Posibilidades
Los
dilemas son parte inherente de nuestra realidad, el pensar que todo es
color de rosa es una falacia, porque los sinsabores son el ingrediente
que hace de nuestra existencia algo más que especial; y una decisión
puede no sólo cambiar las expectativas, sino que reorienta el rumbo de
las expectativas originales; cuando algo de súbito catalogamos como
imposible, la reacción inicial es de incertidumbre, lo que no puede
llevar a adoptar una actitud de temor y pesimismo; y muchas veces
pasamos por alto el gran potencial que poseemos para afrontar sin ningún
problema cualquier imponderable. Es de reconocer que el ser humano es
tan impredecible que emulamos a una caja de Pandora, vasta de un
potencial de recursos que bien canalizados, se desarrollan amplias
facultades para salir avante de cualquier circunstancia. De gran
importancia es reconocerse como dueños de voluntad propia y libres de
elegir el mejor destino que se desea labrar, tomando posesión de esa
facultad superior innata. Lo posible es consecuencia de una mente
abierta y optimista, mientras lo imposible es producto de escrúpulos
adquiridos.
La actitud pesimista tiene su origen en esa ¨contaminación¨, desde el momento en que comenzamos a interactuar con el medio social, sobrevienen una serie de acontecimientos que van moldeando un tipo de personalidad en dos vertientes: una que parte de la individualidad que se adquiere al desarrollar plena conciencia del entorno, y la cuál ante una pobre y subvaluada autoestima, es víctima de todo tipo de influencias y agresiones del exterior al exponerse en la convivencia en sociedad tan necesaria para el autoconocimiento, pero a la vez con grandes riesgos cuando la personalidad es subyugada al no poseer los argumentos sólidos para afrontar la exposición que sensibilizan la dignidad, siendo fácilmente moldeable y adaptable no a sus deseos, sino a las necesidades del exterior, desprendiéndole su individualidad e imponiéndole una personalidad que no es congruente con su pensar y sentir real.
Otra vertiente es aquella personalidad que toma como base una actitud optimista, alta autoestima y seguridad gracias a un autoconocimiento claro y preciso de la propia esencia, como punto de partida para el reconocimiento y adaptación de sus capacidades innatas, con la finalidad de evolucionar asumiendo que los errores o equivocaciones son necesarios para obtener conocimiento de quienes somos y como reaccionamos frente a las circunstancias, en base a una actitud abierta y optimista, con la entera confianza que siempre se hallará una respuesta frente a alguna adversidad. Es natural que no siempre resulte como deseamos, sólo la experiencia va proporcionando esa información útil que desarrolla temple y seguridad al andar; y por obviedad el retraernos no sólo lleva a obstaculizar el pleno desarrollo personal, priva de la distinción de toda supervivencia, explorar la vida, explorarnos a nosotros mismos y explorar a los demás, es esencial para enriquecernos de conocimiento, que si bien no ofrece recompensas materiales inmediatas, si nos deja la enseñanza que la vida debe enfrentarse y afrontarla con los recursos disponibles, sin recular, sin condicionarla y sin limitarla.
Bien
vale la pena hacer a un lado las especulaciones, cada paso es el camino
hacia la evolución personal, de tipo material e inmaterial es lo de
menos, todo llegará en el momento justo sin forzar, sólo disfrutando
cada momento con plena seguridad que una acción emanada de nuestra
conciencia es el mejor recurso para alimentar el deseo de superarnos sin
detenernos ante la adversidad!.
¨Imposible es el origen de la actitud pesimista, cuando emana de una mente condicionada, las posibilidades son infinitas cuando aceptamos que emanamos de algo especial¨.
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