Siembra
Siembra amor, y recogerás unión,
siembra unión, y recogerás paz,
siembra paz, y recogerás armonía,
siembra armonía, y recogerás ilusiones.
Siembra ilusiones, y recogerás vida,
siembra vida, y recogerás regalos,
siembra regalos, y recogerás alegría,
siembra alegría y recogerás fe.
Siembra fe, y recogerás esperanza,
siembra esperanza, y recogerás confianza,
siembra confianza, y recogerás unidad,
siembra unidad, y recogerás carácter.
Siembra carácter, y recogerás hábitos,
siembra hábitos, y recogerás destinos,
siembra destinos, y recogerás felicidad,
siembra felicidad, y recogerás éxito.
Y con ese éxito, crecerá tu sueño,
con ese sueño, crecerá tu realidad,
con esa realidad, crecerá tu verdad,
y esa verdad, te llevará a Dios.
Fuente: Reflexiones Diarias
Reflexión:
Realmente sembramos? Para exigir cosecha?, y cuando cosechamos nos sentimos realmente merecedores de lo que inicialmente sembramos?, o por lo menos si ya obtuvimos un beneficio lo hemos compartido generosamente o nos hemos comportado ambiciosos y egoístas?, sabemos a ciencia cierta que lo sembrado es lo que nos redituará en lo esperado?, hay conocimiento de causa o simplemente lo dejamos al azar sin un análisis previo cuidadoso?, Cómo saber si cada una de nuestras acciones son las mejores, las más cuidadosas y las más acertadas?. Y por el contrario en que momento podemos saber si estamos cometiendo un error que nos lleve invariablemente a fracasar en algún proyecto en particular?. En que fundamentos o en que experiencias debemos confiar para asegurar su conclusión o el éxito esperado?. Acaso el actuar con y para bien nos brinda la certeza de de que tendremos éxito en la vida?, y si aún a pesar de ello fracasamos entonces donde quedó la lógica del sembrar y cosechar?. No será acaso un simple idealismo o utopía?. Y porque aparentemente los que obran mal en la vida logran obtener la abundancia material y el éxito?, y peor aún sólo basados en sus propios principios egoístas y discriminatorios?. Entonces de que comportamiento o actitud debemos de partir para lograr lo esperado en la vida?.
Si aparentemente la lógica no siempre aplica para guiarse por ella para la consecución de un cometido o proyecto, queda por analizar que las experiencias ajenas o los métodos establecidos no siempre son aplicables a todos por igual. Son quizás pequeñas guías para orientarnos, pero que no siempre serán integralmente adaptables a nuestras necesidades. Por supuesto que todos quisiéramos que cada paso que demos en la vida nos llevara sin problemas a cumplir con éxito nuestras necesidades; pero no siempre ha resultado así y muchas ocasiones nos hemos sorprendido recibiendo los estragos de distracciones y errores. A veces hasta podemos claudicar en nuestra encomienda porque nos asusta el panorama y eso nos reditúa en frustración y depresión. En esos apremiantes momentos sólo deseamos ocultarnos y conformarnos con el destino que nos toco experimentar, incluso culpar a quienes se encuentran a nuestro alcance y a los ausentes. Si nuestro estado anímico no es el idóneo comenzamos a desorientar nuestro sendero actuando con desidia y sin importar los medios y sobre quién pasamos encima con tal de lograr satisfacer nuestra ambición; quizás en ocasiones se logre el cometido, pero a que precio? y si realmente nos sintamos orgullosos y plenos por ello. Es una cuestión de conciencia lo que nos mueve a actuar de una u otra forma, honesta o deshonesta; es probable que logremos engañar a los demás ocultando nuestra verdadera personalidad, y reales intenciones alimentadas de una doble moral; pero a final de cuentas, nos estamos engañando a nosotros mismos, y además somos conscientes de ello.
Lo más importante que podemos aquilatar, es aspirar a ser auténticos con nuestros deseos y sentimientos para ser congruentes con nuestros pensamientos, y actuar basados en este principio sobre lo que deseamos lograr a nivel personal; es nuestra vida y eso nos hace responsables de ella, y en consecuencia los resultados sin importar el matiz serán de responsabilidad única y exclusiva, y en esta tesitura, también comprenderemos que poseemos el control sobre ella, y si hay control, entonces nos pertenecen las riendas de nuestro propio destino, y sólo nosotros podemos elegir el mejor sendero que nos lleve a la realización de nuestras aspiraciones. Porque a cada paso dejaremos detrás las semillas que en el momento justo y en el tiempo adecuado germinarán para florecer, siempre y cuando poseamos la paciencia y el cuidado permanente en el proceso, para que una a una logremos recoger los resultados de nuestra cosecha, y nos sintamos orgullosos de haber actuado honestamente, no obsesionándonos si el resultado es positivo o negativo, al final de cuentas es experiencia y eso representa sabiduría y madurez para desarrollar seguridad y autoestima, lo cuál redundará en grandes beneficios para nosotros y para quienes nos rodean, no por beneficios puramente materiales, sino a través de dejar un legado y un beneficio a nivel particular para trascender a través de su memoria por el ejemplo y la tenacidad.
siembra unión, y recogerás paz,
siembra paz, y recogerás armonía,
siembra armonía, y recogerás ilusiones.
