Y les dijeron que no?
Cuando el gran pianista polaco Ignace Paderewsky decidió estudiar piano, su profesor de música le dijo que sus manos eran demasiado pequeñas para dominar el teclado.
Cuando el gran tenor italiano Enrico Caruso presentó su solicitud para aprender canto, el maestro le dijo que su voz sonaba como el viento que silbaba por la ventana.
Cuando el gran estadista de la Inglaterra victoriana, Benjamín Disraeli intentó hablar en el Parlamento por primera vez, los parlamentarios le pidieron que se sentara y se rieron cuando dijo: «Aunque ahora me siente, vendrá el tiempo en el que me oirán».
Henry Ford olvidó poner una marcha de reversa en su primer carro.
Thomas Edison gastó dos millones de dólares en una invención que demostró ser de poco valor.
Muy pocos lo hicieron bien la primera vez. Fracasos, repetidos fracasos, son las huellas que hay en el camino hacia el éxito.
La vida de Abraham Lincoln demostró que la única vez en que no se fracasa es cuando se hace algo y da resultado. Podemos y debemos «caer» e irnos de bruces hacia el éxito.
Fuente: Vía Renuevo de Plenitud
Reflexión:
Cuánta similitud de estos casos con nuestra propia experiencia de vida, cuántas oportunidades se nos han escapado, cuántas hemos desdeñado por indiferencia; y el principal motivo es porque algo externo ha influenciado para desistir de algún presentimiento, corazonada o intuición, porque?, porque alguien no creía en ello, es más, no creyeron en nuestras capacidades, y por lo tanto desistimos de creer en nosotros mismos!. Y todo tiene un origen el cuál se remonta desde nuestra infancia, cuando en nuestras primeras exploraciones nos dejábamos llevar por nuestros primeros impulsos, poco conscientes de nuestro entorno, simplemente era una fuerza interior que nos impulsaba a actuar para descubrir el mundo que se presentaba ante nuestros ojos. Pero y cuáles eran las reacciones de quienes nos rodeaban?, un rotundo no!, paralizándonos de desconcierto y temor, porque?, si sólo deseábamos conocer el mundo en la absoluta libertad de nuestros instintos primarios!. A partir de ahí comenzamos a ser reprimidos, limitados e inducidos hacia acciones que no eran de nuestro total acuerdo. Y que sucede en nuestras reacciones internas?, nos sentimos frustrados y en desacuerdo por el cumplimiento de ciertas reglas de origen moral y social, y que en su mayoría limitan nuestra capacidad de desarrollarnos conforme a nuestros impulsos naturales y que ahora son moldeados a estándares que atentan contra nuestra libertad de Ser!.
Pero sólo algunos a través de la historia se han revelado en contra de las reglas, de las limitaciones, de las presiones, y sobre todo de la manipulación y el freno al desarrollo personal con el pretexto de no desestabilizar un sistema ya establecido y controlado!. Sólo aquellos que han desafiado estos factores y han soportado las críticas, las burlas, el rechazo, la difamación, la incomprensión e incluso toda serie de agresiones de tipo verbal, moral y físico. Son los que sobresalen por encima del conformismo y el autoritarismo; y defienden incluso hasta con su vida sus ideales, anhelos y sueños porque obedecen a sus impulsos internos, convencidos de su propia potencialidad, desarrollando una visón muy por encima del estándar y desafiando lo establecido por la innovación: aquello que los haga trascender fronteras a través de la historia, y que se caracterizan por haber dejado un legado permanente y sobre todo la satisfacción de haber triunfado aún cuando el mundo estuviesen en su contra. Eso es producto de una persona absolutamente convencida de lo que quiere de la vida y que actúa en congruencia con lo que siente, piensa, dice y actúa. Porque aún a pesar de que no sabe con certeza si llegará a la meta establecida, sabe que lo logrará porque en su mente ha insertado la autoconfianza de que así debe de suceder no importando los obstáculos, ni las presiones que surjan en el proceso, y además de que ama lo que hace y lo disfruta sin importarle el resultado final, porque ese llegará a plenitud sabedor de que sorteará con éxito cualquier imprevisto ajustándose y adaptándose a las circunstancias que el medio le imponga, porque sabe vivir el momento presente con intensidad.
