jueves, junio 23, 2011

Siembra

Siembra amor, y recogerás unión,
siembra unión, y recogerás paz,
siembra paz, y recogerás armonía,
siembra armonía, y recogerás ilusiones.

Siembra ilusiones, y recogerás vida,
siembra vida, y recogerás regalos,
siembra regalos, y recogerás alegría,
siembra alegría y recogerás fe.

Siembra fe, y recogerás esperanza,
siembra esperanza, y recogerás confianza,
siembra confianza, y recogerás unidad,
siembra unidad, y recogerás carácter.

Siembra carácter, y recogerás hábitos,
siembra hábitos, y recogerás destinos,
siembra destinos, y recogerás felicidad,
siembra felicidad, y recogerás éxito.

Y con ese éxito, crecerá tu sueño,
con ese sueño, crecerá tu realidad,
con esa realidad, crecerá tu verdad,
y esa verdad, te llevará a Dios.


Fuente: Reflexiones Diarias




Reflexión:

Realmente sembramos? Para exigir cosecha?, y cuando cosechamos nos sentimos realmente merecedores de lo que inicialmente sembramos?, o por lo menos si ya obtuvimos un beneficio lo hemos compartido generosamente o nos hemos comportado ambiciosos y egoístas?, sabemos a ciencia cierta que lo sembrado es lo que nos redituará en lo esperado?, hay conocimiento de causa o simplemente lo dejamos al azar sin un análisis previo cuidadoso?, Cómo saber si cada una de nuestras acciones son las mejores, las más cuidadosas y las más acertadas?. Y por el contrario en que momento podemos saber si estamos cometiendo un error que nos lleve invariablemente a fracasar en algún proyecto en particular?. En que fundamentos o en que experiencias debemos confiar para asegurar su conclusión o el éxito esperado?. Acaso el actuar con y para bien nos brinda la certeza de de que tendremos éxito en la vida?, y si aún a pesar de ello fracasamos entonces donde quedó la lógica del sembrar y cosechar?. No será acaso un simple idealismo o utopía?. Y porque aparentemente los que obran mal en la vida logran obtener la abundancia material y el éxito?, y peor aún sólo basados en sus propios principios egoístas y discriminatorios?. Entonces de que comportamiento o actitud debemos de partir para lograr lo esperado en la vida?.

Si aparentemente la lógica no siempre aplica para guiarse por ella para la consecución de un cometido o proyecto, queda por analizar que las experiencias ajenas o los métodos establecidos no siempre son aplicables a todos por igual. Son quizás pequeñas guías para orientarnos, pero que no siempre serán integralmente adaptables a nuestras necesidades. Por supuesto que todos quisiéramos que cada paso que demos en la vida nos llevara sin problemas a cumplir con éxito nuestras necesidades; pero no siempre ha resultado así y muchas ocasiones nos hemos sorprendido recibiendo los estragos de distracciones y errores. A veces hasta podemos claudicar en nuestra encomienda porque nos asusta el panorama y eso nos reditúa en frustración y depresión. En esos apremiantes momentos sólo deseamos ocultarnos y conformarnos con el destino que nos toco experimentar, incluso culpar a quienes se encuentran a nuestro alcance y a los ausentes. Si nuestro estado anímico no es el idóneo comenzamos a desorientar nuestro sendero actuando con desidia y sin importar los medios y sobre quién pasamos encima con tal de lograr satisfacer nuestra ambición; quizás en ocasiones se logre el cometido, pero a que precio? y si realmente nos sintamos orgullosos y plenos por ello. Es una cuestión de conciencia lo que nos mueve a actuar de una u otra forma, honesta o deshonesta; es probable que logremos engañar a los demás ocultando nuestra verdadera personalidad, y reales intenciones alimentadas de una doble moral; pero a final de cuentas, nos estamos engañando a nosotros mismos, y además somos conscientes de ello.

