jueves, junio 23, 2011

Las Dos Ranas


He aquí una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.

Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar. Tropezó y se cayó en el pozo.

- ¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.

- Del mar.

- ¿Es grande el mar?

- Extraordinariamente grande, inmenso.

La rana del pozo se quedó unos momentos muy pensativa y luego preguntó:

- ¿Es el mar tan grande como mi pozo?

- ¡Cómo puedes comparar tu pozo con el mar! Te digo que el mar es excepcionalmente grande, descomunal.

Pero la rana del pozo, fuera de sí por la ira, aseveró:

- Mentira, no puede haber nada más grande que mi pozo; ¡nada! ¡Eres una mentirosa y ahora mismo te echaré de aquí!

Fuente: Cuentos Clásicos de la India



Reflexion:

Nuestra perspectiva de la vida puede ser tan limitada, así como el entorno, debido a lo limitado que sea nuestro pensamiento, provocado por el temor a crecer, a lo desconocido, a traumas del pasado, al tipo de educación de nuestros padres, a factores sociales, por ignorancia, por violencia, etc. Todo lo externo nos afecta de una u otra forma a lo largo de la existencia y que nos desarrolla una personalidad temerosa e introvertida, orientándonos a ocultarnos de la ¨cruda¨ realidad. Si en algún momento tuvimos el infortunio de una mala experiencia, esto nos generó desde rencores hasta depresiones que motivaron a aislarnos como un mecanismo de defensa para tratar de asimilar nuestro dolor emocional, desahogándonos de diversas formas. La vida no la percibimos sencilla cuando nos suceden estas cosas, nos lamentamos de nuestra suerte o destino, sin saber que cada experiencia desagradable nos hunde en la desesperación, motivándonos a ser erráticos y vulnerables; y entre más nos aferramos a nuestros miedos más grande y profundo será nuestra depresión.

A pesar de ello en algunas ocasiones hemos experimentado la grandeza ilimitada de la vida, aunque haya sido en breves momentos, y éstos han sido plenos, satisfactorios e inolvidables, pero efímeros en la mayoría de los casos. Aquí la vida la conceptualizamos de diferente forma y quisiéramos que lo placentero fuese más prolongado; y sin embargo es parte de la dualidad de la vida, de sus claroscuros. Todo tiene un porque sin importar el matiz, la enseñanza de tal vivencia se encuentra ya implícita, aún cuando afecte significativamente sobre nuestros estados emocionales y psíquicos, lo que realza y diferencia entre una y otra persona es la actitud con la cuál asume tal circunstancia, como la asimila y de que forma logra desprenderse de lo negativo e innecesario, adhiriendo simplemente el aprendizaje que de ella emane.

Como visualizar un amplio horizonte, si nuestra mente esta abrumada de nubarrones?, si seguimos enfrascándonos entre el miedo y la inseguridad que nos incapacita para seguir adelante, difícilmente saldremos del atolladero en el que nos encontramos y que nos hace infelices. En algún momento debemos asumir el control de nuestra vida y no depender de factores externos que sólo nos ofrecen soluciones ficticias, una simple y a la vez compleja decisión puede cambiar el rumbo de nuestra vida; imposible?, porque? Porque así lo hemos asumido, nadie más nos estanca o frena, solamente son nuestros pensamientos, nuestro impedimento mental por autocompadecernos, por sentirnos poco agraciados y poco afortunados. Si no sabemos con certeza que destino nos depare o hacia donde reiniciar nuestra marcha, es importante confiar en nuestros impulsos internos, tarde o temprano visualizaremos una pequeña luz en la oscuridad, porque hay algo que cada ser humano posee que lo diferencia de entre sus iguales y que marca la diferencia y la oportunidad en la medida en que nos destrabemos de los pensamientos negativos y destructivos, vale la pena intentarlo, porque de la nada surge el todo.