Entonces si muchas personas han logrado escribir la historia por imponer su ideal ante las presiones externas, porque nosotros no?, que nos lo impide?, porque siempre nos hemos de someter a las agresiones del medio? Porque nos dejamos inducir, influir y manipular sabedores de que esto va en contra de nuestros deseos individuales, de nuestra libertad de pensar, expresar y actuar. No necesariamente debemos desafiar, ni ser agresivos con las normas y leyes que nos rigen, pero si poseemos la libertad de defender nuestros sueños, sabedores que no importa en que condición económica y social nos haya tocado vivir!, todo ser humano posee las facultades necesarias para potencializarse a sí mismo, si nos reprime y somete el medio, es porque así lo hemos asumido, la culpa es solamente nuestra, porque nadie puede obligarnos a aquello que va en contra de nuestra naturaleza, somos lo que hacemos de nuestra realidad, y si asumimos que el medio nos somete, sometidos estaremos en lo mental y moral, si alguien deja de creer en nosotros, acaso eso es primordial para detenernos en nuestro andar?, si alguien nos critica porque no coincidimos con su pensamiento o sentimiento, es suficiente para reprimirnos y no seguir adelante?, si alguien se burla porque le parece ridícula nuestra idea ya damos por hecho que no vale la pena intentarlo?, y si alguien nos dice que vamos directo al fracaso porque hacemos valer nuestra intuición y porque estamos convencidos en que lo lograremos, ya damos por hecho que fracasaremos?.
Pues si la vida se trata de experimentar, errar y fracasar, pues, vale la pena equivocarse, aprender y ¨fracasar¨ hacia el éxito!. Porque sólo así aspiraremos a hallar el sentido real de la vida!, entonces de quién depende si logramos realizarnos o no? Quién dice que no?.
Cuando el gran tenor italiano Enrico Caruso presentó su solicitud para aprender canto, el maestro le dijo que su voz sonaba como el viento que silbaba por la ventana.
Cuando el gran estadista de la Inglaterra victoriana, Benjamín Disraeli intentó hablar en el Parlamento por primera vez, los parlamentarios le pidieron que se sentara y se rieron cuando dijo: «Aunque ahora me siente, vendrá el tiempo en el que me oirán».
Henry Ford olvidó poner una marcha de reversa en su primer carro.
Thomas Edison gastó dos millones de dólares en una invención que demostró ser de poco valor.
Muy pocos lo hicieron bien la primera vez. Fracasos, repetidos fracasos, son las huellas que hay en el camino hacia el éxito.
La vida de Abraham Lincoln demostró que la única vez en que no se fracasa es cuando se hace algo y da resultado. Podemos y debemos «caer» e irnos de bruces hacia el éxito.
Fuente: Vía Renuevo de Plenitud
Reflexión:
Cuánta similitud de estos casos con nuestra propia experiencia de vida, cuántas oportunidades se nos han escapado, cuántas hemos desdeñado por indiferencia; y el principal motivo es porque algo externo ha influenciado para desistir de algún presentimiento, corazonada o intuición, porque?, porque alguien no creía en ello, es más, no creyeron en nuestras capacidades, y por lo tanto desistimos de creer en nosotros mismos!. Y todo tiene un origen el cuál se remonta desde nuestra infancia, cuando en nuestras primeras exploraciones nos dejábamos llevar por nuestros primeros impulsos, poco conscientes de nuestro entorno, simplemente era una fuerza interior que nos impulsaba a actuar para descubrir el mundo que se presentaba ante nuestros ojos. Pero y cuáles eran las reacciones de quienes nos rodeaban?, un rotundo no!, paralizándonos de desconcierto y temor, porque?, si sólo deseábamos conocer el mundo en la absoluta libertad de nuestros instintos primarios!. A partir de ahí comenzamos a ser reprimidos, limitados e inducidos hacia acciones que no eran de nuestro total acuerdo. Y que sucede en nuestras reacciones internas?, nos sentimos frustrados y en desacuerdo por el cumplimiento de ciertas reglas de origen moral y social, y que en su mayoría limitan nuestra capacidad de desarrollarnos conforme a nuestros impulsos naturales y que ahora son moldeados a estándares que atentan contra nuestra libertad de Ser!.
