jueves, noviembre 07, 2013

Violencia(Parte II)

………..Parece que en estos tiempos actuales en que nos tocó vivir, difícilmente nos desprenderemos del cáncer cada vez más invasivo de la violencia, los medios masivos de comunicación se han encargado de restregárnoslo hasta lo más profundo de nuestro sentir, dejándonos un sentimiento de temor constante; todo a nuestro alrededor esta matizado de alguna noticia relacionada con esta forma de resoluciones, por quienes han perdido la capacidad de llegar a acuerdos mediante las ideas que proponen y construyen y no a través de acciones viscerales. Lo interesante de todo este asunto es analizar que es que acciona este mecanismo en el ser humano que lo hace actuar con gran visceralidad!. Una de las razones se debe principalmente a nuestra naturaleza primitiva, y esa nos impulsa a actuar visceralmente, con rabia, molestia, enojo con sus consecuentes efectos secundarios de impotencia y frustración. Esto obedece a un simple mecanismo de defensa al sentirnos vulnerables ante ciertos actos que amenazan nuestra integridad, es una reacción primaria y fulminante, que dispara la adrenalina y que de momento nos hace perder el control de las emociones, unos más que otros. Es por tanto desde las entrañas de nuestra constitución humana que debemos comenzar a trabajar!.
Hay diversos caminos para canalizar la violencia que de momento nos invade de ese sentimiento que tantas ocasiones nos meten en problemas, y pasado el furor es cuando la mente comienza a clarificar y hasta entonces caemos en la cuenta de las consecuencias adversas y fatales en que hemos incurrido, por supuesto ya demasiado tarde para intentar siquiera resarcir el daño provocado. Y vaya que nos preguntamos porque incurrimos una y otra vez en el mismo error, lo que nos deja un sentimiento de frustración y culpa. Sabemos de antemano que desde el seno materno traemos esta característica, al sentirnos impotentes para desafiar a la autoridad de los padres en nuestra naciente e inexperta personalidad, cuando creemos que es injusto, y que es exacerbado durante la etapa renegada y desafiante de la adolescencia, y en la primera oportunidad descargamos esa impotencia en alguna forma de violencia contra otro ser, sea ésta acción justa o no.
Y ante este panorama pareciera que no hay otra salida que renunciar y sumarnos a la larga y extensa cadena de ola de violencia que nos aqueja como sociedad en vías de extinción de valores y acciones humanitarias hacia el prójimo. Pero eso no significa que tengamos que resignarnos a la suerte que nos tocó lidiar, de alguna forma el ser humano ha comenzado a reaccionar y actuar, quizás imperceptiblemente, pero con muchos trabajos y vidas sacrificadas en el intento, ante un verdadero monstruo que devora civilizaciones enteras que anhelan el poder a costa de lo que sea. Es una misión prácticamente imposible de realizar, porque ha mermado desde líderes religiosos, políticos, padres de familia, adolescentes e incluso hasta en la niñez ya hay casos muy claros de ataques de bullyng que crece de una forma alarmante, y que éste último tiene su punto y aparte, sin embargo, alguien tiene que iniciar ese cambio, y debe ser cuánto antes, antes de que nos perdamos no sólo como sociedad, sino como humanidad….(continuará…).