viernes, julio 29, 2011

Paz Interior

¨Para el incontrolado no hay sabiduría, ni existe el poder de la concentración para el que no tiene control; y para el que no tiene concentración no existe la paz. Y para el que no conoce la paz, ¿Cómo puede haber felicidad?¨.

Bhagavad Gita


Reflexión:

Por que cuesta trabajo experimentar la paz interior absoluta?, será que quizás es imposible experimentarla en un mundo como el que nos tocó vivir?, es mucho el pedirle a la vida que los momentos de felicidad sean más constantes y permanentes, porque en un momento nos sentimos felices y al otro instante algo lo echa todo a perder?. Será que está ya en nuestro destino sufrir alguna pérdida u oportunidad?, cómo aspirar a experimentar la paz interior cuando nuestra alma se encuentra agobiada por nuestros propios cuestionamientos y por el entorno que a la vista parece insoportable?, Porque de pronto perdemos la fe y la esperanza hacia una aspiración elevada que le dé sentido a nuestra vida?; porque a pesar de estar todo el tiempo rodeados de personas experimentamos en más de una ocasión la soledad espiritual?; Porque siempre estamos insatisfechos o a disgusto con nuestra suerte o destino?, Porque no hayamos algo que sacie nuestra agobiante sed de superación?.. Porque se experimenta este vacío de insatisfacción permanente, y por ello, cuál es el sentido real de estar existiendo?, para que?, cuál es el propósito de estar ahora aquí?.

Es muy fácil perder el control de nuestras emociones, al estar sumergidos en un medio tan acelerado como el nuestro, donde todo es contrareloj, y el tiempo apremia para cumplir ciertos compromisos o proyectos, y que al término de la jornada terminemos exhaustos y hastiados por la rutina que se repite una y otra vez, logrando apenas conciliar el sueño, anhelando el desprendernos y olvidarnos de los problemas tan sólo por un instante para experimentar algo de paz y tranquilidad. Entonces cómo podemos pedir el tener control con todas estas preocupaciones sobre nuestros hombros?, por esto mismo pareciera que la paz interior es algo imposible de alcanzar, cuando no tenemos ni la mínima idea cuál es el objetivo exento del materialismo que nos mueve en la vida?. Somos robots que obedecen al mecanicismo de la sociedad que en alguna forma nos hemos sometido; o seres humanos que hacen la diferencia entre los demás y que buscan trascender guiados por su propia intuición vital?. Cuál es la verdadera razón que nos hace perder constantemente el control tanto mental como emocional?. Aquello que simulamos no saber y que en el fondo sabemos lo que es y que tanto tememos enfrentar por el temor a la crítica, al juzgamiento, a aparentar lo que no somos por el deseo de pertenencia!.

En algún momento cuando no todo esta a nuestro favor, y pareciera que encadenamos un error tras otro y cada vez más doloroso, es cuando debemos tocar fondo; manifestándolo en infinidad de comportamientos o explosiones emocionales. Pero ya es un inicio, es cuando más sensibles nos encontramos, cuando la fuerza física nos abandona, los pensamientos se agobian y las emociones se anulan entre sí; es cuando el descontrol ha llegado a su límite y comienza la verdadera conciencia, cuando despertamos a nuestra realidad, dolorosa, pero es nuestra realidad; ha llegado el momento de la evaluación mediante el razonamiento puro fuera de toda teoría o lógica, simplemente estamos en el umbral del despertar que emerge en estas condiciones de aparente calma interior en el caos exterior, es aquello que es siempre cambiante, siempre creciente, que se conoce como actividad vital, que jamás se detiene ni por un instante, ni está regido por el factor tiempo, algo que nos mueve y que gobierna nuestra naturaleza humana, la concentración en esos momentos es vital para comenzar a aprender a escuchar nuestra voz interior, inaudible pero emocionalmente intensa, que nos inquieta y que a la vez nos confunde y desespera, porque la codificamos como un simple impulso cuando es en realidad la información que tanto anhelamos conocer y que habita en alguna parte invisible para el ojo humano pero tan palpable para nuestra percepción y que contiene todas y cada una de las respuestas a nuestros propios cuestionamientos existenciales; porque somos quienes los hemos creado al dudar de nuestra voz interior.

La paz llega cuando comenzamos a confiar en esta oculta facultad que por naturaleza nos ha sido implementada para comenzar a tomar el control y la responsabilidad de nosotros mismos, convencernos que mucho de nuestro porvenir se encuentra tan sólo en nuestras manos, para recrear la realidad que anhelamos experimentar basados en nuestro propio decálogo de vida. Si alimentamos constantemente nuestra autoestima, nos dotará de gran fuerza de voluntad para afrontar los retos que día a día se nos presentan, que la razón real para experimentar esos estados de felicidad es cuando aceptamos que somos humanos y que en nuestro afán de trascender cometemos enseñanzas malinterpretadas como errores. La sabiduría llega cuando tenemos la certeza de que no importa que nos depare el tránsito posterior al final de nuestro camino, porque son en realidad los pendientes que dejamos en vida, no por el temor a morir sino el temor a no haber vivido plenamente como deseamos nuestra existencia, es nuestra vida y se trata de experimentarla, ser felices porque así lo deseamos y porque tenemos el poder de la concentración que es entregarnos absolutamente a un propósito personal hasta lograrlo, lo que acarrea el control emocional para alcanzar la paz interior!.