jueves, noviembre 07, 2013

Vislumbre al Futuro

Cada vez que se acerca el fin del año que estamos por vislumbrar, llega a nuestra mente todo tipo de rememoraciones acerca de nuestras acciones pasadas recientes y lejanas, algunas acertadas y otras cargadas de errores imperdonables que dejaron algún tipo de secuela; miramos al presente ya no necesariamente al futuro, porque el momento que nos apremia es el momento actual, es la problemática de la supervivencia, de conseguir el sustento para la familia, de lidiar con cualquier cantidad de problemas que terminan por desestabilizarnos emocionalmente, de noticias desgarradoras acerca de conflictos sociales en todo el mundo, motivadas por la religión, la economía, la lucha por el poder en la política; vemos los encabezados de los periódicos que rayan en lo inhumano y mordaz; de calles atestadas de gente en las clásicas horas pico, entre empellones y mentadas de gente que desesperada acelera su paso a fin de llegar a tiempo a sus lugares de destino, con el inevitable tráfico que inunda las grandes ciudades contaminando que colma un en mar de estrés.

Cada día está embargado por esta multitud de matices, y poco es el espacio que queda para el asombro, los momentos especiales que nos llenan el alma, y poca es la energía para asimilar toda esta oleada de situaciones que poco o nada de espacio queda para evaluar el día a día a fin de reagrupar nuestro arsenal de posibilidades para encarar un nuevo día cargado de nuevos retos, y nos preguntamos: de que nos sirve repetirnos que el pasado ya quedó atrás, de reafirmar que ya todo fue superado, que ya dejó de afectarnos, cuando jamás dejará de ser parte de nuestra construcción personal, el repetirlo y reafirmarlo una y otra vez, estamos demostrando lo contrario, que aún seguimos conservando esas reminiscencias que se transforman en losas pesadas que soportamos día a día sobre nuestros hombros, ya que sólo buscamos alguna forma de autosugestión, a fin de convencernos que ya quedó desterrado el recuerdo de nuestra memoria, porque aún no hemos aprendido a cerrar ciclos, para abrir paso a una nueva oportunidad; cuando se supera algo, ya no se es necesario evocarlo, simplemente hay que dejarlo ir y que el tiempo se encargue de sanarlo. El futuro que vislumbremos será siempre inspirador para asumir con toda disposición un porvenir que anhelamos experimentar, porque nada es más alentador que aspirar siempre a lo más alto, aún cuando en el fondo la incertidumbre seguirá mellando en nuestra confianza.

Sabemos que los retos venideros no serán nada fácil encararlos, porque todo aquello que aún no ha sido vivenciado se encuentra atrapado en el velo de lo desconocido, sólo es nuestro deseo y buena intención el único sostén para seguir andando por el misterio de la existencia, pero cuando la autoconfianza y la determinación dominan sobre la inseguridad, todo obstáculo debe ser superado sin problemas, porque una buena actitud es más que suficiente para dejar atrás resentimientos y culpas autoimpuestas. Ya que no basta vislumbrar al futuro para asegurar una vida exitosa, es imperioso encararla en este preciso momento, con sus particularidades y pluralidades. No podremos derrocar las inseguridades y temores arraigados por experiencias pasadas por arte de magia, es parte de la emoción del momento, el pasado es el sostén permanente de la carrera hacia la meta final, donde se evaluará que nuestra vida haya valido la pena, que el paso escalado fue dejando una huella de acciones ejemplares y cumpliendo de la mejor manera nuestras expectativas, y que las acciones experimentadas dejen el mínimo daño en nuestra historia personal, así como sembrar en las conciencias que compartieron nuestro espacio vital y que se fijaron en la memoria, un grato recuerdo de nuestro accionar.

Claro que se vale soñar, porque es producto de un deseo inexpugnable por buscar afanosamente momentos que enriquezcan nuestra existencia, y entregar lo mejor de nuestras capacidades a cada acción que emprendamos a pesar de los pesares que la sociedad misma nos impone.

¨Cuando se posee control sobre el presente, el pasado abre las puertas a las oportunidades del futuro¨.