viernes, julio 03, 2009

El Jardín del Edén

… Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza…
… Formó, pues Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente…
..Y había plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que había formado… Y había hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal…Y tomó, pues Dios al hombre, y le puso en el huerto del Edén para que lo labrara y lo guardase… Y mandó al hombre diciendo: De todo árbol del huerto comerás; …Más del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres morirás.
..Y Dios hizo caer sueño sobre Adan, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;
..Y de la costilla que dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trajóla al hombre.
… Y dijo Adan: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne….
..Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegase ha a su mujer, y serán una sola carne.
…Y estaban ambos desnudos, Adan y Eva, y no se avergonzaban.
…Y la serpiente era astuta.. la cuál dijo a la mujer: ¿con que dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?... Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer y que era codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también a su hombre, el cuál comió así como ella.
Y fueron abiertos los ojos de entre ambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Al enterarse dios que desobedecieron su orden de no comer del árbol de ciencia del bien y del mal, destinó al hombre que de la tierra de la cuál emergió de en ahora en adelante trabajará y comerá de ella. …Pues polvo es y en polvo regresará.
Y a la mujer: le multiplicó sus dolores y preñeces, donde parirá con dolor a sus hijos y a su marido será su deseo, y él se enseñoreará de ella.
Y como ambos tomaron del árbol de ciencia del bien y del mal..los expulso del Jardín del Edén por medio de querubines.. y desde entonces ambos luchan en la vida entre el bien y el mal para reestructurar el equilibrio de la naturaleza…..

Reflexión:

Esta simbólica historia del Génesis nos demuestra como el ser humano desde un principio fue parte integral de la naturaleza, cuando se dice habitaba en armonía con su entorno natural, siendo parte de un todo, actuando en fusión y equilibrio; cuando desde sus inicios aún no era completamente consciente de sus potencialidades y facultades, cuando sólo actuaba instintivamente alimentándose y durmiendo, y que en su soledad aún no alcanzaba a comprender el porque de sus acciones y necesidades; al surgir la mujer como parte de él, parte de su ¨costilla¨, de su esencia, muestra la tendencia que posee el ser humano de buscar esa persona ideal en su vida, su pareja, su confidente, su punto de apoyo del cuál sostenerse, porque la mujer representa no sólo un complemento para el hombre, sino su todo, su vida entera, porque a falta de ella, siente y percibe su ser desprendido, incompleto, semi-vacío, porque ambos significan en su unión, en su fusión física y espiritual, la manifestación del todo, la manifestación de dios, en la unión ambos se manifiesta la facultad de la creación, de la generación, se convierten en la manifestación de dios, ante la facultad para generar una nueva vida, que es resultado del producto de su amor: la procreación, al aparecer la mujer en el escenario del hombre es cuando le da sentido a su vida.

Ambos seres: hombre y mujer constantemente se sienten desnudos ante sí, en ocasiones se avergonzarán cuando los prejuicios y miedos al sentirse vulnerables les invadan, y en otras se recrearán mutuamente, no sólo ante la visión física, sino ante la visión interior, de ambos, al percibir su alma desnuda, y armonizados en un todo, cuando esta visión entre ambos es intensa y auténtica es cuando saben que se han encontrado uno al otro, cuando ambos seres se han identificado plenamente entre sí como el complemente anhelado, como un impulso natural se sienten atraídos, porque la química se manifiesta en su máxima expresión, porque las almas se identifican instintivamente, porque muy en su interior saben que ha llegado la persona adecuada a su vida. Pasean armónicos e integrados en su Jardín del Edén, los sentidos se embotan ante las sensaciones las cuáles son muy placenteras y vigorizantes, se restablece el equilibrio interior, y ajenos a cualquier vicisitud y peligro, ante las múltiples tentaciones del entorno, en su unión física y espiritual encuentran la resistencia y fuerza de voluntad para no caer sometidos ante la inminente separación que día tras día son víctimas por las tentaciones del entorno externo, que como venenosa y cruel serpiente que acecha a todo momento con el fin de desarmonizar y desequilibrar un amor puro y pleno, que por naturaleza le fue proporcionado al ser humano para aspirar a ser feliz.