Lo más importante que podemos aquilatar, es aspirar a ser auténticos con nuestros deseos y sentimientos para ser congruentes con nuestros pensamientos, y actuar basados en este principio sobre lo que deseamos lograr a nivel personal; es nuestra vida y eso nos hace responsables de ella, y en consecuencia los resultados sin importar el matiz serán de responsabilidad única y exclusiva, y en esta tesitura, también comprenderemos que poseemos el control sobre ella, y si hay control, entonces nos pertenecen las riendas de nuestro propio destino, y sólo nosotros podemos elegir el mejor sendero que nos lleve a la realización de nuestras aspiraciones. Porque a cada paso dejaremos detrás las semillas que en el momento justo y en el tiempo adecuado germinarán para florecer, siempre y cuando poseamos la paciencia y el cuidado permanente en el proceso, para que una a una logremos recoger los resultados de nuestra cosecha, y nos sintamos orgullosos de haber actuado honestamente, no obsesionándonos si el resultado es positivo o negativo, al final de cuentas es experiencia y eso representa sabiduría y madurez para desarrollar seguridad y autoestima, lo cuál redundará en grandes beneficios para nosotros y para quienes nos rodean, no por beneficios puramente materiales, sino a través de dejar un legado y un beneficio a nivel particular para trascender a través de su memoria por el ejemplo y la tenacidad.

El Camino

¨Hay quienes se pasan toda la vida buscando su Camino¨


¨Hay quienes tienen que cargar penosamente con él¨


¨Hay quienes encuentran su vocación sin nunca jamás haberla buscado¨


Anónimo



Reflexión:

Siempre hay momentos en nuestra existencia, que nos sentimos desorientados, sin control de nuestras emociones y sin un propósito definido; de pronto nos invaden pensamientos pesimistas, y nos cuestionamos duramente, si en verdad nuestra vida ha sido lo satisfactoria que hemos deseado, si vale la pena seguir adelante, si vale la pena levantarnos una vez más y seguir a pesar de los tropiezos, los sufrimientos y las críticas. Es muy fácil caer en depresión, dejar volar la imaginación y que nos invadan los pensamientos destructivos. No necesariamente se deba a que estamos destinados a fracasar, si estamos existiendo es por alguna razón, por un propósito. Nada en la vida esta a la deriva, ni es producto de la casualidad, todo obedece a una causa, a leyes naturales que rigen el universo, debido a que todo se conserva en constante movimiento, todo es generación y destrucción, todo es orden y caos, y a su vez son cíclicos, en donde la destrucción se transforma en generación y finalizando el caos llega el orden, estrechamente ligados entre sí y gobernados por un ciclo eterno; todo un juego de polaridades, en menor o mayor grado, pero que ambas emanan de un mismo origen.

Y en nuestro caso no es la excepción, también somos gobernados por esta eterna cadena de efectos naturales; y es por ello que de nuestra naturaleza emanan tanto la generación como la destrucción y el orden como el caos. Y si estamos gobernados por esta dualidad, tarde o temprano todo se revertirá a nuestro favor o en nuestra contra, depende que tanto vayamos a favor o en contra de nuestra naturaleza humana; y si nuestra vida por lapsos se encuentra caótica y emanan pensamientos destructivos, tarde o temprano hallaremos el orden mental y la generación de ideas, siempre y cuando comprendamos que en nuestra naturaleza humana todo es cíclico y permanente; y que siempre estará latente la posibilidad de enfrentarnos a esta dualidad; y con un solo fin: lograr la estabilidad emocional y el equilibrio mental. Podemos ser o no naturales, podemos pasarnos toda una vida buscando un camino incierto, desconocido e imposible, frustrándonos permanentemente; o podemos tener la ¨fortuna¨ de hallarlo sin el menor de los esfuerzos, y si por alguna razón nos va mal, tendremos que cargar penosamente con nuestros errores y culpas, producto de un descuido o una mala elección.