Siembra ilusiones, y recogerás vida,
siembra vida, y recogerás regalos,
siembra regalos, y recogerás alegría,
siembra alegría y recogerás fe.
Siembra fe, y recogerás esperanza,
siembra esperanza, y recogerás confianza,
siembra confianza, y recogerás unidad,
siembra unidad, y recogerás carácter.
Siembra carácter, y recogerás hábitos,
siembra hábitos, y recogerás destinos,
siembra destinos, y recogerás felicidad,
siembra felicidad, y recogerás éxito.
Y con ese éxito, crecerá tu sueño,
con ese sueño, crecerá tu realidad,
con esa realidad, crecerá tu verdad,
y esa verdad, te llevará a Dios.
Fuente: Reflexiones Diarias
Reflexión:
Realmente sembramos? Para exigir cosecha?, y cuando cosechamos nos sentimos realmente merecedores de lo que inicialmente sembramos?, o por lo menos si ya obtuvimos un beneficio lo hemos compartido generosamente o nos hemos comportado ambiciosos y egoístas?, sabemos a ciencia cierta que lo sembrado es lo que nos redituará en lo esperado?, hay conocimiento de causa o simplemente lo dejamos al azar sin un análisis previo cuidadoso?, Cómo saber si cada una de nuestras acciones son las mejores, las más cuidadosas y las más acertadas?. Y por el contrario en que momento podemos saber si estamos cometiendo un error que nos lleve invariablemente a fracasar en algún proyecto en particular?. En que fundamentos o en que experiencias debemos confiar para asegurar su conclusión o el éxito esperado?. Acaso el actuar con y para bien nos brinda la certeza de de que tendremos éxito en la vida?, y si aún a pesar de ello fracasamos entonces donde quedó la lógica del sembrar y cosechar?. No será acaso un simple idealismo o utopía?. Y porque aparentemente los que obran mal en la vida logran obtener la abundancia material y el éxito?, y peor aún sólo basados en sus propios principios egoístas y discriminatorios?. Entonces de que comportamiento o actitud debemos de partir para lograr lo esperado en la vida?.
Si aparentemente la lógica no siempre aplica para guiarse por ella para la consecución de un cometido o proyecto, queda por analizar que las experiencias ajenas o los métodos establecidos no siempre son aplicables a todos por igual. Son quizás pequeñas guías para orientarnos, pero que no siempre serán integralmente adaptables a nuestras necesidades. Por supuesto que todos quisiéramos que cada paso que demos en la vida nos llevara sin problemas a cumplir con éxito nuestras necesidades; pero no siempre ha resultado así y muchas ocasiones nos hemos sorprendido recibiendo los estragos de distracciones y errores. A veces hasta podemos claudicar en nuestra encomienda porque nos asusta el panorama y eso nos reditúa en frustración y depresión. En esos apremiantes momentos sólo deseamos ocultarnos y conformarnos con el destino que nos toco experimentar, incluso culpar a quienes se encuentran a nuestro alcance y a los ausentes. Si nuestro estado anímico no es el idóneo comenzamos a desorientar nuestro sendero actuando con desidia y sin importar los medios y sobre quién pasamos encima con tal de lograr satisfacer nuestra ambición; quizás en ocasiones se logre el cometido, pero a que precio? y si realmente nos sintamos orgullosos y plenos por ello. Es una cuestión de conciencia lo que nos mueve a actuar de una u otra forma, honesta o deshonesta; es probable que logremos engañar a los demás ocultando nuestra verdadera personalidad, y reales intenciones alimentadas de una doble moral; pero a final de cuentas, nos estamos engañando a nosotros mismos, y además somos conscientes de ello.
Lo más importante que podemos aquilatar, es aspirar a ser auténticos con nuestros deseos y sentimientos para ser congruentes con nuestros pensamientos, y actuar basados en este principio sobre lo que deseamos lograr a nivel personal; es nuestra vida y eso nos hace responsables de ella, y en consecuencia los resultados sin importar el matiz serán de responsabilidad única y exclusiva, y en esta tesitura, también comprenderemos que poseemos el control sobre ella, y si hay control, entonces nos pertenecen las riendas de nuestro propio destino, y sólo nosotros podemos elegir el mejor sendero que nos lleve a la realización de nuestras aspiraciones. Porque a cada paso dejaremos detrás las semillas que en el momento justo y en el tiempo adecuado germinarán para florecer, siempre y cuando poseamos la paciencia y el cuidado permanente en el proceso, para que una a una logremos recoger los resultados de nuestra cosecha, y nos sintamos orgullosos de haber actuado honestamente, no obsesionándonos si el resultado es positivo o negativo, al final de cuentas es experiencia y eso representa sabiduría y madurez para desarrollar seguridad y autoestima, lo cuál redundará en grandes beneficios para nosotros y para quienes nos rodean, no por beneficios puramente materiales, sino a través de dejar un legado y un beneficio a nivel particular para trascender a través de su memoria por el ejemplo y la tenacidad.
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