lunes, julio 31, 2006

Las Piedras y la Humanidad


Un sabio se encontraba reflexionando cerca de la orilla de un gran río, cuando de pronto se percató como una joven mujer recogía con gran entusiasmo pequeñas piedras, seleccionando las más llamativas y brillantes con pequeños destellos de colores, dejando a un lado las piedras que poseían alguna imperfección, que aún no habían sido gastadas por la corriente de agua.

El sabio se acercó a la joven y le preguntó que le motivaba a coleccionar piedras preciosas..

La joven algo intrigada por la pregunta del sabio le contestó:

-Son para hacer un collar el cuál luciré a mis amigas.

El sabio lleno de curiosidad le pidió le proporcionará una de las piedras que había escogido, mientras él tomaba del río una de las piedras que tenían imperfecciones, mostrándole a la joven ambas piedras le hizo la siguiente pregunta:

Que diferencia notas en ambas piedras?

La joven sin dudarlo contestó: -Una de las piedras es suave y lisa en su superficie con bonitos brillos, mientras que la otra sólo es una piedra común, además de poseer imperfecciones.

Acto seguido el sabio le entregó a la joven ambas piedras y le invitó a que lanzara al río la que menos le agradaba, sin dudarlo lanzó a la fuerte corriente la piedra con imperfecciones, contemplando como era arrastrada por el río embravecido chocando con las rocas, para desembocar finalmente al mar.

La joven aún desconcertada ante la escena le pidió al sabio que cuál era el significado de esa acción.

El sabio con gran sabiduría contempló en silencio la corriente por unos breves instantes y haciendo una pausa le dijo a la joven:

Los seres humanos son como aquellas piedras que van en la corriente del río tratando de llegar al gran océano, comienzan su andar desde el punto en que se inicia la corriente, al principio son toscas, tienen picos, son deformes, nadie les encuentra belleza alguna, sin embargo al continuar su trayectoria, el movimiento y la fricción las va limando, las va puliendo, hasta que finalmente llegan a donde la corriente de agua es tranquila y suave, entonces las piedras toscas ya se pulieron, están redondas y brillantes y todos las quieren coleccionar, sin embargo aún no están acabadas, siguen siendo piedras y algún día mostrarán toda la belleza que guardan.

Así es el ser humano, en la corriente de la vida, se encuentra con sus semejantes, que con sus picos, con sus defectos, aparentemente lastimará al que va al lado de él en la corriente, sin embargo ese aparente roce doloroso, sólo es una manera de pulir aquel pico que sobresale y el rozamiento sólo es el medio para que cuando lleguemos donde la corriente es suave, mostremos la belleza que guardamos, sin embargo aún seguimos siendo seres humanos y algún día mostraremos la verdadera belleza que cada quien lleva.

¨Cuando tomamos la decisión de ser impulsados por la corriente de la vida en busca del gran océano de las oportunidades, debemos tomar en cuenta que en nuestro recorrido enfrentaremos obstáculos que serán muy dolorosos: sueños no realizados, la pérdida de la inocencia que se transformará en madurez y que será el pulimento de nuestra personalidad, floreciendo la belleza y brillo interior que cada uno de nosotros poseemos, desembocando dónde se encuentra la serenidad y la tranquilidad espiritual¨