Por lo tanto debemos entender que no estaremos ajenos a experimentar esta dualidad, este juego de polaridades; en un momento podemos estar en la cima, experimentar el éxito y poseer abundancia; y en el otro instante experimentar el fracaso, la derrota y la escasez. Si nos sentimos deprimidos porque nos hallamos una razón de peso para seguir adelante, para existir, para tener esperanza; es porque estamos actuando seguramente en contra de nuestra naturaleza, de nuestros deseos y auténticas aspiraciones; y por ello es que no logramos salir del estancamiento en que estamos inmersos. La frustración y el rencor no permite razonar claramente, y quizás por nuestro egoísmo y necedad nos aferramos a algo que atenta contra nuestra naturaleza. Debemos confiar en que cada ser humano conlleva dentro de sí un propósito que cumplir, una meta que alcanzar y un camino que reconocer, porque siempre ha estado ahí, frente de nuestras narices; y vaya que lo sabemos perfectamente, sólo que nos negamos a reconocerlo, y quién actúa conforme a su naturaleza sin forzarse, ni reprimirse, son aquellos que alcanzan sus metas y el éxito, porque son naturales, sabedores de sus capacidades y que han experimentado el errar y el fracaso. Como saber que es un acierto si no se conoce previamente el error?, Cómo se puede medir el éxito, si no se ha experimentado antes del fracaso?, la vida es experimentar la ley de los opuestos, de la dualidad, todo es cíclico.

Si en nuestra vida impera el caos y la destrucción, en la medid en que afrontemos nuestros problemas y hagamos de lado nuestro egoísmo y pesimismo, tan rápido es como activaremos el ciclo positivo de nuestra vida, para hallar el orden y el equilibrio que nos proporcione un palpable y real sentido a nuestra existencia.

¨Sin Caminante no hay Camino, se hace camino al andar¨


El Error más Grande


El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.

No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente.

Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.


Reflexion:

El temor a equivocarse es lo que nos impide a ser más arriesgados, cuando cometemos algún error y éste acarrea consecuencias de tipo material, moral o emocional, nos deja un sentimiento de decepción y frustración. Pero que ser humano no se ha equivocado antes?, quién no ha errado por una decisión osada?, que se pierde en el proceso?, muchas cosas por supuesto, unas insignificantes y otras irreversibles; y esto hace que el proceso de sanación sea acorde a la magnitud del error cometido. Sin embargo ya superada la crisis, queda la experiencia del evento, buena o mala depende en mucho de la percepción y la actitud que se tome. Lo que si no es diferente es que en una y otra hay aprendizaje. Es como en la naturaleza, que no hay margen de error, todo obedece a una ley natural de causa y efecto; y así cada acción que llevamos a cabo obedece también a una ley natural de causa y efecto, la diferencia es que la naturaleza humana está gobernada por el pensamiento y la naturaleza del universo obedece a leyes inmutables.

Cuando ya sucedieron las cosas es cuando tomamos real conciencia de la magnitud del error cometido, en muchas de las ocasiones ya tratar de enmendarlo es imposible, y cuando estamos en este nivel no queda más que el arrepentimiento y la culpa. Esto porque nos dejamos arrastrar por nuestros impulsos y actitudes viscerales, perdemos por completo el control de nosotros mismos, transformándonos en fieras incontrolables con el riesgo de desarrollar alguna forma de violencia con resultados catastróficos. No por ello signifique que el cometer un error tiende a ser perjudicial, es producto de un descuido y una falta de previsión; un error puede ser voluntario e involuntario, el primero motivado por un impulso visceral y el segundo por ignorancia; ambos perjudicases para nuestro desarrollo armónico.

Si nos dejáramos llevar por nuestra naturaleza instintiva sin desviarla por pensamientos alimentados por prejuicios y temores, los errores serían más controlables, ya que un pensamiento abrumado por estos aspectos no discierne claramente, y percibe los problemas con desesperación y miedo por su naturaleza desconocida, provocando con esto, irritabilidad e inestabilidad emocional lo que hace que recurramos a decisiones desesperadas y sin tener pleno control de la situación. Una situación arriesgada merece de todo nuestro discernimiento, de toda nuestra paciencia y sobre todo de una actitud positiva asumiendo con conocimiento y responsabilidad las consecuencias que deriven de toda situación de riesgo. Si somos personas propositivas asumiremos que todas y cada una de las acciones que llevemos a cabo a lo largo de nuestra vida, más que una consecuencia desagradable, nos aportará experiencia y conocimiento dinámico de vida, y cada desacierto nos conducirá a aprender un poco más de información, sobre como afrontamos y abordamos los problemas cotidianos de nuestra vida.

Porque el error más grande es no intentar hacer lo que deseamos por el temor a cometer un nuevo error, y el errar no sólo es de humanos, es el deseo de superarse en base a adquirir experiencia errando, aprendiendo, corrigiendo y mejorando día con día!

