miércoles, mayo 21, 2008

El Agua y el Fuego

En una provincia de Oriente, se hallaba el distrito que gobernaba el Duque Chuang.
A pesar de ser pequeño, el distrito había prosperado extraordinariamente bajo el régimen de su predecesor.
Pero que desde Chuang había sido nombrado al cargo, la situación se había deteriorado notoriamente.Desilusionado por el triste desarrollo de los eventos, Chuang se dirigió al monte Han para buscar la sabiduría del gran maestro Mu-sun.
Cuando el Duque llegó a la montaña encontró al gran maestro sentado serenamente en una roca que miraba al valle vecino. Luego de explicar su situación al sabio, el Duque espero casi sin aliento a que el gran maestro hablara. Pero contra todas las expectativas del Duque el maestro no murmuró ni una palabra. En vez de eso, sonrió ligeramente y le indicó al Duque que lo siguiera.
Silenciosamente caminaron hasta llegar a un río, tan largo y tan extenso que no podía verse su otra orilla.
Después de meditar sobre el río, el Sabio se dispuso a encender una fogata. Cuando por fin estuvo encendida y las llamas danzaban libremente, el maestro hizo que Chuang se sentara a su lado.
Allí permanecieron sentados durante largas horas viendo el fuego resplandecer en la noche. Al amanecer, cuando las llamas dejaron de lanzar, el viejo Sabio apuntó hacia el río.
Entonces, y por primera vez desde la llegada del Duque, el gran maestro habló: '¿Entiendes ahora por qué tu eres incapaz de lograr lo que tu antecesor hizo para mantener la grandeza de tu distrito?' El Duque lo miró perplejo.
Ahora entendía mucho menos que antes. Lentamente la vergüenza lo invadió. 'Gran maestro', dijo, perdona mi ignorancia, pero la sabiduría que pretendes impartirme no la logro comprender.
' El Sabio habló entonces por segunda vez: 'Reflexiona Chuang, en la esencia del fuego que ardió frente a nosotros anoche. Era fuerte y poderoso. Sus llamas saltaban hacia arriba mientras danzaban y crujían con vanagloriado orgullo. Ni el más fuerte tronco ni las bestias más salvajes podrían superar su extraordinaria fuerza. Con facilidad habría podido conquistar todo lo que estuviera en su camino.
En contraste, considera al río. Comienza nada más como un pequeño chorro en las montañas lejanas. A veces fluye lentamente, otras veces apresurado, pero siempre navega hacia abajo tomando las tierras bajas como curso. Generosamente humedece cada hendidura de la tierra y es tan humilde su naturaleza. Cuando tratamos de escuchar sus aguas vagamente las oímos. Y cuando lo tocamos, escasamente lo sentimos, pues es tan gentil su esencia.
Y al final, qué quedó de aquel poderoso fuego? Sólo un puñado de cenizas. Porque el fuego es tan fuerte, Chuang, que no sólo destruye todo lo que encuentra en su camino, sino que eventualmente cae presa de su propio poder y es consumido. Lo que no ocurre al calmado y sereno río.
Porque así ha sido, así es y así siempre será: siempre fluyendo, creciendo más profundo, más ancho, nunca más poderoso de cuando termina su viaje en el insondable océano, siempre llevando vida y sustento a todos.
'Así como ocurre en la naturaleza, ocurre con los gobernantes. Porque así como no es el fuego sino al agua la que envuelve todo y es fuente de vida, no son los gobernantes poderosos y autoritarios sino los que con humildad y con fortaleza interior capturan los corazones de la gente y son manantiales de prosperidad para sus estados.
Reflexiona Chuang, 'continuó el maestro, 'en que tipo de gobernante eres tú. Quizás la respuesta que buscas se encuentre allí.'
Como un relámpago, la realidad atrapó el corazón del Duque. Ya no orgulloso, sino avergonzado e inseguro, miró hacia arriba. No podía ver otra cosa que el sol levantándose sobre el río.
Reflexión:
En la naturaleza del ser humano estan siempre presentes las facultades de estos dos elementos, y que en ciertas circunstancias nos hace reaccionar y comportarnos de determinada forma ante diversas situaciones que vivimos a diario. Por un lado nuestro interior esta gobernado por el elemento fuego que es fuente de calor humano, de viveza y poder interior, el germen de las pasiones que gobiernan a nuestros sentimientos, que cuando en encauzado correcta y positivamente se convierte en la bujía que enciende nuestra fuerza de voluntad, el deseo de superación y la activación de nuestros sentidos para poder guiarnos adecuadamente hacia una meta a lograr. Pero si esta facultad es encauzada inadecuadamente, nuestro fuego interno puede destruirnos, si no sabemos manejar su poder puede consumir todo cuanto a nuestro alrededor se encuentre, sueños, anhelos y sobre todo nuestra propia felicidad.
Tal poder alimenta la soberbia, que ciega nuestra razón y cordura para tomar correctas decisiones, no tan sólo para nuestro porvenir sino para quienes nos rodean, al dejarnos arrastrar por pasiones insanas que hieren la dignidad de las personas, actuando visceralmente y que tarde o temprano esa llama viviente arderá tanto como la alimentemos de ideales destructivos, provocando que esa chispa de vitalidad que poseemos termine por consumir nuestras aspiraciones quedando solo las cenizas de sueños y metas infructuosas.
Pero si nuestro actuar lo guiamos como el elemento agua, fresca como una personalidad autentica y sin doble moral, cristalina siendo congruentes en el pensamiento con nuestro actuar, y fluyendo renovándose constantemente, así fluir con el ritmo de la vida en base a nuestras nociones internas guiados por nuestra intuición, fluyendo nuestros pensamientos sin estancarlos para constantemente estar renovándonos emocional y espiritualmente, adquiriendo de esta forma sabiduría en base a nuestras propias viviencias y actuar en concordancia con nuestras emociones, para lograr un verdadero equilibrio que nos proporcione estabilidad, sin detener nuestra marcha para evitar contaminarnos con las impurezas de la vanidad y la soberbia para desembocar finalmente al mar de las oportunidades donde hallaremos finalmente la calma y la armonía en nuestro interior.
¨Entre más alto se llega, más humilde se debe ser¨ ¨Entre más alto nos devore y consuma el Fuego de la soberbia, más rápido debemos apagarlo con el Agua de la Humildad¨

El Arca de Noé

Una Historia Bíblica que nos deja una profunda enseñanza siguiendo doce reglas generales de vida a imitar:
- Es importante ser puntual a la cita y no llegar después de la hora fijada para la salida, porque las oportunidades de la vida son escasas y el saber aprovecharlas cuando estas se presentan puede traer como consecuencia nuevas y excitantes experiencias que le den riqueza a nuestra existencia, tomando esas oportunidades intuyendo cuando se presenten y no dudar en hacerlo.
- Recuerda que todos somos diferentes pero estamos en el mismo barco. A pesar de nuestra semejanza en constitución humana nuestras características internas son diferentes y únicas en esencia espiritual, pero que habitamos un mismo planeta, y aun en las diferencias de pensamientos, actuar en la igualdad de tolerancia y el respeto.
-Planea el futuro. No estaba lloviendo cuando Noe comenzó a construir el Arca. El futuro es una visión a largo plazo que nos permite construir día a día nuestro presente con la clara visión de que deseamos alcanzar en la vida, construyendo paso a paso el barco que soporte un diluvio de inclemencias y sinsabores que pondrá a prueba nuestra fortaleza interior. Para una vez superada la crisis y llegada la calma tarde o temprano se aclarará el horizonte divisando la tierra de las oportunidades como premio a nuestro esfuerzo y paciencia.
-Nunca te sientas Viejo/a a pesar que alguien diga que tu tiempo ya paso y que a tu edad ya no vas hacer nada grande, que valga la pena, solamente porque tienes 600 años. Aún a pesar de la edad cronológica el cuerpo se vuelve torpe y lento, se pierden gradualmente las facultades, sin embargo eso no significa que la vida ya se acabó, la vejez sólo puede ser un estado mental, cuando ya no aspiramos a nada, sin ilusiones ni metas a seguir, es cuando en verdad hemos envejecido. Es inevitable que con el tiempo el cuerpo envejezca, pero nuestra mentalidad siempre mantenerla joven e impetuosa, deseosa de experimentar y atreverse a hacer cosas que los demás ya no se atreven, con el alma de un niño: alegre, espontáneo, auténtico para llegar a una vejez de sabiduría y plenitud.
- No haga mucho caso a las criticas, continua con el trabajo que Dios te ha encomendado. Cuando emprendemos una meta suele suceder que no todos estén de acuerdo con nuestra forma de ser o actuar surgiendo todo tipo de rechazo o criticas, siendo importante mantener el control de la situación confiando en nuestras capacidades haciendo caso omiso a las actitudes negativas que pudieran influenciar nuestra labor personal.
-Al buscar compañia para tu viaje en la vida busca una que verdaderamente sea afin a ti, polos opuestos pueden atraerse pero no van a lograr mucho. Encontrar una pareja que también tenga tu misma espiritualidad para que juntos se animen a seguir caminando para poder llegar al Arca, similitud en sentimientos, metas y propósitos individuales.
-Si sientes que tu progreso espiritual es lento no te desesperes, todo en la vida es perseverancia. Las tortugas estaban a bordo, junto con los caballos, los linces y otros animales veloces, todos lograron subir al arca con sus diferentes capacidades y habilidades confiando totalmente en ellas con la certeza de su meta a cumplir sin importar el compararse con los demás, simplemente siendo ellos mismos.
- No desprecies los esfuerzos que hacen los sencillos por lograr algo. Recuerda...el Arca fue construida por amateurs, mientras que el titanic fue construido por profesionales. Las grandes empresas fueron el resultado de gran esfuerzo y sacrificio en sus etapas iniciales que gradualmente incrementaron su potencial en base a la paciencia y perseverancia para lograr construir un futuro sólido.
-Dios decidió que todas las especies animales junto al hombre se salvarán. Cada ser viviente tiene el pleno derecho de existir y en el caso del hombre vivir, en su Libertad de pensar, actuar y decir, respetando ese derecho de Ser, sin importar su raza, idioma, credo o forma de pensar, practicando la Igualdad y la Tolerancia.
- Dios envío a Noé para construir un Arca y hacer una obra a la humanidad, de igual forma el construir nuestra propia Arca, nuestro propio destino desde los cimientos resistentes e impenetrables para no quedar a la deriva y navegar tranquilamente por los mares de la vida.
¨El Soñar con un propósito y cumplirlo, es la mayor satisfacción que se pueda experimentar, por que se requiere valor y fuerza de voluntad para emprenderlo¨