Pero sólo algunos a través de la historia se han revelado en contra de las reglas, de las limitaciones, de las presiones, y sobre todo de la manipulación y el freno al desarrollo personal con el pretexto de no desestabilizar un sistema ya establecido y controlado!. Sólo aquellos que han desafiado estos factores y han soportado las críticas, las burlas, el rechazo, la difamación, la incomprensión e incluso toda serie de agresiones de tipo verbal, moral y físico. Son los que sobresalen por encima del conformismo y el autoritarismo; y defienden incluso hasta con su vida sus ideales, anhelos y sueños porque obedecen a sus impulsos internos, convencidos de su propia potencialidad, desarrollando una visón muy por encima del estándar y desafiando lo establecido por la innovación: aquello que los haga trascender fronteras a través de la historia, y que se caracterizan por haber dejado un legado permanente y sobre todo la satisfacción de haber triunfado aún cuando el mundo estuviesen en su contra. Eso es producto de una persona absolutamente convencida de lo que quiere de la vida y que actúa en congruencia con lo que siente, piensa, dice y actúa. Porque aún a pesar de que no sabe con certeza si llegará a la meta establecida, sabe que lo logrará porque en su mente ha insertado la autoconfianza de que así debe de suceder no importando los obstáculos, ni las presiones que surjan en el proceso, y además de que ama lo que hace y lo disfruta sin importarle el resultado final, porque ese llegará a plenitud sabedor de que sorteará con éxito cualquier imprevisto ajustándose y adaptándose a las circunstancias que el medio le imponga, porque sabe vivir el momento presente con intensidad.
Entonces si muchas personas han logrado escribir la historia por imponer su ideal ante las presiones externas, porque nosotros no?, que nos lo impide?, porque siempre nos hemos de someter a las agresiones del medio? Porque nos dejamos inducir, influir y manipular sabedores de que esto va en contra de nuestros deseos individuales, de nuestra libertad de pensar, expresar y actuar. No necesariamente debemos desafiar, ni ser agresivos con las normas y leyes que nos rigen, pero si poseemos la libertad de defender nuestros sueños, sabedores que no importa en que condición económica y social nos haya tocado vivir!, todo ser humano posee las facultades necesarias para potencializarse a sí mismo, si nos reprime y somete el medio, es porque así lo hemos asumido, la culpa es solamente nuestra, porque nadie puede obligarnos a aquello que va en contra de nuestra naturaleza, somos lo que hacemos de nuestra realidad, y si asumimos que el medio nos somete, sometidos estaremos en lo mental y moral, si alguien deja de creer en nosotros, acaso eso es primordial para detenernos en nuestro andar?, si alguien nos critica porque no coincidimos con su pensamiento o sentimiento, es suficiente para reprimirnos y no seguir adelante?, si alguien se burla porque le parece ridícula nuestra idea ya damos por hecho que no vale la pena intentarlo?, y si alguien nos dice que vamos directo al fracaso porque hacemos valer nuestra intuición y porque estamos convencidos en que lo lograremos, ya damos por hecho que fracasaremos?.
Pues si la vida se trata de experimentar, errar y fracasar, pues, vale la pena equivocarse, aprender y ¨fracasar¨ hacia el éxito!. Porque sólo así aspiraremos a hallar el sentido real de la vida!, entonces de quién depende si logramos realizarnos o no? Quién dice que no?.
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