Control
Qué
representa el control en nuestra vida?, Si existiera alguna forma de
controlarlo todo, nuestra realidad sería tan diferente cómo la actual?, y
porque con frecuencia sucede exactamente todo lo contrario, en que hay
días que todo se sale de control?, pareciera que no somos capaces de
tener control de las situaciones, o a veces nos comportamos
excesivamente controladores de las situaciones cotidianas, e incluso el
controlar excesivamente a una persona; e incluso infinidad de ocasiones
nos han insistido en la idea de desarrollar autocontrol!, todo gira
alrededor de esta sentencia. Hasta que punto resulta favorable para
nuestro equilibrio el controlar nuestros pensamientos y las emociones?.
No acaso el controlar es perder la espontaneidad en nuestros actos?, no
acaso es perjudicial intentar controlar la vida de otra persona, sus
ideas,
concepciones, su forma de ser, de hablar, de actuar y de pensar?, acaso
también resulta contradictorio el controlar las emociones?, con qué
sentido?.
Muchas
veces hemos experimentado una gran sensación de ligereza cuando dejamos
de controlar las situaciones, cuando liberamos nuestras emociones,
dejamos fluir nuestros pensamientos, cuando le liberamos el yugo a la
pareja, cuando soltamos las riendas a nuestros impulsos. Porque en estos
casos nos sentimos especialmente aliviados?. Entonces, el control es
bueno o malo?, porque nuestra lógica nos lleva a apreciar el control
como medio de represión o dominación?, mientras que el autocontrol,
percibimos desarrolla inseguridad y obsesión?. Un ejemplo claro de ello,
es cuando nos sentimos ansiosos y agobiados, y al controlar nuestra
respiración normaliza nuestros procesos internos proporcionándonos
alivio y relajamiento. Acaso no es contradictorio, cuando mencionamos
que el control es negativo?.
Es
cierto que dependiendo de la circunstancia del momento, el control
asume su naturaleza dual, en ocasiones será obligatoriamente necesario
ponerlo en práctica, mientras que en otras, el fluir con el momento
anímico sin ataduras, hemos experimentado una fuerza y confianza
inconmensurables!. Cada polo tendrá sus ventajas y desventajas,
dependiendo de las condiciones del medio. El ser humano por esencia nace
aparentemente libre, cuando en realidad la libertad está condicionada
por el medio en que se desenvuelve, y el control; es un recurso para
mantenernos en la franja del confort, de la pasividad, del conformismo y
con el riesgo potencial de caer en la mediocridad. Mientras que el
pretender controlar las situaciones tanto externas como internas, nos
pueden llevar a un nivel de rigidez y aprisionamiento.
Cómo
es que pretendemos controlar el medio y las condiciones externas,
cuando en realidad no sabemos lo que es controlar nuestros propios
aspectos personales?, es imperativo primero desarrollar autocontrol, no
con el fin de reprimirnos y perder nuestra espontaneidad, lo que sólo
acarrearía frustración y depresión, al corazón no se le puede negar la
capacidad de amar, a la mente no se le puede negar la capacidad de
pensar, a la vista no se le puede negar la capacidad de admirar, al oído
no se le puede negar la capacidad de deleitarse de la acústica, al ser
humano no se le puede negar su derecho a experimentar su propia
sensación de liberarse de sus propias ataduras. Mientras que el
controlar ciertas circunstancias de nuestra cotidianeidad, da como
resultado el experimentar fuerza de voluntad y dominio de la situación.
Lo uno
y lo otro no sólo son esenciales, sino que están estrechamente ligados y
proporcionan equilibrio a la balanza.
Lo
importante es desarrollar sensibilidad para identificar cuando es
necesario controlar y cuando es hay que dejar de controlar. La
experiencia personal es vital para saber que opción es la más adecuada, y
en ambas debe haber el mismo grado de certeza y satisfacción. Dependerá
por supuesto de nuestra capacidad para razonar y que tanto estamos
seguros de lo que somos, para no experimentar algún tipo de
remordimiento o culpa, al haber errado en nuestra decisión. Escuchar esa
voz interna es el mejor medio para equilibrar la balanza y asumir
nuestra acción con sus inherentes consecuencias. Todos los extremos
suelen acarrear consecuencias en algunas veces inevitables. Mantener en
equilibrio todos los aspectos de nuestra personalidad, se logra
confiando que la decisión que tomemos será la más adecuada, porque
albergamos un conocimiento
propio que se libera a través de la introspección.
El incontrolado carece de recursos para controlar las situaciones, mientras que emana autocontrol, emana liberación!.
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