La Cuerda

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Everest inició su travesía después de años de preparación pero quería la gloria para él solo, por lo que decidió subir sólo, sin acompañantes.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde y sin embargo, obsesionado por llegar a la cima no tomó precauciones y tomo la decisión de no acampar para lograr cuanto antes llegar a su meta fijada por lo que decidió seguir subiendo, sin medir las consecuencias que esta osadía le atraería.

Más tarde Obscureció y la noche cayó con gran pesadez, en la altura de la montaña ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas eran cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado a tan sólo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires… caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba a morir, sin embargo de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos…

Como todo buen alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más remedio que gritar:

'¡Ayúdame, Dios mío!' y en su delirio escuchó una voz grave y profunda de los cielos: Qué quieres que haga, hijo mío?'

'Sálvame, Dios mío.'

'¿Realmente crees que te pueda salvar?'

'¡Por supuesto, Señor!' 'Entonces corta la cuerda que te sostiene…' Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó…

Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza con las manos a una cuerda… ¡A tan sólo dos metros del suelo… !

Reflexión:

Uno de los principales impulsos del ser humano cuando adquiere real conciencia de su entorno, es forjar en su pensamiento deseos e ideales que lo lleven a lograr su equilibrio emocional y mental que se traduce en una búsqueda constante por aferrarse a sus más elevados principios de superación para llegar a la cima de sus anhelos y así lograr su realización personal. Sin embargo, en este proceso de constante preparación para el logro de nuestros sueños, por el afán de obtener rápidos resultados, nos obsesionamos de tal forma que perdemos el control de nosotros mismos, no pensamos racionalmente y alimentamos desproporcionadamente el ego, perdiendo la cordura e invadiéndonos de soberbia, volviéndonos egoístas y desdeñando a los demás por obtener la gloria sólo para nosotros mismos y ser reconocidos por encima de la dignidad de las personas, cuando en la mayoría de las actividades que realizamos a diario, el éxito de una empresa de índole personal o colectivo dependerá en mucho de la asistencia, apoyo y ayuda de quienes nos rodean o colaboran con nosotros. Cuando hemos perdido la humildad, dejamos de respetar a quienes en su momento nos tendieron la mano para salir adelante, ya sea a través de un consejo o apoyo de cualquier índole moral o material, reprochando o cuestionando la autoridad de un club, asociación o empresa a la que pertenezcamos o donde desenvolvemos una actividad específica, provocando con esa actitud no sólo la desaprobación sino la indiferencia e inclusive el rechazo en nuestro entorno social o familiar, lo que se traduce en aislamiento y frustración perdiendo nuestro equilibrio emocional.

Uno de los principales valores del ser humano cuando va ascendiendo la montaña del éxito espiritual o económico y gradualmente vaya escalando posiciones elevando su status personal, cuanto más alto llegue, es cuando más debe aferrarse a la cordura, a no perder el piso, no olvidar cuál fue su origen por muy humilde que esta haya sido, y sobre todo a saber reconocer y respetar a quienes en su momento le auxiliaron con su conocimiento o apoyo para llegar a lugar en el que actualmente se encuentra. La soberbia nos hace perder el hambre por seguir creciendo, nos volvemos excesivamente cautelosos, dejamos de ser espontáneos y alegres, somos aparentemente frágiles y temerosos, nuestro espíritu de superación se apaga, cuidándonos demasiado de no salir lastimados o heridos de determinadas situaciones que a diario nos enfrentamos y que sin duda serán vivencias que algo valioso nos aportarán: autoconocimiento; quedando permanentemente atados a la cuerda del pesimismo y el conformismo moral. Por el contrario, la humildad es el deseo de reconocernos como entes cuyo conocimiento por adquirir es innagotable, entre más se sabe más se abre nuestra conciencia y más cosas nuevas quedan aún por experimentar y disfrutar y, mayor es el respeto y reconocimiento de quienes constantemente colaboran para el logro de nuestros propósitos personales, en beneficio además de quienes nos rodean.

Porque en ese andar por llegar a la cima, debido a esa excesiva confianza podemos precipitarnos perdiendo el equilibrio y cayendo irremediablemente a un vacío incierto que obstaculice nuestros anhelos, quedando en el mejor de los casos atados y a la deriva sin saber que hacer, invadiéndonos la desesperación, sabiendo que nuestra integridad pende de tan sólo una frágil cuerda, lo que sin duda neutraliza nuestro buen juicio y autoconfianza con un sentimiento de profundo aislamiento producto de nuestra soberbia, neutralizando toda posibilidad para visualizar esa pequeña luz de esperanza que nos ayude a rehacer el camino, aferrándonos a la cuerda que nos impide seguir creciendo y aprender de la sabiduría de la vida, cuya cuerda es un cordón umbilical de una dependencia, producto de prejuicios y temores aún arraigados y ocultos bajo el velo de la soberbia.

Fundamentalmente la vida nos enseña que el buen actuar, respetando la dignidad de los demás y trabajando intensamente y con el optimismo de que tarde o temprano escalaremos y venceremos la montaña de las dificultades, a paso seguro y con el deseo de sentirnos apoyados en todo momento por aquellas personas que nos rodean y que están dispuestas a ofrecernos apoyo en los momentos de una caída, por que una vez en la cima no significa que estaremos por encima de los demás sino que seremos el pilar para ayudar a que los demás lleguen de igual forma a la cima de sus expectativas con nuestra experiencia y apoyo y acrecentar la cuerda de unión y solidaridad fraternal, porque todos tenemos la posibilidad de llegar a la cima valiéndonos de la cuerda de la humildad.

Aún cuando somos únicos en conformación interna, somos parte de un todo en el universo de la tolerancia.

Los Tres Arboles

Era una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos que pensaban sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes.

El primer árbol miró hacia las estrellas y dijo, 'Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser lleno de piedras preciosas. ¡Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!'.

El segundo árbol miró un pequeño arroyo realizando su camino al océano y dijo, 'Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes poderosos sobre mí. ¡Yo seré el barco más imponente del mundo!'.

El tercer árbol miró hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, 'Yo no quiero irme de la cima de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme, levanten su mirada al cielo y piensen en Dios. ¡Yo seré el árbol más alto del mundo!'.

Los años pasaron. Llovió, brilló el sol, y los pequeños árboles crecieron alto.
Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo,

'¡Qué árbol tan hermoso es éste!', y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayó, 'Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!', dijo el primer árbol.
El segundo leñador miró al segundo árbol y dijo, 'Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí'. Y con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. '¡Ahora deberé navegar aguas temibles!', pensó el segundo árbol, 'Deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos'.

El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el último leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo, 'Cualquier árbol es bueno para mi'. Y con la arremetida de su hacha brillante, el tercer árbol cayó.

El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni lleno de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y lleno con alimento para animales de granja hambrientos.

El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago.

El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de madera. '¿Qué estará pasando?', fue lo que se preguntó el árbol, 'Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios...'

Muchos días y noches pasaron. A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños.

Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento. 'Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebé', le dijo su esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna. Y la mujer dijo, 'Este pesebre es hermoso'. Y de repente, el primer árbol supo que contenía el Tesoro más grande del mundo.

Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago.

De repente, una impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y lluvia.

El hombre cansado se levantó, y alzando su mano dijo 'calma'.
La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó. Y de repente el segundo árbol supo que él llevaba navegando al Rey del cielo y de la tierra.

