La Luciérnaga

Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.

Ésta huía rápido con miedo de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.

Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía... Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:

- Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar contestó la serpiente...!!

- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia preguntó la luciérnaga?

- No, contestó la serpiente...!!!

- ¿Yo te hice algún mal dijo la luciérnaga?

- No, volvió a responder la serpiente.

- Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar contestó-

- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?

- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar...!!!

Reflexión:

Esta simple historia encierra una gran verdad! Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos en ocasiones: ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo, ni daño a nadie?

Existirán algunas personas que nos nos ataquen u ofendan sin justificación alguna, por la simple razón de que no soportan vernos brillar!

Ese brillo es nuestra autenciticidad, la honestidad, el respeto y la tolerancia, cualidades que definen a un ser humano íntegro y comprometido con sus ideales.

Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú misma(o), avanza y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo el mejor esfuerzo, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... porque tu luz seguirá intacta.

Tu esencia permanecerá, pase lo que pase..... siempre y cuando seas capaz de eliminar los prejuicios y te aceptes como eres no física, sino internamente. Se siempre auténtica(o), aunque tu luz moleste a los predadores!!

El verdadero brillo se emana en la aceptación y desarrollo de lo que anhelamos ser!