Violencia(Parte II)
………..Parece
que en estos tiempos actuales en que nos tocó vivir, difícilmente nos
desprenderemos del cáncer cada vez más invasivo de la violencia, los
medios masivos de comunicación se han encargado de restregárnoslo hasta
lo más profundo de nuestro sentir, dejándonos un sentimiento de temor
constante; todo a nuestro alrededor esta matizado de alguna noticia
relacionada con esta forma de resoluciones, por quienes han perdido la
capacidad de llegar a acuerdos mediante las ideas que proponen y
construyen y no a través de acciones viscerales. Lo interesante de todo
este asunto es analizar que es que acciona este mecanismo en el ser
humano que lo hace actuar con gran visceralidad!. Una de las razones se
debe principalmente a nuestra naturaleza primitiva, y esa nos impulsa a
actuar visceralmente, con rabia,
molestia, enojo con sus consecuentes efectos secundarios de impotencia y
frustración. Esto obedece a un simple mecanismo de defensa al sentirnos
vulnerables ante ciertos actos que amenazan nuestra integridad, es una
reacción primaria y fulminante, que dispara la adrenalina y que de
momento nos hace perder el control de las emociones, unos más que otros.
Es por tanto desde las entrañas de nuestra constitución humana que
debemos comenzar a trabajar!.
Hay
diversos caminos para canalizar la violencia que de momento nos invade
de ese sentimiento que tantas ocasiones nos meten en problemas, y pasado
el furor es cuando la mente comienza a clarificar y hasta entonces
caemos en la cuenta de las consecuencias adversas y fatales en que hemos
incurrido, por supuesto ya demasiado tarde para intentar siquiera
resarcir el daño provocado. Y vaya que nos preguntamos porque incurrimos
una y otra vez en el mismo error, lo que nos deja un sentimiento de
frustración y culpa. Sabemos de antemano que desde el seno materno
traemos esta característica, al sentirnos impotentes para desafiar a la
autoridad de los padres en nuestra naciente e inexperta personalidad,
cuando creemos que es injusto, y que es exacerbado durante la etapa
renegada y desafiante de la adolescencia, y en la
primera oportunidad descargamos esa impotencia en alguna forma de
violencia contra otro ser, sea ésta acción justa o no.
Y
ante este panorama pareciera que no hay otra salida que renunciar y
sumarnos a la larga y extensa cadena de ola de violencia que nos aqueja
como sociedad en vías de extinción de valores y acciones humanitarias
hacia el prójimo. Pero eso no significa que tengamos que resignarnos a
la suerte que nos tocó lidiar, de alguna forma el ser humano ha
comenzado a reaccionar y actuar, quizás imperceptiblemente, pero con
muchos trabajos y vidas sacrificadas en el intento, ante un verdadero
monstruo que devora civilizaciones enteras que anhelan el poder a costa
de lo que sea. Es una misión prácticamente imposible de realizar, porque
ha mermado desde líderes religiosos, políticos, padres de familia,
adolescentes e incluso hasta en la niñez ya hay casos muy claros de
ataques de bullyng que crece de una forma alarmante, y
que éste último tiene su punto y aparte, sin embargo, alguien tiene que
iniciar ese cambio, y debe ser cuánto antes, antes de que nos perdamos
no sólo como sociedad, sino como humanidad….(continuará…).
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