lunes, agosto 06, 2007

El Río Helado

Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río. No había un puente por el cuál se pudiera cruzar. Era invierno y la superficie del río se hallaba congelada. Obscurecía y deseaba llegar pronto al pueblo que se encontraba a poca distancia del río, mientras hubiera suficiente luz para distinguir el camino.

Llegó a preguntarse si el hielo sería lo suficientemente fuerte para soportar su peso. Como viajaba solo y no había nadie más en los alrededores, una fractura y caída en el río helado significaría la muerte; pero pasar la noche en ese hostil paraje representaba también el peligro de morir por hipotermia.

Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodilló y comenzó, muy cauteloso, a arrastrarse por encima del hielo. Pensaba que, al distribuir el peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el hielo se quebrara bajo su peso. Después de haber recorrido la mitad del trayecto en esta forma lenta y dolorosa, de pronto escuchó el sonido de una canción detrás de sí.

De la noche salió un carruaje tirado por cuatro caballos, lleno de carbón y conducido por un hombre que cantaba con alegría mientras iba en su despreocupado camino.

Allí se encontraba nuestro cauteloso viajero, arrastrándose con manos y pies, mientras, a su lado, como un viento invernal, pasó el conductor con su carruaje, caballos y pesada carga ¡¡¡por el mismo río!!!

Reflexión:

Esta historia nos ilustra cómo muchos de nosotros pasamos por las dificultades que se nos presenta la vida:

Unos se quedan en la orilla de la indecisión, incapaces de decidir qué camino tomar. Otros prefieren permanecer allí, tratando de reunir suficiente valor para llegar al otro lado del problema en que se encuentran. Algunas personas se arrastran en la vida por temor a que las dificultades se les vuelvan adversas (se les rompa el hielo). Su fe y fuerza de voluntad no es lo bastante fuerte para sostenerlos de pie en medio de la adversidad. Existen los que van silbando por el camino. Saben en quién tiene puesta su confianza y su fe es inquebrantable.
Y Existen los que por medio de sus inseguridades y prejuicios confunden la cautela con la especulación, atemorizados por dar pasos firmes temiendo que se rompa la capa que creen es muy delgada y frágil, cuando lo que es frágil es la propia seguridad en si mismos.
Aún cuando se presenten por la vida ríos de adversidades, no debemos temer, ni arrastrarnos por la vida, vale la pena tomar riesgos, sortearlos con inteligencia y audacia, cada vivencia es una gota más en nuestro mar de experiencias, que nos brindarán madurez y libertad para lograr trascender en la vida.
Cada uno de nosotros tenemos un fin específico por cumplir en la vida, en cada uno de nosotros existe una luz interna que alumbrará con su grandeza. Cómo descubrir ese propósito que le dé un sentido real a nuestra vida?, como hallar esa luz que nos oriente através de la obscuridad de las adversidades?, si evadimos la oportunidad de ser nosotros mismos?, en confiar plenamente en nuestras capacidades?.
Si nos permitimos ser, descubriremos que en el obsequiar a los demás parte de nuestra esencia, de nuestras experiencias y de lo que anhelamos proyectarles, obtendremos la mayor riqueza: la aceptación, reconocimiento y el cariño de los que nos rodean.
Sólo basta Ser lo que somos!

Un Amor Incondicional!

Las casas de los japoneses tienen, normalmente, un espacio hueco entre las paredes de madera.Mientras esta persona echaba abajo los muros de su casa, se dio cuenta de que allí había una lagartija inmóvil, porque un clavo, desde fuera, le había atravesado una de sus patitas y la había hecho permanecer fija en la pared.
El dueño de la casa, viendo esto, sintió, al mismo tiempo, piedad y curiosidad. Cuando estudió el clavo, quedó pensativo... El clavo había sido clavado hacía diez años, cuando la casa fue construida.¿Qué habría ocurrido entonces?
¡La lagartija había sobrevivido en esa posición durante diez años! ¡En un oscuro muro en esa posición durante diez años sin moverse! ¡Es imposible, inimaginable!Entonces, aquella persona se preguntó cómo esta lagartija habría podido sobrevivir durante diez años sin dar un solo paso ¡si desde entonces su patita estaba clavada allí!
Así que, paró de trabajar y observó a la lagartija,preguntándose qué podría haber hecho, y cómo ella habría conseguido alimentarse.
Más tarde, sin saber de dónde venía, apareció otra lagartija, con alimento en su boca.¡¡Ahhh!! Quedó aturdido y emocionado al mismo tiempo.
¡Otra lagartija había estado alimentando durante diez años a la lagartija que permanecía clavada en la pared...!¡Tanto amor, un amor tan precioso!
Tanto amor ha tenido esta pequeña criatura...¿Qué no puede lograr el amor?¡Puede hacer maravillas!
¡El amor puede hacer milagros!En ese mismo instante, cayó en la cuenta; una lagartija fue alimentada por otra, incansablemente, durante diez largos años, sin perder la esperanza en su compañera.

Reflexión:

La Naturaleza nos da grandes lecciones de vida, como es el caso de una simple lagartija un ejemplo de paciencia, fidelidad y sobre todo un sentimiento de incondicionalidad que se expresa en Amor, Imaginemos si así actúa un ser que tiene lo básico de instinto e inteligencia innata! Que se podría esperar de nosotros como seres humanos, seres pensantes, con una inteligencia superior y sobre todo con el Don que la naturaleza nos proporcionó: Conciencia.

Tenemos la capacidad no sólo de discernir, sino de pensar, sentir y amar; el valor más preciado en el ser humano no se encuentra solamente en el descubrir y develar los grandes misterios del entorno que nos rodea, sino en aprender de lo que la naturaleza nos enseña.

La fidelidad es una cualidad esencial: hacia los amigos, la familia, la pareja pero sobre todo ante nosotros mismos, ser capaces de cultivar nuestras virtudes; para entregarlas a quienes amamos, no sólo por conveniencias o cortos períodos de tiempo, sino de toda una vida!, alimentando día a día a esa persona especial nuestro interés, cuidado y nuestro cariño; donde el Amor es la preocupación activa hacia la persona.

Mientras exista esperanza hacia un anhelo, una meta, un sueño o un deseo, si trabajamos activamente por construir ese pilar que le da sentido a nuestra vida, tarde temprano recibiremos la recompensa esperada: el Amor!

" A veces sentimos que lo que hacemos es una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota¨