La Actitud Mental Positiva
Agradecer por experimentar un nuevo día.
No permitir que lo que está fuera de nuestro alcance, influya en nuestras decisiones.
Protegernos de los mensajes negativos.
Cuidar la manera como nos expresamos de los demás y de nosotros mismos.
Ser congruentes con lo que sentimos, pensamos, expresamos y actuamos
Desarrollar una visión clara de nuestras metas.
No perder nunca nuestra admiración por la belleza del universo.
Apreciar y dar gracias por aquello que poseemos, por nuestras experiencias y habilidades.
Tener grandes expectativas de nuestro día, nuestras actividades y de las demás personas.
Entregar lo mejor de nosotros mismos en cada una de nuestras actividades
Actuar sin importar el que dirán
Vivir el momento
Reflexion:
En un medio como el nuestro en el que nos desenvolvemos a diario, influye significativamente en nuestro estado de ánimo general factores que de una u otra forma tienden a desestabilizarnos; estamos acostumbrados a dejarnos llevar por el tren de la vida, sin siquiera obsequiarnos un solo momento para detenernos ante esta vorágine que nos consume; esto por supuesto depende también del tipo de actitud que asumamos ante los retos que se nos presentan a diario. Si no hay un orden y una planeación adecuada a nivel mental y emocional, difícilmente podremos controlar nuestros pensamientos, cometiendo un sin fin de errores que van desencadenando situaciones que nos hacen perder el control y que nos van arrastrando hacia el fracaso y la pérdida de nuestra identidad. Lo vital en estos casos es analizar donde estamos cometiendo los errores, en que decisiones nos estamos equivocando y con que tipo de actitud estamos abordando los problemas que nos aquejan a diario.
Un buen inicio es aceptar que algo no estamos haciendo bien, que es necesario despojarnos de nuestra soberbia, nuestra terquedad y de la negación ante lo evidente. Esto nos ayuda a llegar al origen de los problemas cuando aceptamos que el camino que estamos tomando no es el adecuado, que debemos analizar con cuidado que detalle estamos descuidando o que decisión no queremos tomar por el temor a errar; o en que nivel se encuentra nuestra seguridad y autoestima; por lo general, esto último es lo que más nos limita para afrontar los retos que la vida nos presenta; la causa puede ser la inexperiencia, la falta de información o simplemente el temor hacia lo desconocido, y que irremediablemente influye en nuestro estado de ánimo, y por ende, esto le da forma a nuestra actitud hacia la vida. Si ya nos hemos identificado con estas circunstancias, estamos comenzando a desarrollar la actitud mental positiva, y es aceptar que no somos perfectos sino perfectibles, y que inevitablemente cometeremos alguna pifia o error y que es sano hacerlo, siempre y cuando aprendamos de ello y corrijamos de inmediato, somos humanos y para eso estamos aquí para experimentar, aprender y evolucionar; el fracaso o el éxito sólo es el resultado de cómo afrontamos las circunstancias; no hay un real fracaso y tampoco un real éxito, ambos son relativos y ambos nos proporcionan aprendizaje y madurez.
La clave para experimentar realización es simplemente hacerlo sin temer al resultado, pero con conocimiento de causa, con la actitud mental no positiva ni negativa, porque también ambas son relativas, y ambas nos dan información de cómo reaccionamos ante la vida; cada vivencia siempre será distinta, lo que hace la diferencia es una actitud mental correcta adaptada a las circunstancias del momento; no calificarlo de uno u otro polo, porque ambos vienen del mismo origen pero en diferente grado, matiz o sensación. Entregarse a la vida con una correcta actitud, es dar lo mejor de nosotros mismos cuando nuestro nivel de confianza es plena sin resquicios de prejuicios o temores; de cualquier forma tarde o temprano tendremos que enfrentarlo y llegará en el momento justo, ni antes ni después, simplemente llegará y es importante estar preparados para ello, como?. Entregarnos a cada momento como si fuera el último de nuestra existencia, renovarnos a cada instante, aprender de los bueno y malo, de lo correcto y equivocado, de lo positivo y negativo; ambos son importantes, porque ambos nos dan conocimiento de que forma estamos experimentando nuestra existencia; y la evolución llega cuando aceptamos absolutamente todo, porque para construir hay que destruir, para avanzar hay que retroceder, para elevar nuestro nivel de conciencia debemos conocer lo más profundo de nuestros sentimientos, y para transformar nuestra actitud debemos despojarnos ante todo de nuestras viejas ideas, costumbres y concepciones, para renacer a una nueva forma de pensamiento, llegando al origen de nuestros problemas para cimentar una nueva forma de vida más libre y desapegada de todo sentimiento superfluo, que nos permita explorar a plenitud nuestras habilidades y potencialidades, finalmente es nuestra vida, es nuestra exclusividad y tenemos el pleno derecho a experimentarla, porque no hacerlo?.
No son doce recomendaciones, ni doce pasos para obtener una Actitud Positiva; son doce esenciales deseos para iniciar un nuevo año plagado de anhelos y metas a realizar, pero sobre todo del mejor ánimo y la actitud mental correcta para concretar y experimentar la plenitud en cada momento de nuestra vida!.