Necesito de Alguien


Que me mire a los ojos cuando hablo.
Que escuche mis tristezas y neurosis con
paciencia y aun cuando no comprenda,
respete mis sentimientos.

Necesito de alguien
que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.
Alguien lo suficientemente amigo para
decirme las verdades que no quiero oir, aun sabiendo
que puedo irritarme.

Por eso, en este mundo de indiferentes,

necesito de alguien que crea
en esa cosa misteriosa, desacreditada, casi imposible:
la amistad.

Que se obstine en ser leal, simple y justo.

Que no se vaya si algún día pierdo mi oro y

no pueda ser más la sensación de la fiesta.

Necesito de un amigo que reciba con gratitud

mi auxilio, mi mano extendida,

aun cuando eso sea muy poco para sus necesidades.

No pude elegir a quienes me trajeron al mundo,
pero puedo elegir a mi amigo.
En esta búsqueda empeño mi propia alma, pues con una
amistad verdadera, la vida se torna mas simple, mas
rica y mas bella...


Reflexión:

Quién no necesita de alguien para hacer más tolerable la soledad?, cuando nos sentimos deprimidos y angustiados porque las cosas no salen del todo bien, se dice que la soledad es el estado más íntimo de acercamiento hacia nuestra esencia que pueda existir, pero a veces esta soledad se torna en varios matices y no todos ellos muy agradables, por un lado cuando estamos muy irritados no deseamos que nadie se encuentre a nuestro lado, nos volvemos egoístas e insoportables, ahí es cuando la soledad cobra un real sentido, para aquietar nuestro caos emocional y mental; pero ya pasado este lapso, es cuando necesitamos de un buen amigo quién nos escuche y comprenda, aún a veces por encima de la misma pareja emocional, quizás porque así evadimos el reproche y la crítica. Si por el contrario caemos en la depresión por algún rompimiento, pérdida de un familiar o de alguna situación que nos sumiera en la tristeza y la desesperación, nuestra primera reacción es buscar o llamar a alguien cercano con quién desahogarnos a fin de buscar apoyo y comprensión; e incluso cuando nos encontramos felices por algún suceso agradable, quién no ha compartido esa alegría con un amigo entrañable a quién le compartimos nuestras más significativas experiencias!.

Acaso en alguna ocasión nos hemos preguntado porque es tan necesario la compañía de alguien, ya sea para desahogarnos, para compartir, para un consejo e inclusive para que sea parte de nuestra vida?. Porque cuando hemos pasado largas temporadas de aislamiento y soledad caemos tan fácilmente en la depresión que nos lleva a estados neuróticos y depresivos?, porque no sabemos estar solos y a la vez buscamos la soledad cuando nos hartamos de la gente a nuestro alrededor?. En realidad necesitamos estar solos o estar con alguien permanentemente?, porque pareciera que ninguna de las dos nos satisfacen plenamente?, por un lado la soledad cuando se extiende se vuelve insoportable, y el estar con alguien nos harta cuando esta también se extiende. Es como si sólo estuviésemos preparados para períodos breves y de esta forma sentirnos plenos y saciados!. Tememos comprometernos a estar o permanentemente con nuestra soledad o a través de una amistad o relación de pareja, tememos no poder cubrir las expectativas a largo plazo, porque tememos a lo desconocido a aquello que nos haga perder el control. Son situaciones realmente complejas el lidiar con uno o con otro porque ambos denotan compromiso y fidelidad.