Un día en la mañana el tercer árbol se extrañó cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas.

Se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel.

Pero un domingo por la mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que el Amor de Dios había cambiado todo. Esto hizo que se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo.

Reflexión:
Nuestra vida esta matizada de propósitos y anhelos, que deseamos fervientemente que estos se cumplan para alcanzar nuestras metas esperadas y sentirnos realizados y plenos, y en su mayoría construimos a través de la imaginación los posibles escenarios que nos lleven al cumplimiento de esos sueños, y cuando estamos convencidos de ello, la vida adquiere un sentido real que reafirma nuestras convicciones y capacidades para lograr cristalizarlos, siendo todo ello un punto de partida que nos enfoca a llevar a cabo acciones concretas basadas en ese sentimiento de superación.
Sin embargo, en este andar nuestros ideales en ocasiones se verán frenados o aletargados por situaciones inesperadas, desviándonos momentáneamente del tiempo trazado por nosotros mismos, cayendo en un momentáneo desconcierto y frustración obligándonos a rectificar el camino e incluso a reconsiderar nuestras acciones iniciales o en el peor de los casos a replantear la situación inicial y redirigir el camino por un sendero alternativo.
Si sabemos ser pacientes nos percataremos que esas situaciones inesperadas, nos proporcionan elementos muy valiosos para aplicarlos en experiencias futuras, aún cuando parezca que las cosas no van de acuerdo a nuestros planes, es importante saber identificar que sólo es parte de un proceso si trabajamos con inteligencia y dedicación cuidando detalle a detalle el desarrollo de nuestro proyecto personal, derivado de la autoconfianza y seguridad en nosotros mismos, sin dejar a un lado nuestras capacidades innatas y adquiridas.
Recordemos que al final cada árbol logró lo que deseaba, sólo en una forma distinta a la que esperaban, al igual con nuestras metas personales trazadas, el camino más rápido no siempre será aquel que contenga menos obstáculos, porque en algún momento nos veremos en la necesidad de desviarnos de él por algún imponderable que se nos presente en el proceso; el éxito se basa en saber identificar y retomarlo rápidamente aprendiendo de los errores y corrigiéndolos para rectificar nuestro planteamiento original.
A pesar de ello si logramos superar el desconcierto y la desesperación, lograremos clarificar nuestras ideas, y sin duda lo que en un principio fue inesperado, si sabemos mantener la serenidad y la confianza en que lograremos superar los obstáculos trabajando arduamente en ello, nuestro horizonte será más nítido para identificar el final del camino y así aspirar a realizar cuanta meta nos tracemos en la vida.
¨La fuerza de la FE nos lleva hacia senderos cada vez más elevados¨

Los Tres Consejos

Una pareja de recién casados, era muy pobre y vivía de los favores de un pueblito del interior.Un día, el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:
'Querida yo voy a salir de la casa. Voy a viajar bien lejos, buscaré un empleo y trabajaré hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y digna. No sé cuanto tiempo voy a estar lejos; sólo te pido una cosa: que me esperes y mientras yo esté lejos, seas fiel a mí, pues yo te seré fiel a ti.
'Así, siendo joven aún, caminó muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda.El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado. Pidió hacer un trato con su jefe, y este también acepto.
El pacto fue el siguiente:
'Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorros hasta el día en que me vaya. El día que yo salga, usted me dará el dinero que yo haya ganado.
'Estando ambos de acuerdo, aquel joven trabajó durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso.Después de veinte años, se acercó a su patrón y le dijo:
'Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.
'El patrón le respondió: 'Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo. Sólo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿está bien?. Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta.
'Él pensó durante dos días, buscó al patrón y le dijo: …….'Quiero los tres consejos.
'El patrón le recordó: 'Si te doy los consejos, no te doy el dinero.
'Y el empleado respondió: 'Quiero los consejos.
'El patrón entonces le aconsejó:
1. 'Nunca tomes atajos en tu vida: Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
2. Nunca seas curioso de aquello que represente el mal: Pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.
3. Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor: Pues puedes arrepentirte demasiado tarde.
'Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no lo era tanto:'Aquí tienes tres panes: dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con su esposa, cuando llegues a tu casa'.
El hombre, entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que él tanto amaba.
Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó: '¿Para dónde vas?
'Él le respondió, 'Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera.'
La persona le dijo entonces: 'Joven, este camino es muy largo. Yo conozco un atajo con el cual llegarás en pocos días'.
El joven, contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo.
Entonces, volvió a seguir por el camino normal.
Días después, supo que el atajo llevaba a una emboscada.
Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera, donde poder hospedarse.
Pagó la tarifa por día y, después de tomar un baño, se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado con un grito aterrador.
Se levantó de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir a donde escuchó el grito.
Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. Regresó y se acostó a dormir.
Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado el grito y él le contestó que sí lo había escuchado.
El dueño de la posada le preguntó: ¿Y no sintió curiosidad?. Él le contesto que no.
A lo que el dueño le respondió: Ud. es el primer huésped que sale vivo de aquí, pues mi único hijo tiene crisis de locura; grita durante la noche y cuando el huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa.
Caminó y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco más y vio que ella tenía sobre su regazo, un hombre al que estaba acariciando los cabellos.
Cuando vio aquella escena, su corazón se llenó de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró profundo, apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo.
Entonces se paró y reflexionó y decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión.
Al amanecer, ya con la cabeza fría, él dijo:'No voy a matar a mi esposa.
Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta, sólo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel.
'Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abrió la puerta y lo reconoció, se colgó de su cuello y lo abrazó afectuosamente. Él trató de quitársela de encima, pero no lo consiguió.
Entonces, con lágrimas en los ojos le dijo: 'Yo te fui fiel y tu me traicionaste...
'Ella espantada le respondió, '¿Cómo? Yo nunca te traicioné.
Te esperé durante veinte años'.
Él entonces le preguntó, '¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?
'Y ella le contestó, 'Aquel hombre es nuestro hijo. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy él tiene veinte años de edad'.
Entonces, el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, mientras su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el último pan juntos.
Después de la oración de agradecimiento, con lágrimas de emoción, él partió el pan y al abrirlo, se encontró todo su dinero: el pago de sus veinte años de dedicación.
Reflexión:
Aprender a valorar cada momento de la vida es una aspiración de todo ser humano, cada uno de nosotros tiene una misión por cumplir, una meta por lograr y un anhelo por realizar, por lo que toda aspiración le imprimimos toda nuestra energía y recursos a nuestro alcance para lograrlo.
Cada meta a cumplir lleva un proceso, lo más importante es desarrollar la confianza en nosotros mismos, con una Fe inquebrantable y un espíritu de lucha a toda prueba para ir venciendo gradualmente los obstáculos que se nos presenten en el camino, para el logro de nuestros propósitos.
De ahí la importancia de no tomar atajos en la vida, los atajos nos pueden llevar a caer en el conformismo o la ambición desmedida, precipitando los tiempos naturales de todo proyecto perdiendo los detalles o dejando de disfrutar de las vivencias que se nos presenten durante el desarrollo de esa meta a lograr, todo en la vida tiene un tiempo específico, por ello es importante tener muy claro el camino a seguir, la visión para vislumbrarlo, la inteligencia para tomar las decisiones correctas y la paciencia para esperar el momento adecuado para actuar.
De otra manera al tomar un atajo por desear precipitadamente lograr esa meta nos puede llevar por caminos obscuros, desconocidos e inciertos que nos deriven hacia un resultado alterno que no sea del todo agradable, cayendo en la frustración y desesperación.
Cuando se tienen muy claros los objetivos a seguir, el tiempo deja de ser un factor de presión, debido a que toda nuestra energía ya esta enfocada en la confianza de que lograremos ese proyecto de vida.
En ocasiones se nos presentaran en el camino situaciones de riesgo y estemos tentados a entrometernos por simple curiosidad, sin saber las consecuencias que ello pueda acarrear, así como los atajos nos lleva hacia lo desconocido e incierto, la curiosidad malsana nos puede provocar innumerables problemas, al invadir la privacidad de las personas, lo cuál es importante respetar el espacio y la intimidad ajena, y sólo enfocarnos en nuestro propio desarrollo personal; la curiosidad sana nos lleva explorar y a enriquecernos de nuevas de vivencias, cuando lo llevamos al terreno enteramente personal, que es la fuente inagotable del ser humano por saciarse del conocimiento necesario para visualizar claramente sus horizontes y así facilitar sus proyectos de vida.
Y finalmente al estar en el proceso de vivencias personales o profesionales, en algunas ocasiones se nos presentaran en el camino situaciones que estén fuera de nuestro control, que de momento no sepamos el origen de una situación difícil y que al estar envueltos en ella, si no mantenemos la serenidad y nos dejamos llevar por la intensidad del conflicto corremos el riesgo de tomar decisiones viscerales, prejuzgando a las personas involucradas llegando a herir sus sentimientos o simplemente dañando su dignidad.
Lo más importante en este tipo de situaciones es no dejarnos llevar por la tormenta del momento, mantener la calma, respirar profundo y sobre todo guardar un momento de silencio que nos llevara tranquilizarnos para mantener la serenidad y en ese caos lleva al orden nuestro pensamiento, y una vez finalizado el fragor del momento tomar la mejor decisión con cabeza fría para una óptima resolución de un problema estableciendo por todos los medios el buen entendimiento en base a una comunicación clara, franca y permanente para llevarla a buen término, siguiendo una regla general: cuando nuestro cuerpo este convulsionado por la intensidad de la violencia es importante mantener la mente serena; y por el contrario, cuando la mente esté caótica y el pensamiento poco claro e inflexible, es importante tener el cuerpo relajado y tranquilo.
Cuando hay caos mental mantener el cuerpo en calma y cuando hay caos corporal mantener la calma mental. Esos principios nos llevaran a no perder el control de nosotros mismos, porque cuando hay dolor y odio podemos arrepentirnos de una mala decisión en forma permanente, perdiendo nuestra dignidad, el respeto de una amistad o el amor de una pareja.
La Paciencia es la base del éxito de todo proyecto personal, no sólo es una cualidad, es una virtud que desarrollaremos en base al respeto no sólo de nosotros mismos basado en la autoconfiaza y la seguridad de nuestras capacidades, sino al respeto ajeno y la ayuda incondicional al prójimo.

