lunes, julio 03, 2006

Los 5 Sentidos

Usa tus ojos para ver la belleza de la vida, o para ver el interior de las personas...

No los uses para criticar maliciosamente de cómo se ven o visten los demás, o para juzgar a las personas, sólo por sus apariencias.

Usa tus oídos, para escuchar a tu prójimo, y poder ofrecerle una palabra de aliento, para escuchar los sonidos agradables, que te ayudan a olvidar las dificultades, y edifican tu interior.

No los uses como un arma, o para envenenar a los demás.

Usa tu olfato, para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor...

No lo impregnes, con los malos olores, como lo son el odio, el egoísmo, la traición.

Usa tu gusto, para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación...

No lo uses para saborear, las derrotas de otros.

Usa tu tacto, para sentir y dar amor, para tocar a las personas con tus deseos positivos, con tu caridad...

No lo uses para pedir injustificadamente.

El sexto sentido, el más importante, es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos, entre el bien y el mal, entre dar o recibir, entre construir o desmoronar.

A veces miramos sin ver, oímos sin escuchar, olemos sin percibir, probamos sin saborear, tocamos superficialmente.

Usa tus sentidos sabiamente, no se trata de cuantos tengas, sino de como los utilizas...

El Elefante Encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que mas me gustaba de los circos eran los animales. También a mí, como a otros, después me enteré que me llamaba la atención el elefante.

Durante la función la enorme bestia hacia despliegue de su peso tamaño y fuerza descomunal...pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente : ¿ Qué lo mantiene entonces ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia : Si está amaestrado ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta : EL ELEFANTE DEL CIRCO NO ESCAPA PORQUE HA ESTADO ATADO A UNA ESTACA PARECIDA DESDE QUE ERA MUY, MUY PEQUEÑO.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar y también al otro y al que le seguía....

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree - pobre - que NO PUEDE.

El tiene el registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

Jamás...jamás....intentó poner a prueba su fuerza otra vez.

Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez probamos y no pudimos. Hicimos entonces, lo del elefante : grabamos en nuestro recuerdo: NO PUEDO....NO PUEDO Y NUNCA PODRE. Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.

¨Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma : " NO PUEDO Y NUNCA PODRE " Vivimos condicionados por el recuerdo de otros, que ya no somos y no pudieron. Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón.....TODO TU CORAZON".

El Enojo sin Razón

Un Maestro le pregunta a sus discípulos:

¿Porqué la gente grita cuando está enojada?

Sus alumnos lo pensaron un momento y contestó uno de ellos:
-Porque pierden la calma
-Por eso gritamos, dijo otro!

Preguntó nuevamente el Maestro:
-Pero ¿ Porqué gritar cuando la otra persona está a tu lado?
¿No es posible hablarle en voz baja? ¿ Porqué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los alumnos dieron algunas otras respuestas, pero de ninguna de ellas le satisfacía al Sabio.

Finalmente explicó:

Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho.

Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.

Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar, para escucharse uno a otro a travéz de esa gran distancia.

Luego el maestro pregunto:

Que sucede cuando dos personas se enamoran?

Ellos no se gritan, se hablan suavemente.

Porque?

-Sus corazones están muy cerca, la distancia entre ellos es muy pequeña.

Cuando se enamoran que sucede?
- No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor.

Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran por que su corazón está unido.

Así es como están de cerca dos personas cuando se aman.

Luego El Maestro les dijo a modo de conclusión:


Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancíe más, si no llegará el día en que esa distancia será tan grande que no encontrarán el camino de regreso.

¨Para el Incontrolado no hay Sabiduría, ni existe el poder de la Concentración para el que no tiene Control, y para el que no tiene Concentración no existe la Paz. Y para el que no conoce la Paz, ¿Cómo puede haber Felicidad?¨

La Casa de los Mil Espejos

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones …

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: “¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!” Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto, se sintió amenazado ya que lo estaban mirando de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: “¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar aquí!”

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: “La casa de los mil espejos”. Todos los rostros del mundo son espejos…
¨Decide cuál rostro llevarás por dentro y ése será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás. Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten en el corazón¨.