Es cierto que a nadie le gusta estar solo, sobre todo el tipo de soledad que nos lleva al aislamiento y más del tipo interno, el emocional, aquel que nos angustia, nos hace perder la cabeza y tomar decisiones desesperadas y peligrosas contra nuestra integridad. En estos momentos es cuando recurrimos a alguien: al compañero, al amigo, a la pareja, al familiar e incluso hasta al desconocido; porque?, porque el ser humano por naturaleza necesita de un testigo presencial de vida, alguien quién dé constancia de sus experiencias, de sus aciertos, sus errores y sus hazañas. A través de alguien es como podemos evaluar y calificar nuestras acciones, ya sea para reafirmarnos o para corregir el rumbo, es como si nos reflejáramos a través de alguien; porque si bien es cierto, todos en algún momento necesitamos de alguien como también lo excluimos, ambos son necesarios en situaciones específicas en el momento adecuado. Pero también es cierto que cuando necesitamos desesperadamente de alguien, es porque no sabemos encontrarnos con nuestros propios cuestionamientos y sentimientos, nos evadimos porque sabemos que el evaluarse a uno mismo requiere de gran humildad y objetividad y encarar los problemas reales que solamente nosotros podemos resolver. Sólo de esta forma seremos auténticos y congruentes cuando fomentemos una verdadera amistad o una relación sentimental. Ya no buscaremos alguien quién nos complemente, porque ya no nos sentiremos vacíos e incompletos, y estaremos en la senda de enriquecer y enriquecernos verdaderamente a través de alguien y no usándolo para satisfacer nuestros vacíos existenciales a través de una actitud egoísta.


Donde Encontrar la Paz?

Se cuenta que un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera describir en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero hubo solo dos que realmente le gustaron.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esa pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se veía para nada pacífico. Pero cuando el rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca y en ese arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido.

El rey escogió la segunda pintura. "Porque, -explicó- paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas esas cosas permanezcamos en calma dentro de nuestro corazón.

"Este es el verdadero significado de la paz."


Fuente: Reflexiones Diarias


Reflexion:

Cuando estamos sumergidos en los vaivenes de nuestra existencia, poco nos percatamos de todo lo que acontece a nuestro alrededor, lo hemos padecido y disfrutado, y nos hemos sorprendido de nuestras reacciones ante acontecimientos inesperados; las experiencias en algún momento se tornan caóticas, porque finalmente es parte de la vida el aprender de las consecuencias de nuestros propios errores y aciertos, no podemos evadir nuestro entorno, pero si podemos controlarlo, aún cuando el exterior parezca que controla nuestra situación emocional. Porque aunque parezca contradictorio, el entorno nos controla porque así gradualmente lo hemos permitido, ya sea por desesperación o desconocimiento, pero finalmente el exterior nos ha ido sometiendo la iniciativa. Situaciones como esta nubla nuestro entendimiento de cómo contrarrestar los efectos que en ocasiones han desorientado el rumbo de nuestro destino. Por eso mismo, es que todo lo vemos caótico cuando en realidad pareciera ser insignificante, pero así es, tendemos a maximizar hasta lo que no tiene mayor importancia, y sin embargo lo potencializamos hasta límites insospechados, cuando la situación ya se nos ha salido de las manos.

Sólo hasta entonces como por arte de ¨magia¨ comenzamos a ver todo claramente, sobre todo cuando ya ha sido demasiado tarde, cuando las circunstancias ya están en nuestra contra. Todo a nuestro alrededor parece una pintura devastada por la ingobernabilidad de nuestra vida; y ante esos escenarios no vemos ni podemos discernir claramente como tomar nuevamente las riendas de nuestro destino, nos gobierna muchas veces la desesperación, el enojo, la frustración y el arrepentimiento al no haber tomado las previsiones adecuadas. Y de que sirve­ arrepentirnos cuando ya fue demasiado tarde­!. Cuando ya pasa el efecto de lo experimentado sólo hasta entonces comenzamos a darnos cuenta que si hubo en su momento una posibilidad para salir airosos del inconveniente; y es cuando comenzamos a reflexionar que la vida es circunstancial y que por algo nos sucedió, ya sea porque así lo provocamos inconscientemente o porque algo fuimos descuidando sin darnos cuenta e incluso por decisión propia asumiendo los riesgos.