El Andar de la Vida

La vida es un constante viaje lleno de experiencias como un tren que aborda a sus pasajeros, plagado de sorpresas agradables en algunos momentos y en otras grandes tristezas. Al nacer entramos a ese tren y confiamos nuestra vida en aquellas personas que pensamos estarán siempre en ese viaje con nosotros: nuestros padres.
Sin embargo; en alguna estación ellos bajan y nos privan de su cariño, amistad y compañía irremplazable.
Además de personas interesantes y que pueden llegar a ser muy especiales para nosotros abordarán el tren en algún momento dejando una profunda huella en nuestro corazón.
También llegarán nuestros hermanos, amigos y maravillosos amores. Muchas personas toman nuestro vagón, para dejarnos gratos momentos, tristezas o decepciones, y otros circularán por él, listos para ayudarnos cuando lo requiramos.
Muchos al bajar dejan gratos recuerdos, algunos otros simplemente abordan de tal manera que cuando desocupan sus asientos, no percibimos sus ausencias.
Es muy común que muchos pasajeros, que nos son muy queridos se ubiquen en vagones diferentes del nuestro, por lo tanto nos vemos obligados a hacer el trayecto separados de ellos, eso no nos impide que durante el viaje atravesemos muchas veces con grandes dificultades nuestro vagón para llegar hasta el que es ocupado por nuestros seres que consideramos especiales, solo que difícilmente nos podremos sentar a su lado, muchas veces puede haber alguien ocupando ese lugar.
Nada importa, el viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, grandes esperas, incertidumbre, despedidas. Eso sí, jamás tiene retorno, siempre va hacia adelante.
Realizar el viaje de la mejor manera posible, tratando de relacionarnos bien con todos los pasajeros, sin hipocresías, buscando en cada uno de ellos lo mejor que tengan para ofrecernos y ayudarles, recordando, siempre, que en cualquier momento del camino ellos podrán flaquear, así como nosotros a lo largo del camino también flaquearemos muchas veces, y seguramente habrá alguien que nos entienda y nos apoye como nosotros habremos de hacerlo con ellos.
El gran misterio, es que jamás sabremos en cual parada nos bajaremos, y mucho menos de quienes se atraviesen en nuestro camino..Y pensar que al bajarnos de ese tren sentiremos nostalgia, al separarnos los amigos que conocimos durante el trayecto, y que alguna enseñanza nos legaron.
Qué breve es este viaje del que todos terminaremos irremediablemente nuestro recorrido; y que importantes es cada encuentro, cada persona, cada minuto compartido, cada palabra y cada gesto.
Todos juntos en este incierto viaje, hacia un destino común: la última estación. Una estación desconocida para todos... una incógnita... En este hermoso viaje para algunos y desagradable para otros nuestras vivencias se incrementan día a día...
Nos hacen más sensibles o nos endurecen día a día. Estación tras estación, suceden estas experiencias diariamente, y pasamos del amor al desamor, de la esperanza a la desesperanza, del apego al abandono, de alegría a la tristeza... O tal vez nuestras estaciones se suceden en orden diferente... pero una tras otra forman parte de nuestra vida.
Cada estación contiene un mensaje, una vivencia, una enseñanza. Nos encontramos con rostros conocidos en este tren o con otros que nunca vimos antes pero que aparecen por algo en nuestra vida, con alguna misión especial por cumplir.
Al iniciar el viaje nuestra valija no nos pesa tanto, pero minuto a minuto se llena de recuerdos, de pasiones, de momentos. Es importante no estar tensos durante el recorrido, de desviar el camino cuando nuestro espíritu así lo requiere, tratar de descansar cuando el cansancio ya no nos permite disfrutar ni gozar.
La meta final nos espera a todos por igual, está en nosotros disfrutar de este viaje y llevarnos en la valija lo más esencial e importante, lo más profundo, y todo aquello que hace que un simple paseo se convierta en un viaje inolvidable.
El viaje puede ser importante pero el contenido de nuestra valija es el que nos permitirá seguir de pie ante las adversidades, ante los contratiempos.
Por eso no dudemos en guardar en ella los mejores recuerdos, las más hermosas pasiones, los más grandes amores y por sobre todo: los instantes en que fuimos muy felices y plenos.
Sólo abriendo esa valija a medida que se acerque la última estación podremos afirmar que valió la pena este viaje.

El Ego

Cuentan que un hombre llegó a la conclusión de que vivía muy condicionado tanto por los halagos y aceptación de los demás, como por las críticas y rechazos. Dispuesto a afrontar la situación, visitó a un sabio. Éste, al tanto de sus inquietudes, le dijo:
-Vas a hacer, sin formular preguntas, exactamente lo que te ordene. Ahora mismo irás al cementerio y pasarás varias horas vertiendo halagos a los muertos; después vuelve.El hombre obedeció y marchó al cementerio, donde llevó a cabo lo ordenado.
Cuando regresó, el sabio le preguntó:-¿Qué te han contestado los muertos?
-Nada, señor; ¿cómo van a responder si están muertos?
-Pues ahora regresarás al cementerio de nuevo e insultarás gravemente a los muertos durante horas.Cumplida la orden, volvió ante el sabio, que lo interrogó:
-¿Qué te han contestado los muertos ahora?-Tampoco han contestado en esta ocasión; ¿cómo podrían hacerlo?, ¡están muertos!
-Como esos muertos has de ser tú. Si no hay nadie que reciba los halagos o los insultos, ¿cómo podrían éstos afectarte?
Reflexión:
Existen etapas en la vida cotidiana en que es muy fácil caer en el mundo de las apariencias, siendo un impulso casi instintivo que por el temor a ser rechazados y quedar aislados, buscamos los medios necesarios para ser aceptados en una sociedad materialista, siendo dependientes de las opiniones de los demás sean éstas de rechazo o aceptación, pero finalmente actuamos condicionados por esta situación, con lo que gradualmente vamos renunciando inconscientemente a nuestra auténtica personalidad, creando una realidad alterna y desviando de esta forma nuestros verdaderos propósitos que nos hagan sentir plenos con nosotros mismos.
La ignorancia radica en la renunciación de nuestra personalidad, de nuestras virtudes, en la libertad de nuestro actuar por esa dependencia que alimenta falsamente nuestro ego, ya sea a través de halagos, reconocimientos, críticas o simplemente rechazos, aspectos que en apariencia van formando nuestra personalidad ante la sociedad, cuando en realidad sólo deforma nuestra autenticidad, nuestros principios más básicos como seres humanos, por esa devaluación en nuestra autoestima e inseguridad que nos hemos creado de nosotros mismos.
Alimentar nuestro Ego no depende de factores externos, siendo de igual forma un error el tratar de eliminarlo, el Ego es un principio fundamental que define nuestra identidad, nuestra autoestima que desemboca en la aceptación y seguridad de lo que somos, actuando en pos de nuestro equilibrio emocional y espiritual; es el mirarse al espejo no viendo nuestra apariencia exterior, sino a través de nuestra alma donde radica la verdadera belleza del ser humano, en lo que proyecta e inspira en los demás.
Realizando una introspección personal, en una búsqueda constante por definir quienes somos e iniciar nuestro andar para definir hacia donde vamos y en esa autoaceptación y autoconfianza, desarrollar la fuerza y determinación necesaria para hacer frente a los embates externos en que estamos envueltos cotidianamente en nuestra sociedad, derribando gradualmente los obstáculos que se nos presenten y lograr de esta forma cumplir nuestras expectativas de vida.
Existirán personas que intenten halagarnos, criticarnos e incluso insultarnos verbal o físicamente, con la finalidad de desvitrtuar nuestra forma de ser.
No necesitamos ser como los demás nos indiquen que es lo correcto o como debemos comportarnos para ser plenos y felices, basta únicamente con estar convencidos que nuestro actuar en la vida surge desde nuestro interior, porque ahí se encuentra el germen innagotable que da las respuestas correctas a nuestras inquietudes.
El pensamiento libre de prejuicios que definen el Ego, un Ego orientado hacia el enriquecimiento de nuestros aspectos personales y no dependiente de los factores externos es lo que construye el mundo, nos hace únicos y auténticos, donde la ignorancia es el olvido de sí mismo; si nos conocemos a nosotros mismos no habrá oscuridad, incertidumbre, ni soledad espiritual.
La Renunciación y dependencia de nuestra personalidad radica en la necesidad de alimentarnos de las opiniones ajenas.
La Emancipación e Independencia de nuestra personalidad radica en la necesidad de alimentarnos de nuestras propias experiencias libres de prejuicios.

