La Rosa
Una mujer profesionista ocupaba un puesto gerencial en una importante empresa, se caracterizaba por sur muy competente en su desempeño, sin embargo este trabajo la absorbía demasiado al grado de que invertía muy poco tiempo en la atención a su familia a quién amaba profundamente, debido a que su trabajo le absorbía gran parte del día provocándole con el paso del tiempo problemas en su matrimonio debido a sus ya frecuentes ausencias debido a que viajaba todo el tiempo.
Su pequeño hijo de dos años se impacientaba cada vez más ante la ausencia y poco afecto de su madre, aún cuando su esposo que la amaba, la comprendía y la apoyaba, la situación era cada vez más frágil, lo cuál motivaba fuertes discusiones que terminaban en dolorosas lágrimas del pequeño hijo, terminando por hacer crisis en la desesperada mujer al sentirse agobiada y desconsolada por la situación que vivía.
Un día, no pudo más y acudió a su padre, explicándole la delicada situación y la necesidad de buscar una solución a sus problemas, a lo que su padre con gran sabiduría le hizo la siguiente sugerencia:
- Hija mía, no te angusties todo en la vida tiene una solución, solo necesitas voluntad para lograr salir de tus problemas, te pido que vayas a la florería más cercana y compres una maceta con un gran rosa roja. Tu misión será la de cuidarla y regarla todos los días durante una semana.
La hija con gran desconcierto sin preguntar más fue a la florería y adquirió una hermosa flor roja que dejaba ver la belleza de sus sedosos y brillantes pétalos, y al llevarla a su casa, en un principio le rocío agua y muy cuidadosamente le limpió los pétalos con un pañuelo. Sin embargo al pasar los días, debido a lo absorbente de su trabajo poco a poco se fue olvidando de la flor.
Transcurrida una semana, al llegar de su trabajo, su padre se encontraba esperándola en su casa, en ese instante ella se percató avergonzada que la rosa se había marchitado debido al su descuido, por lo que el padre dulcemente le dijo:
Hija mía, la familia es como una rosa, si no la cuidas todos los días esta se marchita y muere. Ella no pudo más y con lágrimas en los ojos abrazó a su padre y todo se aclaró en su mente, desde aquel instante pidió un puesto que no le implicará tanto tiempo y responsabilidades, dedicándose en cuerpo y alma a su familia convirtiéndose en una mujer amorosa con su pequeño hijo y esposo, logrando de esta forma salvar su matrimonio.
Reflexión:
Las labores cotidianas de la vida implican esfuerzo y dedicación para el logro de nuestras metas, sin embargo en una sociedad donde el ritmo de vida es acelerado y estresante, el tiempo nos absorbe casi por completo terminando la jornada de trabajo, agobiados y estresados, deseando solamente llegara a acostarnos y descansar para finalizar un día más, quedando la familia en un aspecto secundario, cuando es la familia la que nos motiva a buscar el sustento diario y brindarle a sí un buen porvenir.
Cuán importante es darle real dimensión a nuestras actividades, desarrollar la habilidad de organizarnos, dándole prioridad a los aspectos que a largo plazo nos proporcionarán los elementos para obtener los resultados esperados, cuya finalidad es nuestra tranquilidad económica y emocional.
Pero, la familia que tan importante es para nosotros?, que hacemos realmente para buscar la armonía y fomentar el amor a nuestros seres queridos?; por lo general la familia sólo es de un fin de semana, cuando lo esencial es estar en contacto todos los días, a cada momento, convivir, dialogar, crecer con ellos, cuando la familia es el sostén más importante de la sociedad, el pilar de cada ser humano para su estabilidad anímica y emocional.
No cabe duda que en los momentos difíciles, cuando las cosas no salen como esperamos, cuando ocurre un accidente, cuando estamos en un aprieto, cuando más agobiados estamos o cuando sentimos que no existe solución y caemos en la desesperación, aparentemente en esos momentos nos sentimos solos; sin embargo nuestra familia siempre nos apoyará incondicionalmente, sin reservas ni condicionamientos y será siempre un refugio para nuestra alma, aún cuando no estén de acuerdo con nuestro proceder o nuestras decisiones, siempre nos tenderán la mano para ofrecernos apoyo y cariño.
Una Rosa es como la Familia, requiere de cuidado, cariño, regarla todos los días para mantener la frescura y vitalidad de cada uno de sus pétalos que representan a cada uno de los integrantes de nuestra familia, protegerla de los agentes agresivos que puedan marchitar los pétalos de sus vanidades y virtudes, ofrecerle los nutrientes necesarios para que se desarrolle en armonía y al luz el sol que será la luz del conocimiento para que crezca con un tallo fuerte de convicciones e ideales y alimentar con el abono adecuado para que sus raíces sean profundas de amor y resistentes ante las adversidades; porque al paso del tiempo esa flor será un gran rosal que liberará en el esplendor de su esencia el fruto de nuestras acciones, obteniendo con ello una nueva semilla que germinará en un hermoso rosal lo cuál será la trascendencia de nuestras metas hacia un mejor porvenir hacia las generaciones venideras.
Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?
Su pequeño hijo de dos años se impacientaba cada vez más ante la ausencia y poco afecto de su madre, aún cuando su esposo que la amaba, la comprendía y la apoyaba, la situación era cada vez más frágil, lo cuál motivaba fuertes discusiones que terminaban en dolorosas lágrimas del pequeño hijo, terminando por hacer crisis en la desesperada mujer al sentirse agobiada y desconsolada por la situación que vivía.
Un día, no pudo más y acudió a su padre, explicándole la delicada situación y la necesidad de buscar una solución a sus problemas, a lo que su padre con gran sabiduría le hizo la siguiente sugerencia:
- Hija mía, no te angusties todo en la vida tiene una solución, solo necesitas voluntad para lograr salir de tus problemas, te pido que vayas a la florería más cercana y compres una maceta con un gran rosa roja. Tu misión será la de cuidarla y regarla todos los días durante una semana.
La hija con gran desconcierto sin preguntar más fue a la florería y adquirió una hermosa flor roja que dejaba ver la belleza de sus sedosos y brillantes pétalos, y al llevarla a su casa, en un principio le rocío agua y muy cuidadosamente le limpió los pétalos con un pañuelo. Sin embargo al pasar los días, debido a lo absorbente de su trabajo poco a poco se fue olvidando de la flor.
Transcurrida una semana, al llegar de su trabajo, su padre se encontraba esperándola en su casa, en ese instante ella se percató avergonzada que la rosa se había marchitado debido al su descuido, por lo que el padre dulcemente le dijo:
Hija mía, la familia es como una rosa, si no la cuidas todos los días esta se marchita y muere. Ella no pudo más y con lágrimas en los ojos abrazó a su padre y todo se aclaró en su mente, desde aquel instante pidió un puesto que no le implicará tanto tiempo y responsabilidades, dedicándose en cuerpo y alma a su familia convirtiéndose en una mujer amorosa con su pequeño hijo y esposo, logrando de esta forma salvar su matrimonio.
Reflexión:
Las labores cotidianas de la vida implican esfuerzo y dedicación para el logro de nuestras metas, sin embargo en una sociedad donde el ritmo de vida es acelerado y estresante, el tiempo nos absorbe casi por completo terminando la jornada de trabajo, agobiados y estresados, deseando solamente llegara a acostarnos y descansar para finalizar un día más, quedando la familia en un aspecto secundario, cuando es la familia la que nos motiva a buscar el sustento diario y brindarle a sí un buen porvenir.
Cuán importante es darle real dimensión a nuestras actividades, desarrollar la habilidad de organizarnos, dándole prioridad a los aspectos que a largo plazo nos proporcionarán los elementos para obtener los resultados esperados, cuya finalidad es nuestra tranquilidad económica y emocional.
Pero, la familia que tan importante es para nosotros?, que hacemos realmente para buscar la armonía y fomentar el amor a nuestros seres queridos?; por lo general la familia sólo es de un fin de semana, cuando lo esencial es estar en contacto todos los días, a cada momento, convivir, dialogar, crecer con ellos, cuando la familia es el sostén más importante de la sociedad, el pilar de cada ser humano para su estabilidad anímica y emocional.
No cabe duda que en los momentos difíciles, cuando las cosas no salen como esperamos, cuando ocurre un accidente, cuando estamos en un aprieto, cuando más agobiados estamos o cuando sentimos que no existe solución y caemos en la desesperación, aparentemente en esos momentos nos sentimos solos; sin embargo nuestra familia siempre nos apoyará incondicionalmente, sin reservas ni condicionamientos y será siempre un refugio para nuestra alma, aún cuando no estén de acuerdo con nuestro proceder o nuestras decisiones, siempre nos tenderán la mano para ofrecernos apoyo y cariño.
Una Rosa es como la Familia, requiere de cuidado, cariño, regarla todos los días para mantener la frescura y vitalidad de cada uno de sus pétalos que representan a cada uno de los integrantes de nuestra familia, protegerla de los agentes agresivos que puedan marchitar los pétalos de sus vanidades y virtudes, ofrecerle los nutrientes necesarios para que se desarrolle en armonía y al luz el sol que será la luz del conocimiento para que crezca con un tallo fuerte de convicciones e ideales y alimentar con el abono adecuado para que sus raíces sean profundas de amor y resistentes ante las adversidades; porque al paso del tiempo esa flor será un gran rosal que liberará en el esplendor de su esencia el fruto de nuestras acciones, obteniendo con ello una nueva semilla que germinará en un hermoso rosal lo cuál será la trascendencia de nuestras metas hacia un mejor porvenir hacia las generaciones venideras.
Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?
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