La paz y la tranquilidad que nos desarrolle a la postre seguridad y autoconfianza, no puede ser hallada en ningún otro lugar que no sea en uno mismo, y para que ello funcione debemos reconocer que tenemos un problema de tipo moral o emocional, que algunas actitudes propias nos están generando ambientes hostiles que al lugar que vayamos, los problemas brotan sin control, como culpar el entorno, a las personas, a las circunstancias ¨inesperadas¨, cuando internamente no estamos del todo sanados, no poseemos confianza, seguridad y en cambio nos invade el temor y la zozobra a todo momento, porque no nos sentimos plenos y realizados, ya sea porque no disfrutamos lo que hacemos o nos inhibe exponernos sin complejos al exterior, el problema es aceptar que en nosotros se encuentra la absoluta responsabilidad de hacer un cambio de actitud y pensamiento más optimista, aún cuando las circunstancias del medio aparentemente no sean favorables, aún cuando algunas personas nos rechacen, y que experimentemos el sabor amargo del aislamiento. Aún en esas circunstancias en medio del caos y la destrucción se halla un resquicio de armonía y tranquilidad, y eso representa la constante esperanza para convencernos que en el momento que lo decidamos, daremos un giro total a nuestra vida; porque la paz es desarrollarse conforme a la propia percepción hacia la vida en congruencia con nuestra real esencia individual.

Las Dos Ranas


He aquí una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.

Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar. Tropezó y se cayó en el pozo.

- ¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.

- Del mar.

- ¿Es grande el mar?

- Extraordinariamente grande, inmenso.

La rana del pozo se quedó unos momentos muy pensativa y luego preguntó:

- ¿Es el mar tan grande como mi pozo?

- ¡Cómo puedes comparar tu pozo con el mar! Te digo que el mar es excepcionalmente grande, descomunal.

Pero la rana del pozo, fuera de sí por la ira, aseveró:

- Mentira, no puede haber nada más grande que mi pozo; ¡nada! ¡Eres una mentirosa y ahora mismo te echaré de aquí!

Fuente: Cuentos Clásicos de la India



Reflexion:

Nuestra perspectiva de la vida puede ser tan limitada, así como el entorno, debido a lo limitado que sea nuestro pensamiento, provocado por el temor a crecer, a lo desconocido, a traumas del pasado, al tipo de educación de nuestros padres, a factores sociales, por ignorancia, por violencia, etc. Todo lo externo nos afecta de una u otra forma a lo largo de la existencia y que nos desarrolla una personalidad temerosa e introvertida, orientándonos a ocultarnos de la ¨cruda¨ realidad. Si en algún momento tuvimos el infortunio de una mala experiencia, esto nos generó desde rencores hasta depresiones que motivaron a aislarnos como un mecanismo de defensa para tratar de asimilar nuestro dolor emocional, desahogándonos de diversas formas. La vida no la percibimos sencilla cuando nos suceden estas cosas, nos lamentamos de nuestra suerte o destino, sin saber que cada experiencia desagradable nos hunde en la desesperación, motivándonos a ser erráticos y vulnerables; y entre más nos aferramos a nuestros miedos más grande y profundo será nuestra depresión.

A pesar de ello en algunas ocasiones hemos experimentado la grandeza ilimitada de la vida, aunque haya sido en breves momentos, y éstos han sido plenos, satisfactorios e inolvidables, pero efímeros en la mayoría de los casos. Aquí la vida la conceptualizamos de diferente forma y quisiéramos que lo placentero fuese más prolongado; y sin embargo es parte de la dualidad de la vida, de sus claroscuros. Todo tiene un porque sin importar el matiz, la enseñanza de tal vivencia se encuentra ya implícita, aún cuando afecte significativamente sobre nuestros estados emocionales y psíquicos, lo que realza y diferencia entre una y otra persona es la actitud con la cuál asume tal circunstancia, como la asimila y de que forma logra desprenderse de lo negativo e innecesario, adhiriendo simplemente el aprendizaje que de ella emane.

Como visualizar un amplio horizonte, si nuestra mente esta abrumada de nubarrones?, si seguimos enfrascándonos entre el miedo y la inseguridad que nos incapacita para seguir adelante, difícilmente saldremos del atolladero en el que nos encontramos y que nos hace infelices. En algún momento debemos asumir el control de nuestra vida y no depender de factores externos que sólo nos ofrecen soluciones ficticias, una simple y a la vez compleja decisión puede cambiar el rumbo de nuestra vida; imposible?, porque? Porque así lo hemos asumido, nadie más nos estanca o frena, solamente son nuestros pensamientos, nuestro impedimento mental por autocompadecernos, por sentirnos poco agraciados y poco afortunados. Si no sabemos con certeza que destino nos depare o hacia donde reiniciar nuestra marcha, es importante confiar en nuestros impulsos internos, tarde o temprano visualizaremos una pequeña luz en la oscuridad, porque hay algo que cada ser humano posee que lo diferencia de entre sus iguales y que marca la diferencia y la oportunidad en la medida en que nos destrabemos de los pensamientos negativos y destructivos, vale la pena intentarlo, porque de la nada surge el todo.

Prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber que hacer.

Tener miedo a tus recuerdos.



Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.


Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus deudas y mal humor.


Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles solo cuando los necesitas.


Queda prohibido no ser tu ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.


Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.


Queda prohibido echar de menos a alguien sin alegrarte,

olvidar sus ojos, su risa, todo

por que sus caminos han dejado de abrazarse.

olvidar su pasado y pagarlo con su presente.


Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen mas que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.



Fuente: Anónimo



Reflexion:

Muchas son las cosas que hemos permitido prohibirnos, y mucho de todo esto ha sido circunstancial; sin darnos cuenta nuestra personalidad se ha moldeado a través del medio en que nos hemos desenvuelto y esa personalidad se ha formado en gran medida contraria a nuestros deseos, por adaptación, represión, conveniencia o temor a demostrar nuestra real individualidad. Y por esto mismo, que podemos esperar cuando ya tenemos plena conciencia del tipo de vida que hasta el momento estamos experimentando?. Cuando miramos hacia atrás nos percatamos que hay una gran distancia entre lo que somos en realidad y en lo que aparentamos ante los demás. Esto por supuesto incide en la impotencia que experimentamos para tomar una decisión trascendente, para desprendernos de aquello que nos impide eliminar las cargas del pasado y para atrevernos a mostrarnos ante los demás sin impedimento alguno.

Y a pesar de que tenemos conciencia de esta problemática, porque razón seguimos prohibiéndonos tantas cosas que deseamos hacer?. Pareciera que el temor se ha impregnado en nuestra mente en forma permanente, o es que nos hemos acostumbrado a permanecer en nuestra zona de confort?, que necesitamos para salir de nuestro letargo que nos proporcione plena certeza para aventurarnos?. Temor al fracaso?, al ridículo? A equivocarnos?, a salir lastimados?, a caer de nuevo a un precipicio sin fondo?. Es el temor a lo desconocido?, o a no estar a la altura de las expectativas?. Es por ello que nos imponemos todo tipo de pretextos para no atrevernos ser lo que siempre hemos deseado ser y hacer; caemos en alguna forma de egoísmo al sumergirnos en la pasividad y la conformidad, por temor a esto y aquello, simplemente desarrollamos prejuicios que estancan nuestra natural evolución humana, lo que nos hace desconfiados y temerosos ante los nuevos retos de la vida.

Nadie por supuesto, posee el libro de la vida que antecede a una acción del futuro inmediato, cada acción y cada instante es diferente y único, el temor al atrevimiento de lo nuevo es acción meramente mental y que ha sido bombardeado por prejuicios y culpas. Si comenzamos a realizar pequeñas acciones, seguras y evidentes comenzaremos a desarrollar confianza para los grandes retos que se nos avecinen, comprenderemos que aquello que tanto tememos se cumple cuando es alimentado y dirigido por nuestro pensamiento, siempre y cuando éste comience a ser sanado por nuestra actitud; tenemos razón si nos sentimos pesimistas o molestos con la vida y sus circunstancias, pero no tenemos la razón si nos aferramos a sentirnos permanentemente así; porque nos enferma emocional, mental y físicamente. Tarde o temprano tenemos que tomar las riendas de nuestro destino, para ya salir poco a poco de la depresión y la inseguridad que ata nuestro deseo de buscar nuestros anhelos, porque en verdad somos personas valiosas que merecemos una oportunidad, no importa cuales sean nuestras condiciones actuales o que tipo de destino estamos experimentando. El valor radica en que primero lo reconozcamos sin que nos importen las opiniones, condiciones y presiones externas, atrevernos a dar esos pasos quizás al principio un poco temerosos, pero si tenemos confianza, cada vez serán más sólidos en la medida en que comprobemos que no todo lo que pensamos anticipadamente es malo; porque no somos malos, incapaces o incompetentes; sólo es producto de pensamientos mal dirigidos y canalizados; el cambio de actitud vale la pena, pero hay que dar ya ese primer paso!.