jueves, noviembre 07, 2013

Control

Qué representa el control en nuestra vida?, Si existiera alguna forma de controlarlo todo, nuestra realidad sería tan diferente cómo la actual?, y porque con frecuencia sucede exactamente todo lo contrario, en que hay días que todo se sale de control?, pareciera que no somos capaces de tener control de las situaciones, o a veces nos comportamos excesivamente controladores de las situaciones cotidianas, e incluso el controlar excesivamente a una persona; e incluso infinidad de ocasiones nos han insistido en la idea de desarrollar autocontrol!, todo gira alrededor de esta sentencia. Hasta que punto resulta favorable para nuestro equilibrio el controlar nuestros pensamientos y las emociones?. No acaso el controlar es perder la espontaneidad en nuestros actos?, no acaso es perjudicial intentar controlar la vida de otra persona, sus ideas, concepciones, su forma de ser, de hablar, de actuar y de pensar?, acaso también resulta contradictorio el controlar las emociones?, con qué sentido?.
 
Muchas veces hemos experimentado una gran sensación de ligereza cuando dejamos de controlar las situaciones, cuando liberamos nuestras emociones, dejamos fluir nuestros pensamientos, cuando le liberamos el yugo a la pareja, cuando soltamos las riendas a nuestros impulsos. Porque en estos casos nos sentimos especialmente aliviados?. Entonces, el control es bueno o malo?, porque nuestra lógica nos lleva a apreciar el control como medio de represión o dominación?, mientras que el autocontrol, percibimos desarrolla inseguridad y obsesión?. Un ejemplo claro de ello, es cuando nos sentimos ansiosos y agobiados, y al controlar nuestra respiración normaliza nuestros procesos internos proporcionándonos alivio y relajamiento. Acaso no es contradictorio, cuando mencionamos que el control es negativo?.
 
Es cierto que dependiendo de la circunstancia del momento, el control asume su naturaleza dual, en ocasiones será obligatoriamente necesario ponerlo en práctica, mientras que en otras, el fluir con el momento anímico sin ataduras, hemos experimentado una fuerza y confianza inconmensurables!. Cada polo tendrá sus ventajas y desventajas, dependiendo de las condiciones del medio. El ser humano por esencia nace aparentemente libre, cuando en realidad la libertad está condicionada por el medio en que se desenvuelve, y el control; es un recurso para mantenernos en la franja del confort, de la pasividad, del conformismo y con el riesgo potencial de caer en la mediocridad. Mientras que el pretender controlar las situaciones tanto externas como internas, nos pueden llevar a un nivel de rigidez y aprisionamiento.
 
Cómo es que pretendemos controlar el medio y las condiciones externas, cuando en realidad no sabemos lo que es controlar nuestros propios aspectos personales?, es imperativo primero desarrollar autocontrol, no con el fin de reprimirnos y perder nuestra espontaneidad, lo que sólo acarrearía frustración y depresión, al corazón no se le puede negar la capacidad de amar, a la mente no se le puede negar la capacidad de pensar, a la vista no se le puede negar la capacidad de admirar, al oído no se le puede negar la capacidad de deleitarse de la acústica, al ser humano no se le puede negar su derecho a experimentar su propia sensación de liberarse de sus propias ataduras. Mientras que el controlar ciertas circunstancias de nuestra cotidianeidad, da como resultado el experimentar fuerza de voluntad y dominio de la situación. Lo uno y lo otro no sólo son esenciales, sino que están estrechamente ligados y proporcionan equilibrio a la balanza.
Lo importante es desarrollar sensibilidad para identificar cuando es necesario controlar y cuando es hay que dejar de controlar. La experiencia personal es vital para saber que opción es la más adecuada, y en ambas debe haber el mismo grado de certeza y satisfacción. Dependerá por supuesto de nuestra capacidad para razonar y que tanto estamos seguros de lo que somos, para no experimentar algún tipo de remordimiento o culpa, al haber errado en nuestra decisión. Escuchar esa voz interna es el mejor medio para equilibrar la balanza y asumir nuestra acción con sus inherentes consecuencias. Todos los extremos suelen acarrear consecuencias en algunas veces inevitables. Mantener en equilibrio todos los aspectos de nuestra personalidad, se logra confiando que la decisión que tomemos será la más adecuada, porque albergamos un conocimiento propio que se libera a través de la introspección.
 
El incontrolado carece de recursos para controlar las situaciones, mientras que emana autocontrol, emana liberación!.