martes, diciembre 06, 2011

Dudas

Hu-Ssong, filósofo oriental, hablaba con dos de sus discípulos.

Le dijo uno:

- Maestro: tengo muchas dudas.

- Aprenderás bastante - le respondió Hu-Ssong.

Otro le dijo:

- Maestro: no tengo ninguna duda.

- Jamás aprenderás nada - le indicó el maestro. Y explicó:

- El que duda busca; el que no duda piensa que lo ha encontrado todo ya, y entonces deja de pensar. La incertidumbre del que duda enseña más que la certeza del que cree saberlo todo. La duda nos hace humildes; de la absoluta certidumbre nace la soberbia.

- Tienes razón - dijeron los alumnos.

Y Hu-Ssong contestó:

- Lo dudo.

Fuente: Reflexiones Diarias

Reflexión:

En más de una ocasión hemos dudado, en innumerables de veces nos invade lo desconocido, ya que nuestra principal naturaleza es dudar de todo cuánto nos rodea, y principalmente en la interacción con las personas nos hemos comportado incrédulos o reaccionarios, y sin embargo muchas ocasiones más hemos pecado de ser crédulos, lo cuál nos ha traído gran cantidad de dificultades y problemas. Lo contradictorio de esto es que esas dudas se derivan de la certeza de nuestra propia existencia. Esto es comprensible hasta cierto punto, porque del único tiempo que tenemos seguridad es de lo que ya vivimos, del pasado y por supuesto, del tiempo presente, más no del futuro. Pero si hay algo de lo que deberíamos preocuparnos es de pecar de soberbia, sintiéndonos poseedores absolutos de la verdad, y más si intentamos imponer a como de lugar a otra persona que no concuerde con nuestro punto de vista.

Cuando dudamos y no satisfacemos esos cuestionamientos estamos sujetos a la depresión al no halar respuestas que nos den paz y tranquilidad, nuestro mundo interno se trastorna y somos presas fáciles del engaño y la manipulación. Ya que el conocimiento representa certeza y seguridad hacia donde anhelamos llegar. Y más aún cuando las personas dudan de nuestras capacidades; si nos sentimos inseguros o dependemos de lo que los demás piensen o hablen de nosotros; cuántas veces no hemos truncado un sueño, o dejado de hacer algo que anhelábamos con toda el alma porque le dimos más importancia al cuestionamiento de alguien haciéndonos dudar incluso de nuestras propias capacidades.

El dudar no necesariamente significa pérdida de la certeza existencial, a veces es importante el hacerlo, pero de una forma activa, es decir buscando e investigando para satisfacer nuestras dudas existenciales, y esto es para enriquecer la vida resolviendo uno a uno los cuestionamientos que se derivan de agentes externos e incuso de nosotros mismos todo tipo de cuestionamiento con un solo objetivo: crecer en lo intelectual, y emocional. Lo que da como resultado el anhelar el conocimiento para conducirnos adecuadamente y con seguridad. Pero para eso hay que aplicar constantemente la duda ante lo que escuchemos, nos digan, leamos y observemos, y por consecuencia buscar e investigar hasta satisfacer nuestras inquietudes, lo que nos dotará de una gran capacidad de discernimiento para resolver los enigmas que la vida nos enfrenta día con día!.