñar infinidad de teorías que pretenden convencernos que estamos muy cerca del origen de todas las cosas; lo que diluiría la angustia del ser humano para poseer un ápice de certidumbre de lo que considera fuera del alcance de sus manos, y es el enigma de la vida y la muerte.

Ese es tan sólo una pequeña muestra de lo que es nuestra existencia, un enigma tras otro de lo que nos depare el porvenir, y que es una incansable lucha para no seguir sembrando un pasado abotargado de reminiscencias que laceran y aniquilan la vivacidad y pureza de nuestro presente inmediato, y que se transforma en un pesada carga que inevitablemente condicionará nuestro futuro. Mucho podemos pedirle a la vida y poco es lo que podemos reclamarle; mucho debemos reclamarnos y poco pedirnos, porque todo lo poseemos y mucho es lo que desperdiciamos; poco es lo que sabemos de la vida y mucho lo que desconocemos de nosotros mismos, ese es nuestro mayor enigma: la propia existencia; un micromundo envuelto en un macrocosmos. El enigma del origen de universo concentrado en el misterio de nuestro Ser.

Incógnitas tales como: Porque nos pasa esto y aquello?, porque nos sentimos bien en un momento y porque desolados en el siguiente instante?, porque un día todo fluye increíblemente, y otros días simplemente damos tropiezos tras tropiezos?, porque nos sentimos lúcidos y receptivos y en el otro momento todo es confusión y desesperación?. Pareciera que somos víctimas de los designios del destino, casualidades o simplemente causalidades?. De qué forma podríamos controlar las situaciones que intempestivamente nos altera el equilibrio del momento?. Qué fórmula aplicar para que todo nos salga según nuestras necesidades y aspiraciones?. Cómo darle armonía a nuestra existencia sin tener que sufrir sobresaltos?. Qué hacer ante aquellas personas que insisten en atacarnos por el simple hecho de ser lo que somos?.

Mucho es lo que necesitamos saber de la vida, desentrañar sus misterios y develar el gran enigma de nuestra existencia; dejar de sentir incertidumbre, dolor, frustración y todo sentimiento de opresión; y en su lugar poseer autocontrol y seguridad para solventar cada una de las inclemencias a que nos vemos sometidos rutinariamente. Es un hecho que no podremos evitar aquello que amenace nuestra integridad y tranquilidad; que no podremos detener a aquellas personas que intenten ofendernos o atacarnos cobardemente basados en una doble moral o sin dar la cara; que el exponernos al mundo actuando basados en nuestra propia naturaleza, ya genera no sólo envidias sino resentimientos insospechados. El tratar de explicar las causas que motivan a determinadas personas a actuar de esa forma en lugar de ocuparse de su propia existencia es un verdadero enigma, y en realidad no vale la pena ni siquiera tratar de persuadirlas o encararlas, sólo denotaríamos debilidad e inseguridad ante comportamientos insignificantes.

Nuestra vida ya es de por sí una gran responsabilidad, como para perder el tiempo en banalidades, la existencia es un don precioso que no se debe desperdiciar, lo que es será y lo que será pasará, hagamos lo que se hagare. El futuro inmediato está al alcance de nuestras manos y en lugar de atormentarnos y lamentar nuestra suerte, es el momento de tomar las riendas de nuestro destino y descubrir cada una de las capas del enigma de la existencia, viviendo, experimentando, equivocándonos, tropezando, porque eso significa atrevimiento y no pereza mental. Dejar que el mundo ruede y lo que las personas piensen o conceptúen de nosotros es lo que menos debe importarnos, no vale la pena desperdiciar un solo gramo de energía en tratar de que nos acepten o de convencerlos de su propia negación, eso sería sometimiento, y la dignidad debe estar muy por encima de sentimientos de pertenencia, primero hay que pertenecerse, aceptarse y amarse a uno mismo. Porque el gobierno nace de nuestro propio Ser y no bajo el yugo ni dependencia de nadie, tenemos la facultad del auto aprendizaje, y por tanto de recrear nuestras propias expectativas y necesidades.

Cuando el ser humano aprenda a entregarse a la vida, ésta ya no será un enigma, será enigmática!.