Una vez sometidos ante la tentación del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, es cuando de pronto el ser humano se siente desprendido, es cuando su unidad se transforma en dualidad, es cuando experimenta por vez primera el vacío interior, la angustia y la incertidumbre ante la inminente separación, no sólo física, sino también espiritual que la mujer le proporcionaba. En ese momento el hombre es expulsado del paraíso del jardín del Edén de su armonía, lo que antes era la sensación de unión y fusión, ahora se ha transformado en una separación y ahora se ve condenado a labrar y trabajar para hallar su unidad interior, mientras que la mujer es condenada a ¨padecer¨ por siempre los dolores que como mujer su organismo le somete periódicamente y que sin embargo, en lugar de ser una condena, es una bendición, porque es la preparación ante la facultad creadora de desarrollar vida. El hombre al sentirse separado de la mujer, ha entrado en una involución, en lugar de reestablecer el equilibrio que la unidad le proporcionó alguna vez, ahora ha transmutado un pensamiento no a favor, sino en contra de la mujer, al someterla históricamente ante las más crueles injusticias, al demostrar su poder no en base a inteligencia y buen razonamiento, sino ante las múltiples manifestaciones de violencia que su ¨poder¨ físico y falta de raciocinio le proporciona, olvidándose que la mujer es parte integral de él, es su ¨costilla¨, es parte de su ser, es el equilibrio que le proporciona la estabilidad y el apoyo para sentirse nuevamente un ser completo, integrado, fusionado y en lugar de arroparla, protegerla, respetarla, amarla; la culpa de su desazón al ser expulsado del Jardín del Edén de su armonía interior; cuando en realidad es el inicio hacia el conocimiento del Bien y del Mal, para que el hombre se dé cuenta que en la mujer recae la esperanza de la vida, en su capacidad de recibir la simiente, gestar y crear, dando a luz, cuya capacidad única es simplemente la manifestación de Dios, porque en ese Ser supremo se encuentra la perfección, al ser generador de vida, y al igual que la mujer también es generadora de vida cuya facultad le da la tendencia a esa perfección.

No sólo en la mujer es procreación y generación de vida, es también parte importante para el equilibrio de la sociedad, en cuyos ¨males¨ fue condenada, que son su capacidad para amar incondicionalmente, en su capacidad para proteger al producto del amor incluso hasta con su propia vida, en su capacidad para ser sensual, amante integral física y espiritualmente, y ser delicado que es capaz de proporcionar ternura, luchadora tenaz, aún soportando periódicamente sus condiciones fisiológicas que mitigan su equilibrio físico, no sólo eso, sino soportar las multiplicidades de injusticias en las que se ve sometida permanentemente ante una sociedad machista que no reconoce en la mujer la igualdad, porque tanto la mujer como el hombre tienen los mismos derechos para ser felices, la única diferencia radica sólo en un aspecto hormonal, fuera de todo ello son lo mismo, son parte de la misma esencia, son en sí mismos parte de esa unidad interior, y por tanto como únicos e irrepetibles, poseen las mismas capacidades y facultades para exigir su propio derecho a ser felices.

