jueves, noviembre 07, 2013

Preocupación

Existen tres tipos de personas; aquellas que se preocupan hasta la muerte, las que trabajan hasta morir y las que se aburren hasta la muerte.
 
 
 
Reflexión:
 
Que tan relajado puede ser nuestro día?, acaso algún día ha resultado del todo perfecto?, o por ¨casualidad¨ aparece una situación que termina por descomponerlo?, citar un ejemplo, basta para darnos cuenta que la mayor parte del día no poseemos el control absoluto de las situaciones que se nos presentan y que acarrea una cadena de acontecimientos que desvirtúan nuestras concepciones iniciales. Y eso nos hace preguntarnos, si en realidad existe la perfección?, o es simplemente una tendencia inalcanzable?. Tan sólo el pensar en la posibilidad de que no podremos alcanzar esa condición, cuando anhelamos que todo sea perfecto!. Una relación de pareja, nuestra actividad laboral, las expectativas existenciales. Cada aspecto desearíamos poseer el control absoluto de la situación, por una simple razón: invertir la menor cantidad de energía y tiempo cuando de lo menos que disponemos es de tiempo y de energía por la vasta cantidad de actividades que desearíamos realizar en un tiempo tan corto e incierto como lo es la existencia.
 
Que esperar cuando por más que ¨luchamos¨ y meditamos no hallamos la verdadera razón para obtener certidumbre del destino que nos depara o descubrir para que fuimos ¨hechos¨, o que es aquello que necesitamos para sentirnos realizados en un mundo donde la plenitud se trasforma cada vez más en una falacia!. Existirá la persona verdaderamente realizada?, o sólo representa el haber alcanzado el éxito en tan sólo una faceta de su vida? Y se vanagloria que su vida ya es suficientemente plena cuando en realidad sólo es una pequeña fracción de una meta alcanzada momentáneamente?. Lo cierto es que la vida no se detiene, ni un sólo instante!. Y por eso aquello que saboreamos logrado, basta una pequeña distracción o actitud de conformismo para que se torne incontrolable y desvirtuado. Somos especialistas en pretender adivinar el futuro para estar siempre preparados ante un acontecimiento inesperado y eso trae como consecuencia el que nos encontremos constantemente pre-ocupados del futuro o porvenir en lugar de ocuparnos del presente momentáneo y disfrutarlo al máximo.
 
Realmente vale el estar siempre pensando en el que pasará?, si lograremos alcanzar nuestra meta o proyecto?, si alcanzaremos nuestro ciclo existencial sin enfermedades, sin apremios, sin carencias?, que ganamos con desear anticiparnos a los acontecimientos cuando la vida en sí es un azar!, es cierto que poseemos la capacidad de prevención, de planeación para cometer el mínimo de errores. Pero nada es infalible a los imponderables de la vida. Es tanto como obsesionarnos por cumplir una meta en el tiempo establecido, a eso le llaman competitividad y ambición al éxito!. Sin embargo, por esa obsesión desperdiciamos una gran cantidad de energía tanto mental como emocional, y perdemos de vista que lo esencial es vivir plenamente el proceso, porque eso nos mantiene alertas y concentrados en los pequeños grandes detalles que en suma representan el umbral del éxito real. Tanto es perjudicial para el que se obsesiona por trabajar arduamente sin control, como aquel que se mantiene indiferente y relajado ante la vida sin un objetivo que perseguir, consumiéndolo irremediablemente hacia la depresión y el vacío existencial.
 
La vida tiene un porque y ningún cabo queda a la deriva, el entregarse enteramente al presente nos mantiene alertas y motivados, ya que no hay límites para la actitud positiva. Por eso mismo vale la pena ocuparse de cada instante ya que nos dota de autocontrol, en lugar de pre-ocuparnos de lo que no podemos controlar como lo es el futuro, es tanto como ingresar a un abismo de contrariedades sin fin.
 
¨Ocuparnos de la vida nos lleva hacia el progreso inmediato, pre-ocuparnos de lo que aún no hemos experimentado, nos lleva hacia la desaparición de la espontaneidad!¨.