Estrellas y Cometas

Hay personas estrellas y hay personas cometas.

Los cometas pasan. Apenas si son recordados por las fechas que pasan y retornan.

Las estrellas en cambio permanecen. El sol permanece. Pasan años, millones de años y las estrellas permanecen.

Hay mucha gente como los cometas. Pasan por nuestra vida por breves instantes, desapercibidos, no cautivan a nadie y nadie la cautiva. Son personas sin amigos, sólo personas rodeadas de gente, pero almas solitarias, que pasan por la vida sin iluminar, sin trascender, sin dejar una huella. Personas que brillan por instantes, fragmentos de una estrella que finalizo su ciclo vital, una roca incandescente que arrebata parte de la esencia del sol y que tarde o temprano se extinguirá su luz desvaneciéndose por completo en la infinidad del universo, de los escenarios de la vida, dejando una estela de polvo cósmico que con la misma rapidez con que aparece, también desaparece. Así suelen ser también las relaciones de amistad, sobre todo de pareja que se enamoran y se separan con la misma facilidad, siendo solo partícipes de un recuerdo. Así hay mucha gente que transita por la vida sin un sentido real de pertenencia, sin un sentido real de vida, en que su luz sólo es efímera.

Lo Importante en la vida es ser como una estrella. Un cuerpo sólido que brilla permanentemente, con luz propia, producto de una energía inagotable, que inspira admiración, tranquilidad y paz, que lanza sus destellos de sabiduría, que hace sentir su presencia desde las alturas, que es luz, energía, calor, vida, que es brillantez.
Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en el corazón de las personas dejaremos una huella profunda de nuestro recuerdo, de nuestra luz radiante, de nuestra luz interior, dejando una marca permanente en la memoria de quienes se cruzaron en nuestro camino, de un amigo(a) incondicional que siempre estará presente, aún en la distancia, porque cada vez que esa persona eleve su mirada hacia el firmamento entre cientos de constelaciones, para esa persona seremos la estrella con mayor brillo, la que arranque un suspiro, una sonrisa de satisfacción producto de un hermoso recuerdo.

Un cometa es una presencia fugaz, pero que rápidamente desaparece, que transita por el espacio de la vida sin detener su marcha, dejando una enorme estela de polvo, materia sin substancia que no allana su camino, que no se estaciona, ser cometa es equivalente a ser sólo un(a) compañero(a) por instantes breves.
Es utilizar a las personas para nuestros fines exclusivamente personales, es explotar los sentimientos humanos, es aprovecharse de las personas y de las situaciones, es robarles su luz para dejarles solo una estela de polvo de egoísmo y soberbia, es hacer creer y engañar al mismo tiempo.
La soledad espiritual es el resultado de una vida de cometa, nada ni nadie queda en nuestro entorno, al no poseer energía propia, tarde o temprano la luz que arrebatamos se nos extinguirá. Nadie permanece, nosotros pasamos sobre los demás robándoles su luz y a su vez, todos pasan sobre nosotros sin estacionarse. Apagándose tarde o temprano nuestras ilusiones y anhelos, terminando como una roca inerte y sin vida, en un insípido y fugaz recuerdo.

Es necesario ser como las estrellas Todos los días poseer luz propia, renovándola día con día, poseer una energía inagotable, donde nuestra luz interior brille a cada instante, que aspiremos a las alturas y a brillar con nuestra presencia y sabiduría en beneficio propio y de los que nos rodean en la calidad de nuestras acciones.
Todos los días ser luz de esperanza y de calor humano. Así son los verdaderos amigos, estrellas en la vida de las personas. Se puede contar con ellos.
Ellos son una presencia incondicional, honesta sin condicionamientos ni pretensiones. Son refugio en los momentos de tensión, angustia y desesperación, son luz en los momentos de obscuridad, energía en los momentos de debilidad, brillo en los momentos de desánimo.
Aspirar a ser estrella, dejar presencia de nuestra existencia como ejemplo de superación, nuestra constante presencia, vivir y construir una brillante historia personal.
Es una gran satisfacción saber que podemos ser luz para muchas personas y que ellas nos han iluminado a su vez, fortaleciendo nuestra energía espiritual, que son portavoces de nuestra obra personal; el aspirar a ser calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando nuestra energía se debilitó y el frío nos agobio el alma.
Ser estrella en este mundo pasajero y transitorio, en este mundo lleno de personas cometas es un verdadero desafío, pero por encima de todo, una recompensa el saber que podemos lograrlo

Un cometa necesita de energía externa para brillar porque su interior se encuentra vacío.

Una Estrella posee una chispa de luz en su interior, su inagotable fuente de energía, que es la esencia de la energía universal, la esencia de Dios.

Ser Cometa, es nacer, existir y morir.

Ser Estrella es nacer, vivir y trascender.

La Escalera

Un carpintero se puso un día a construir una escalera. Pasó un vecino, vio lo que estaba haciendo y le dijo:
Si me regalas un pequeño pedazo, a mí me servirá mucho y a tu obra casi no le perjudicará, ¿podrías regalarme un tramo de tu escalera? El carpintero se rascó la cabeza y se lo dió. El vecino se lo agradeció y se fue contento.
Después vino otra persona y le explicó que, permitiéndole usar unos peldaños, trabajaría y alimentaría a sus hijos. El carpintero accedió y le regaló unos peldaños.
El hombre se retiró contento y agradecido.
El carpintero continuó trabajando en su obra. Pasó por allí una pobre mujer y le pidió que le regalara un pedazo de madera, ya que era urgente arreglar una pared de su casa por la que se colaba el viento.
El carpintero accedió. La mujer se alejó contenta y agradecida.
Vinieron muchos más y el carpintero seguía accediendo.
El invierno era duro, la miseria muy grande y el carpintero daba a todos pedazos de su escalera, aún para quemarlos como leña.
Y decía: - No comprendo, mujer.
Mi escalera es cada vez más chica y, sin embargo, ¡subo por ella al cielo!
Reflexión:
Una historia simple pero muy significativa que nos hace reflexionar sobre el valor de ayudar a los demás, lo que en un aparente sacrificio conlleva a largo plazo un sinfín de beneficios personales y en especial espirituales, debido a que la mayor parte de nuestras actividades están enfocadas en nuestros propios logros personales en pro del beneficio de nuestra familia, descuidando sin duda el entorno que nos rodea, que por obvias razones no hay una regla social que nos impulse a tenderle la mano a quien nos lo solicita, convirtiéndose solamente en un valor moral en que cada uno de nosotros deseemos ofrecer a personas ajenas a nuestro entorno familiar.
Nuestra vida la enfocamos en ir construyendo peldaño tras peldaño que nos lleve a la cima de nuestras metas personales, siendo los carpinteros de nuestra propia escalera, por lo que dependerá de la calidad del material que utilicemos para que cada peldaño sea lo suficientemente sólido, evitando con ello que este se resquebraje o se rompa precipitándonos a un abismo difícil de salir o a dar un paso hacia atrás en el cumplimiento de nuestros sueños.
La calidad de esos materiales depende en mucho de nuestras intenciones e inteligencia para que sus características sean de primera calidad, en base a perseverancia, disciplina, conocimiento y preparación, pero sobre todo una férrea e inquebrantable voluntad para levantarse de una caída ante una decisión incorrecta que haga que nuestro peldaño quede frágil y no soporte el peso de los imponderables de la vida diaria, lo cuál no representa dar un paso atrás en la construcción ascendente hacia el destino que edifiquemos, no es un retroceso, es una pequeña pausa en el tiempo, un a experiencia, una enseñanza que nos dará el conocimiento necesario para abordar nuevamente el problema y escoger ahora en base a esa enseñanza un mejor material que nos permita colocar un peldaño con mayor resistencia que nos de la seguridad de seguir construyendo nuestra escalera en forma ascendente.
Es importante comprender que gran parte de ese material para cada uno de nuestros peldaños esta en ampliar nuestros horizontes, enfocarnos en aquella o aquellas personas que nos soliciten sanamente nuestro apoyo o ayuda, evitando ser indiferentes ante la desgracia y el dolor humano, si tenemos la capacidad y los medios necesario, nos sólo económicos, sino morales, podremos quizás no resolverle su situación completamente a aquella persona en desgracia material o moral, pero si con nuestra atención, aquel ser humano se sentirá por lo menos reconfortado ante nuestro gesto, dándole esperanza de que la vida no le es indiferente, y aunque eso represente tan solo un insignificante granito de arena, es un motivante para siga luchando.
Por que la vida esta plagada de sabiduría y en algún momento nosotros necesitemos de alguien que nos tienda la mano y de igual forma agradeceremos que exista siempre alguien dispuesto a hacerlos, aunque solo sea moralmente.
A cada buena acción con honestidad e incondicionalmente nuestros peldaños serán reforzados con beneficios espirituales y la satisfacción de saber que podemos ser útiles a quien lo necesite, aun cuando tengamos que sacrificar un peldaño de nuestra escalera, la cuál será redituada en abundancia que se traduce en amistades incondicionales, en armonía y un deseo incansable por seguir viviendo en plenitud de nuestras facultades y capacidades, sobre todo con la dicha de construir una sólida escalera que nos eleve hasta lo más alto de nuestras aspiraciones.