No permitir que lo que está fuera de nuestro alcance, influya en nuestras decisiones.
Protegernos de los mensajes negativos.
Cuidar la manera como nos expresamos de los demás y de nosotros mismos.
Ser congruentes con lo que sentimos, pensamos, expresamos y actuamos
Desarrollar una visión clara de nuestras metas.
No perder nunca nuestra admiración por la belleza del universo.
Apreciar y dar gracias por aquello que poseemos, por nuestras experiencias y habilidades.
Tener grandes expectativas de nuestro día, nuestras actividades y de las demás personas.
Entregar lo mejor de nosotros mismos en cada una de nuestras actividades
Actuar sin importar el que dirán
Vivir el momento
Reflexion:
En un medio como el nuestro en el que nos desenvolvemos a diario, influye significativamente en nuestro estado de ánimo general factores que de una u otra forma tienden a desestabilizarnos; estamos acostumbrados a dejarnos llevar por el tren de la vida, sin siquiera obsequiarnos un solo momento para detenernos ante esta vorágine que nos consume; esto por supuesto depende también del tipo de actitud que asumamos ante los retos que se nos presentan a diario. Si no hay un orden y una planeación adecuada a nivel mental y emocional, difícilmente podremos controlar nuestros pensamientos, cometiendo un sin fin de errores que van desencadenando situaciones que nos hacen perder el control y que nos van arrastrando hacia el fracaso y la pérdida de nuestra identidad. Lo vital en estos casos es analizar donde estamos cometiendo los errores, en que decisiones nos estamos equivocando y con que tipo de actitud estamos abordando los problemas que nos aquejan a diario.
Un buen inicio es aceptar que algo no estamos haciendo bien, que es necesario despojarnos de nuestra soberbia, nuestra terquedad y de la negación ante lo evidente. Esto nos ayuda a llegar al origen de los problemas cuando aceptamos que el camino que estamos tomando no es el adecuado, que debemos analizar con cuidado que detalle estamos descuidando o que decisión no queremos tomar por el temor a errar; o en que nivel se encuentra nuestra seguridad y autoestima; por lo general, esto último es lo que más nos limita para afrontar los retos que la vida nos presenta; la causa puede ser la inexperiencia, la falta de información o simplemente el temor hacia lo desconocido, y que irremediablemente influye en nuestro estado de ánimo, y por ende, esto le da forma a nuestra actitud hacia la vida. Si ya nos hemos identificado con estas circunstancias, estamos comenzando a desarrollar la actitud mental positiva, y es aceptar que no somos perfectos sino perfectibles, y que inevitablemente cometeremos alguna pifia o error y que es sano hacerlo, siempre y cuando aprendamos de ello y corrijamos de inmediato, somos humanos y para eso estamos aquí para experimentar, aprender y evolucionar; el fracaso o el éxito sólo es el resultado de cómo afrontamos las circunstancias; no hay un real fracaso y tampoco un real éxito, ambos son relativos y ambos nos proporcionan aprendizaje y madurez.
La clave para experimentar realización es simplemente hacerlo sin temer al resultado, pero con conocimiento de causa, con la actitud mental no positiva ni negativa, porque también ambas son relativas, y ambas nos dan información de cómo reaccionamos ante la vida; cada vivencia siempre será distinta, lo que hace la diferencia es una actitud mental correcta adaptada a las circunstancias del momento; no calificarlo de uno u otro polo, porque ambos vienen del mismo origen pero en diferente grado, matiz o sensación. Entregarse a la vida con una correcta actitud, es dar lo mejor de nosotros mismos cuando nuestro nivel de confianza es plena sin resquicios de prejuicios o temores; de cualquier forma tarde o temprano tendremos que enfrentarlo y llegará en el momento justo, ni antes ni después, simplemente llegará y es importante estar preparados para ello, como?. Entregarnos a cada momento como si fuera el último de nuestra existencia, renovarnos a cada instante, aprender de los bueno y malo, de lo correcto y equivocado, de lo positivo y negativo; ambos son importantes, porque ambos nos dan conocimiento de que forma estamos experimentando nuestra existencia; y la evolución llega cuando aceptamos absolutamente todo, porque para construir hay que destruir, para avanzar hay que retroceder, para elevar nuestro nivel de conciencia debemos conocer lo más profundo de nuestros sentimientos, y para transformar nuestra actitud debemos despojarnos ante todo de nuestras viejas ideas, costumbres y concepciones, para renacer a una nueva forma de pensamiento, llegando al origen de nuestros problemas para cimentar una nueva forma de vida más libre y desapegada de todo sentimiento superfluo, que nos permita explorar a plenitud nuestras habilidades y potencialidades, finalmente es nuestra vida, es nuestra exclusividad y tenemos el pleno derecho a experimentarla, porque no hacerlo?.
No son doce recomendaciones, ni doce pasos para obtener una Actitud Positiva; son doce esenciales deseos para iniciar un nuevo año plagado de anhelos y metas a realizar, pero sobre todo del mejor ánimo y la actitud mental correcta para concretar y experimentar la plenitud en cada momento de nuestra vida!.
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