La mujer no sólo tiene que tolerar y soportar esas injusticias que la sociedad inclinada hacia el machismo y la misoginia le somete; sino que aún a pesar de ello, ha aprendido a desarrollar una gran fortaleza interior, más allá de lo que físicamente es concebido, ha desarrollado una gran habilidad para ser multidisciplinaria, lo mismo es mujer, esposa, amante, madre, confidente, ama de casa incansable, trabajadora, organizadora es incluso profesionista y excelente administradora, y a pesar de todo ello debe ¨soportar¨ su naturaleza que como mujer le fue proporcionada y que la prepara para el gran momento en que se convierte una manifestación del creador: la capacidad de dar a luz, con una gran tolerancia hacia el dolor que el parto le proporciona, y que se ve compensado ante la satisfacción de poseer entre sus brazos el producto del amor. Y en cuyo cuidado primario es esencial para el buen desarrollo de esa nueva vida, es el primer contacto externo después de haberlo gestado durante casi nueve meses, en donde lo mismo, le pronunció dulces palabras, le acaricio indirectamente recibiendo el feto su calor corporal, lo alimentó a través de su ser físico y espiritual, protegiéndole ante cualquier enfermedad que los factores externos le sometieron, le entregó lo mejor de sí preparándolo para el gran momento, para finalmente en un grito descomunal, y estremecimiento hasta lo más profundo de su ser lo expulsó, para experimentar un gran alivio, y la enorme satisfacción de tenerlo por fin en sus brazos, el producto de carne de su carne y sangre de su sangre, y que es el producto del amor, es el regreso a la unidad, el niño representa nuevamente la unidad perdida en el Jardín del Edén, la unidad que una vez el ser humano experimento con Dios. De la unidad, se desprendió en dualidad para una vez unidos ambos seres conciben de nuevo la unidad y cuyo producto es el sinónimo del Amor, el sentimiento más significativo y esencial de la vida de todo ser humano y que es la restauración del equilibrio interior perdido.

Que más necesitamos como hombres para valorar lo significativo que representa la mujer?, es la más clara representación de nuestra madre, de la hermana, de la amiga, de la novia, de la amante, de la esposa e incluso madre de nuestros hijos, un hecho irrefutable es de que el hombre nació de la mujer; es decir, la vida no podría ser concebida sin la mujer. Aún cuando la mujer necesita de la simiente del hombre, sin ella la vida no existiría para el ser humano, no sólo en un aspecto físico, sino espiritual, es en la mujer en que podemos expresar nuestros más auténticos y reprimidos sentimientos, cuando nos sentimos desvalidos, buscamos de la ternura y comprensión de la mujer; como en la niñez fue en la madre, ahora en la edad adulta lo buscamos en la amiga-confidente, en la amante, en la compañera de vida, porque en su calor y sabiduría de la vida nos proporciona una infinita paz y ternura, nos inyecta seguridad, fortaleza, sin la mujer el hombre le pierde el sentido a la vida. Uno sin el otro no sería posible para aspirar a la verdadera felicidad. En su dulce y cálida sonrisa, en su voz seductora y armónica, en sus caricias suaves y electrizantes, en su mirada tierna y profunda, en su aliento húmedo y perfumado, en sus labios carnosos y sensuales, en su piel tersa y suave, en su todo, la mujer es la máxima expresión de la perfección, y si el hombre busca incansablemente la perfección, porque no buscarla en la mujer?.

Desde la antigüedad y en estos tiempos actuales, la mujer lucha por reestablecer lo que por derecho le corresponde, igualdad en circunstancias, en derechos, responsabilidades, obligaciones y oportunidades para desarrollarse y superarse, porque es bien demostrado que la mujer posee igual e incluso hasta superior capacidad que el hombre para desenvolverse en la sociedad, para ser líder y gobernante, para ser esposa, madre y profesionista y como hombres nos corresponde cederle su derecho, no luchar por el poder, sino unirse con un fin común, hacer a un lado nuestro machismo que no es mas que la manifestación de nuestra inseguridad ante el avance significativo que la mujer ha logrado en la actualidad en que ha demostrado en base a derribar múltiples obstáculos, una enorme necesidad de demostrarse y demostrar a la sociedad que posee plena capacidad de ser protagonista en el terreno en que se desenvuelve. La igualdad no significa sometimiento, significa acuerdo, significa apoyo y comprensión de parte del hombre, no es lucha de poder, es reconocerle que gracias a ella es que es tolerable la vida, y por tanto un medio necesario para el buen reestablecimiento y equilibrio de la sociedad.