La Alegoría del Carruaje

Una ocasión un hombre que se encontraba angustiado por los problemas cotidianos, escuchó una voz que le decía: -
- Sal a la calle que hay un regalo para ti! Sin pensarlo obedeció a la misteriosa voz y entusiasmado, salió a la vereda y se encontró con el regalo.
Era un precioso carruaje estacionado justo frente a la puerta de su casa. Era de madera de nogal lustrada, con herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante.
Abrió la portezuela de la cabina y subió. Se sentó y se dio cuenta que todo estaba diseñado exclusivamente para él, muy cómodo, y sin lugar para nadie más.
Entonces miro por la ventana, vio el paisaje y se quedo un rato disfrutando de esa sensación. Sin embargo, al rato comenzó a aburrirse; lo que veía por la ventana era siempre lo mismo. Y se pregunto: "¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?"
Y se convenció de que el regalo que le hicieron no servía para nada. Nuevamente la voz le dijo: —¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?
Y al mirar hacia abajo se dio cuenta de las alfombras y los tapizados. Y
la voz nuevamente le dice:—Te faltan los caballos —le dice antes que llegue a preguntarle. Aún así veo siempre lo mismo —pienso—, por eso me parece aburrido...
Entonces se dirige hasta el corralón de la estación y le ató dos caballos al carruaje. Se subió otra vez y desde adentro gritó:—¡¡Eaaaaa!!
El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso le sorprende.
Sin embargo, al poco tiempo empezó a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.
Y piensa:- Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios desconocidos. Se da cuenta que no tiene ningún control; los caballos lo arrastran a donde ellos quieren, lo cuál se volvió muy peligroso.
Y comenzó a asustarme y a darse cuenta que eso tampoco le servía.
En ese momento, la voz le dijo: —¡Te falta el cochero!—¡Ah! – fue cuando comprendió y con gran dificultad freno los caballos y decidió contratar a un cochero.
A los pocos días obtuvo el control absoluto de la situación.
Y concluyó:
Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Por lo que se subió, se acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero el destino a recorrer.
Es cuando se percata que el Cochero conduce el carruaje y controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.
Y él por fin disfrutó del viaje.
Reflexión:
Esta pequeña alegoría nos da a entender el verdadero sentido del ser interior.
Hemos nacido, visto la luz de la vida, llegado a este mundo y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo. Un carruaje diseñado especialmente para cada uno de nosotros. Un vehículo capaz de adaptarse a los cambios del paso del tiempo, pero que será el mismo en su esencia durante todo el viaje hasta nuestro destino final.
En el momento de nacer, nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, un Don, una virtud y éste se movió. Este carruaje: El Cuerpo serviría de nada si no tuviese caballos; ellos representan los deseos, las necesidades, las sensaciones y los afectos.
Al principio todo marcha bien sin contratiempos, pero en algún momento comenzaremos a darnos cuenta que estos deseos nos llevan por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y es cuando tenemos necesidad de frenarlos.
Aquí es cuando aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar y actuar racionalmente. Ese cochero manejará con eficiencia nuestro destino a seguir.
En algún momento de nuestra vida seremos el carruaje o los caballos o el cochero durante todo el camino, cuando no tenemos aún claro que nos depara, en la búsqueda permanente de nuestro destino que es la propia vida.
La armonía y el equilibrio lo podremos construir con todos esos aspectos, cuidando no dejar de ocuparnos de ninguno de estos tres protagonistas, si deseamos tener éxito en nuestra aventura: La Vida.
Permitir que nuestro cuerpo sea llevado sólo por los impulsos, los afectos o las pasiones puede ser y es muy arriesgado.
Se necesita de la cabeza, mediante el pensamiento racional para ejercer cierto orden en la vida.El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta.
Pero quienes realmente tiran del carruaje son los caballos. Es imperativo no permitir que nuestro cochero los descuide.
Tienen que ser alimentados y protegidos permanentemente, ¿Qué sería de nosotros si solamente fuéramos cuerpo y cerebro? Si no existiera ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, que son insensibles y frívolas, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje, solo materia, nada espiritual!.
Por lo cuál no se debe descuidar el carruaje, porque tiene la misión de durar todo el trayecto para llevarnos al final de nuestro ciclo vital.
Y esto implicará reparar, cuidar y afinar lo necesario para su constante mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje, se acaba el sentido real de la vida: Aspirar a la felicidad y plenitud.
Desarrollar la conciencia para tener la sensibilidad de saber que soy mi cuerpo, mi dolor de cabeza y mi sensación de apetito; que soy mis ganas, mis deseos y mis instintos; que soy además mi reflexionar y mi mente pensante aunado a mis experiencias.
Es en ese momento que estamos en condiciones de iniciar equipados este camino, que es el que hoy decidiremos para cada uno de nosotros; que es nuestra libertad de ser, nuestra independencia, aún por encima de la adversidad, la indiferencia, los obstáculos, las críticas, la discriminación, el aislamiento latente; este es el precio de la libertad: es el despertar de nuestra conciencia, cuando avanzamos hacia delante sin retroceder, sin mirar hacia atrás en una constante renovación, cuando somos propositivos, espontáneos, cuando sonreímos a la desgracia y al sufrimiento, sólo basta dejar que la tormenta pase para que la calma ilumine nuestro pensamiento y estemos en condiciones de tomar una decisión correcta.
Al trabajar activamente es cuando un obstáculo se convierte en un reto a vencer, es cuando lograremos conducir nuestro carruaje hacia la senda del éxito material y espiritual.
La Alegoría de la Vida consiste en guiar nuestro propio destino, sin que el destino controle nuestra propia vida.

Decálogo de la Mujer

! Que razones hay para amar y valorar a una mujer?
1.- Son extremadamente sensibles e intuitivas y los hombres no acabamos de comprender porque ellas rien o lloran ante un nacimiento o una boda. Poseen una cualidad única son sensibles e intuitivas, lo cuál les permite saber que un abrazo, un beso y un decir te amo en el momento oportuno, lo cuál puede sanar un corazón roto o herido.
2.- Ellas sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas. Poseen una gran fortaleza interior, son capaces de esperar impacientes una llamada telefónica de su pareja o sus hijos, sólo para oír sus voces y saber que llegaron sanos y salvos.
3.- Las mujeres tiene cualidades especiales, son multifuncionales: Son esposas, amas de casa, proveen a los hijos lo necesario para su cuidado y salud, son amigas, confidentes, son profesionistas, gustan de la buena organización y el orden en casa, son capaces de dar la vida por sus hijos y es compañera leal y fiel.
4.- Poseen gran fortaleza y espíritu de lucha, pueden sobrellevar penas y situaciones delicadas, su fuerza interior es asombrosa, aún cuando son objeto de discriminación y acoso poseen el temple necesario para superarlo, y aún así tienen el espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
5.- Ellas no aceptan un ¨no¨como respuesta cuando están convencidas que hay una solución a un problema, va hasta el fondo de las cosas debido a su gran determinación y coraje.
6.-Las mujeres tienen mucho que decir y mucho para dar, su gran corazón mueve montañas y vencen grandes obstáculos cuando así se lo proponen, son capaces de amar incondicionalmente entregando lo mejor de ellas. Y a cambio, todo lo que ellas esperan es un abrazo, un abrazo, un beso o una caricia.
7.- Una mujer puede lograr que una mañana, una tarde o una noche romántica sean inolvidables, gusta del romanticismo, son muy sensibles, intuyen cuando ha llegado el momento de entregarse en cuerpo y alma al ser amado y lo hacen sin dudar.
8.- El amor que entrega una mujer es apasionado y auténtico, es el mismo amor que le impulsa a cuidar al ser amado cuando está enfermo o simplemente para prepararle una taza de té en una fría noche de invierno.
9.- La belleza de una mujer nos está en la ropa que lleva, en su figura o en la forma en que se peina. si queremos descubrirla, tendremos que mirarla a los ojos, que es la puerta de su corazón, donde reside la esencia de su alma. La belleza de una mujer aumenta con el paso de los años.
10.- Si aspiramos a amar a una mujer se debe comenzar en el respeto a su persona, en valorar sus sentimientos, entenderla en sus momentos difíciles, en respetar su intimidad, en saber guardar silencio cuando desea privacidad, en protegerla y proveerle seguridad, en apoyarla en las decisiones importantes, en ser atentos, cariñosos y sensibles, en fomentar día a día el amor hacia ella a través de una palabra, un decir te amo, fortalecer la relación a través de la comunicación y el acuerdo mutuo.
Valoremos día a día a la mujer: en nuestra madre, nuestra compañera, nuestra hija y nuestra amiga, simplemente a la mujer.

La Rosa

Una mujer profesionista ocupaba un puesto gerencial en una importante empresa, se caracterizaba por sur muy competente en su desempeño, sin embargo este trabajo la absorbía demasiado al grado de que invertía muy poco tiempo en la atención a su familia a quién amaba profundamente, debido a que su trabajo le absorbía gran parte del día provocándole con el paso del tiempo problemas en su matrimonio debido a sus ya frecuentes ausencias debido a que viajaba todo el tiempo.

Su pequeño hijo de dos años se impacientaba cada vez más ante la ausencia y poco afecto de su madre, aún cuando su esposo que la amaba, la comprendía y la apoyaba, la situación era cada vez más frágil, lo cuál motivaba fuertes discusiones que terminaban en dolorosas lágrimas del pequeño hijo, terminando por hacer crisis en la desesperada mujer al sentirse agobiada y desconsolada por la situación que vivía.

Un día, no pudo más y acudió a su padre, explicándole la delicada situación y la necesidad de buscar una solución a sus problemas, a lo que su padre con gran sabiduría le hizo la siguiente sugerencia:

- Hija mía, no te angusties todo en la vida tiene una solución, solo necesitas voluntad para lograr salir de tus problemas, te pido que vayas a la florería más cercana y compres una maceta con un gran rosa roja. Tu misión será la de cuidarla y regarla todos los días durante una semana.

La hija con gran desconcierto sin preguntar más fue a la florería y adquirió una hermosa flor roja que dejaba ver la belleza de sus sedosos y brillantes pétalos, y al llevarla a su casa, en un principio le rocío agua y muy cuidadosamente le limpió los pétalos con un pañuelo. Sin embargo al pasar los días, debido a lo absorbente de su trabajo poco a poco se fue olvidando de la flor.

Transcurrida una semana, al llegar de su trabajo, su padre se encontraba esperándola en su casa, en ese instante ella se percató avergonzada que la rosa se había marchitado debido al su descuido, por lo que el padre dulcemente le dijo:

Hija mía, la familia es como una rosa, si no la cuidas todos los días esta se marchita y muere. Ella no pudo más y con lágrimas en los ojos abrazó a su padre y todo se aclaró en su mente, desde aquel instante pidió un puesto que no le implicará tanto tiempo y responsabilidades, dedicándose en cuerpo y alma a su familia convirtiéndose en una mujer amorosa con su pequeño hijo y esposo, logrando de esta forma salvar su matrimonio.

Reflexión:

Las labores cotidianas de la vida implican esfuerzo y dedicación para el logro de nuestras metas, sin embargo en una sociedad donde el ritmo de vida es acelerado y estresante, el tiempo nos absorbe casi por completo terminando la jornada de trabajo, agobiados y estresados, deseando solamente llegara a acostarnos y descansar para finalizar un día más, quedando la familia en un aspecto secundario, cuando es la familia la que nos motiva a buscar el sustento diario y brindarle a sí un buen porvenir.

Cuán importante es darle real dimensión a nuestras actividades, desarrollar la habilidad de organizarnos, dándole prioridad a los aspectos que a largo plazo nos proporcionarán los elementos para obtener los resultados esperados, cuya finalidad es nuestra tranquilidad económica y emocional.

Pero, la familia que tan importante es para nosotros?, que hacemos realmente para buscar la armonía y fomentar el amor a nuestros seres queridos?; por lo general la familia sólo es de un fin de semana, cuando lo esencial es estar en contacto todos los días, a cada momento, convivir, dialogar, crecer con ellos, cuando la familia es el sostén más importante de la sociedad, el pilar de cada ser humano para su estabilidad anímica y emocional.

No cabe duda que en los momentos difíciles, cuando las cosas no salen como esperamos, cuando ocurre un accidente, cuando estamos en un aprieto, cuando más agobiados estamos o cuando sentimos que no existe solución y caemos en la desesperación, aparentemente en esos momentos nos sentimos solos; sin embargo nuestra familia siempre nos apoyará incondicionalmente, sin reservas ni condicionamientos y será siempre un refugio para nuestra alma, aún cuando no estén de acuerdo con nuestro proceder o nuestras decisiones, siempre nos tenderán la mano para ofrecernos apoyo y cariño.

Una Rosa es como la Familia, requiere de cuidado, cariño, regarla todos los días para mantener la frescura y vitalidad de cada uno de sus pétalos que representan a cada uno de los integrantes de nuestra familia, protegerla de los agentes agresivos que puedan marchitar los pétalos de sus vanidades y virtudes, ofrecerle los nutrientes necesarios para que se desarrolle en armonía y al luz el sol que será la luz del conocimiento para que crezca con un tallo fuerte de convicciones e ideales y alimentar con el abono adecuado para que sus raíces sean profundas de amor y resistentes ante las adversidades; porque al paso del tiempo esa flor será un gran rosal que liberará en el esplendor de su esencia el fruto de nuestras acciones, obteniendo con ello una nueva semilla que germinará en un hermoso rosal lo cuál será la trascendencia de nuestras metas hacia un mejor porvenir hacia las generaciones venideras.

Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?

La Cartulina

En una ocasión un conferencista mostró ante el público que le observaba una lámina de cartulina blanca la cual tenia tres pequeñas manchas negras. Ante la mirada expectante de todos pidió que observaran bien la lámina y le dijeran todo lo que podían ver respecto de ella. A los pocos segundos de contemplación alguien levanto la mano y dijo:
-La cartulina está manchada.
Y alguien más dijo: -Si, tiene tres manchas negras.
Otro agregó: -Las manchas son amorfas y de distintos tamaños, y además están muy separadas una de otra.
Y así, todo mundo fue dando su opinión acerca de la cartulina.
Finalmente el conferencista detiene las intervenciones del público y llama la atención hacia un detalle que ninguno de ellos pudo ver en la cartulina:
"ninguno de ustedes -dijo él- se ha fijado que aunque tiene tres pequeñas manchas negras todo el resto de la cartulina es totalmente blanco".
Reflexión:
Similar a este ejemplo, en la vida diaria a menudo percibimos que las personas se fijan más en los pequeños defectos que tengamos y los errores que cometemos, que en nuestras virtudes y las cosas buenas que hayamos hecho. Sin embargo es nuestro deber recordar cuanto valemos aun cuando nadie más lo recuerde. Siempre habrá quienes nos critiquen y nos juzguen, esto es normal, ya sea por nuestra apariencia, por nuestro físico, por nuestra edad, por nuestra forma de ser, de comportarnos o de cómo procedemos ante la vida e incluso por nuestra forma de expresarnos, pero nunca hemos de permitir que esa idea falsa que el mundo siempre nos está repitiendo, esa idea de que "no valemos, que no servimos, que ya es demasiado tarde" se aloje en nuestra mente.
Es importante independizarnos de las apariencias y de la falsa estética que la sociedad nos ha condicionado; será inevitable que se fijen más en las pequeñas ¨manchas¨ que en lo blanco de nuestra alma y autenticidad; en la medida en que nos aceptemos y nos amemos tal como somos, mayor calidad humana demostraremos a los demás.
Es importante que estemos siempre conscientes de nuestro propio valor y de lo muy importantes que somos, y es nuestro deber recordarle al mundo nuestro valor a cada momento. Nuestra superación personal y evolución espiritual dependerá solamente del deseo por salir adelante y ser mejores día a día y no en lo que la sociedad nos condicione; la verdadera belleza nace de adentro hacia fuera, en desarrollar nuestra virtudes y capacidades innatas, el cuidado personal y físico debe ir acompañado de un buen estado de salud producto de la constancia y la disciplina, pero sobre todo de la paciencia, el sentirnos atractivos no es en base a la opinión de las personas, sino a nuestra propia aceptación y seguridad en nosotros mismos, de esa forma proyectaremos una personalidad atractiva, al sentirnos a gusto con nosotros mismos y al alimentar día a día nuestro interior que es lo blanco que dominará a lo que la sociedad considera como ¨manchas¨. Nunca es tarde para crecer, prepararnos, divertirnos, convivir, viajar, amar.
La edad cronológica solo es un estado mental, aún cuando nuestro cuerpo envejezca con el paso de los años, no significa que todo ya terminó; siempre y cuando mantengamos la juventud de nuestro pensamiento, con el deseo inagotable por vivir, por ser mejores cada día, por vivir el momento presente al máximo, para mantener siempre fresca el alma y no permitir que esta se contamine con el dolor, rencor, el sufrimiento, la desesperación, la incertidumbre producto de nuestras vivencias presentes y pasadas; sacudir rápidamente esos sentimientos que manchan nuestro brillo interior.
No permitirnos el perder la espontaneidad y la alegría por vivir, de sonreír, de bromear, ver el lado positivo a la vida, de seguir descubriendo el mundo y abrirle los brazos a nuevas experiencias y aceptar nuevos retos. Siempre existirá una nueva oportunidad para renovarnos y no quedar estancados, para atrevernos a realizar aquello que nuestros prejuicios nos impiden experimentar precipitándonos al conformismo y la mediocridad.
El valor en el ser humano estriba en no permitir que una opinión externa manche su autenticidad y dignidad. Lo Blanco absorbe lo negro de las apariencias, las críticas y las envidias, y refleja la luz de nuestra belleza interior hacia el exterior.

El Hachero Esforzado

Había una vez un hachero que se presentó a trabajar en una maderería. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores; así que el hachero se decidió a hacer buen papel.
El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona. El hombre entusiasmado salió al bosque a talar.En un solo día cortó dieciocho árboles.
-Te felicito -dijo el capataz- sigue así. Animado por las palabras del capataz, el hachero se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente; así que esa noche se acostó bastante temprano.
A la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque.A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.
-Me debo haber cansado -pensó y decidió acostarse con la puesta del sol. Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol.
Inquieto por el pensamiento del capataz, el hachero se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer. El capataz le preguntó:
-¿Cuándo afilaste tu hacha la última vez? -¿Afilar? No tuve tiempo de afilar, estuve muy ocupado cortando árboles.
Reflexión:
En nuestro afán por sobresalir, nos obsesionamos por trabajar sin descanso y sin detenernos a analizar el efecto de nuestro trabajo, perdiendo de vista lo más importante, el seguir afilando nuestra hacha, prepararnos para seguir mejorando y darle mayor eficacia a nuestro desempeño cualesquiera que sea la labor que realicemos.
En ocasiones ese espíritu de lucha, nos lleva a descuidar factores esenciales que nos proporcionen mayor nivel de superación y capacidad para ser cada vez más competitivos y eficaces, al caer en una sobre confianza guiados más por los instintos que por la inteligencia y el razonamiento. Quizás al principio nuestro desempeño sea muy eficiente y sorpresivo, pero en ese exceso de confianza, nuestro pensamiento sólo esta enfocado en efectuar una actividad que suele ser deficiente al querer invertir menor cantidad de tiempo y con el mayor volumen posible, sin detenernos en los detalles y peor aún sin disfrutar nuestra labor.
Y en ese descuido no nos percatamos que nuestra ¨hacha¨ gradualmente va perdiendo su filo, haciendo cada vez más ineficaz nuestro desempeño, cayendo en la desesperación y la frustración. Lo más importante al realizar una actividad es poseer nuestra hacha muy bien afilada, es decir, mantener a todo momento el control de la situación con un máximo de concentración, siendo esmerados y minuciosos con una meta muy clara a hacia nuestro objetivo final, sin obsesionarnos por ello, llevándolo paso a paso, siendo analíticos cuando la situación lo amerite, sin presiones de tiempo, y disfrutando de la labor que realizamos, todo en su conjunto nos desarrollará una gran capacidad de eficiencia y sin duda lograremos los resultados esperados, obteniendo con ello grandes beneficios tanto en lo personal como profesional, inyectándonos autoconfianza y seguridad.
El anhelar ser perfeccionistas nos precipitará a la desesperación y obsesión, quedando siempre insatisfechos, ya que la perfección esta considerada como una meta inalcanzable e irreal, algo difícil de obtener, porque cuando hemos logrado cierto grado de ¨perfección¨ en algo que realizamos, sentimos que aún no es suficiente y queremos aún más y más, al no tener la percepción clara del término perfección, debido a que literalmente no existe un parámetro objetivo que nos defina la ¨Perfección¨, con el cuál poder compararlo.
Pero el llevar nuestra mentalidad con la tendencia a perfeccionar nuestras capacidades internas e intelectuales, nos transformará en personas muy competitivas y eficientes, desarrollando la imaginación para proyectar las metas que nos hemos propuesto, y en la intuición el camino seguro para el logro de ellas; siendo pacientes para controlar nuestras presiones y ansiedades, libres interiormente para no ser esclavos de las apariencias y el que dirán; y sobre todo amar y disfrutar todo cuánto realizamos, experimentamos y vivimos en una forma integral: en lo personal, familiar, social, profesional o laboral, relación de pareja e incluso deportivo, viviendo el momento presente al máximo y afilando nuestra hacha para cortar los árboles que nos servirán de cimiento para construir el futuro anhelado. El autoconocimiento es la llave que abre la puerta de la libertad interior hacia la autoestima.

Una Reflexión sobre el Amor

Cuando el Amor llega a nuestra vida al enamorarnos no vemos a la otra persona en su totalidad, la idealizamos al proyectar en ella nuestros anhelos, todo es perfecto en ella, su comportamiento, sus ocurrencias, sus locuras, su conversación, es cuando la pasión arrasa nuestro razonamiento y lógica sobre la realidad, no existen los defectos, solo sus cualidades.
Y pasado ese momento inicial comienzan a florecer sus aspectos ¨reales¨, se devela ante nosotros la verdadera personalidad de nuestra pareja y que, si antes esos ¨detalles¨ eran considerados agradables o graciosos, ahora se vuelcan en aspectos ¨incómodos o desagradables¨, es cuando consideramos que ¨la Magia ha terminado¨.
Este proceso no es fácil superarlo al principio, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren: la evolución de la relación, surgiendo así, el verdadero sentimiento que mueve al ser humano: El Amor. Los sentimientos a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa.
La construcción del Amor comienza cuando la persona amada se encuentra frente a nosotros, la conquistamos con la mirada, comenzamos a descubrirla internamente, respetamos su personalidad, crecemos con ella. Es ahí cuando el Amor reemplaza al enamoramiento. Hablamos del Amor en el sentido de que nos importa el bienestar de la pareja. El Amor invade por completo al cuerpo y el alma, y se afianza cuando amamos a la pareja sin querer cambiar su personalidad, cuando respetamos su espacio y sus anhelos. Más importante aún, es el bienestar que sentimos a su lado y el bienestar que ella siente a nuestro lado.
El placer de estar con alguien que se ocupa de que estemos bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al entregárnoslo sin condicionamientos ni presiones. Eso hace al Amor, cuando esa persona nos inspira seguridad, es sensible, tierna, nos hace reír, disfrutamos de su compañía, cuando confiamos enteramente en ella, que sabe guardar silencio cuando la situación lo amerita, sabe decirnos la verdad con franqueza y sutilidad, y que ante todo será un(a) amigo(a) incondicional antes que una pareja, y en quien podremos confiarle un secreto o inquietud personal.
Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a ella de una manera muy especial, cuando existe siempre una conexión espiritual, cuando la sentimos, cuando la percibimos, aún en la distancia; cuando sabemos que podemos aspirar a compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar junto a ella. Aunque es necesario saber que encontrar un(a) compañero(a) de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos y que sea eficaz como apoyo en nuestro crecimiento personal y emocional.
El enamoramiento es más bien una relación en la cuál la otra persona no es reconocida como en realidad es. Sólo es nuestra interpretación sobre alguien en quién proyectamos nuestras aspiraciones personales, dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que deseamos o aspiramos ser.
Al Enamorarse hay un "Yo te Amo al verme reflejado(a) en Ti" El verdadero Amor existe cuando amamos, por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es. Y en esa aspiración hacemos cuanto a nuestro alcance este para que se convierta en una realidad, es una labor de equipo, de incondicionalidad, de comunicación y acuerdos, de comprensión mutua, de fidelidad, de estar presente en los buenos momentos pero sobre todo en los momentos difíciles o desagradables, de aspirar a crecer y envejecer juntos apoyándose mutuamente, de alimentar día a día la relación con detalles, con espontaneidad y alegría, no permitir que la vela del deseo se apague, o que la rutina marchite la relación, pero sobre todo nunca dejar de ser amigos y confidentes.
Y para saber con certeza que el verdadero Amor ha llegado a nuestra vida, es cuando en nuestro pensamiento no existe cabida más para otra persona, sólo para el ser amado. Es la integración de lo Físico, Mental y Espiritual en un Todo.
" El Amor es la preocupación activa por la persona " Erich Fromm (El Arte de Amar) ENAMORARSE ES AMAR LAS COINCIDENCIAS... Y AMAR ES ENAMORARSE DE LAS DIFERENCIAS.