jueves, noviembre 07, 2013

Distracción

Nuestra mente es todo un complejo de almacenamiento que cada escenario se queda permanentemente grabado en nuestra memoria, tanto lo que captamos con nuestros  sentidos comunes, como aquellos que se alojan inconscientemente por medio de la percepción. Sin embargo, mucho de este alojamiento masivo de información se guarda celosamente a través de las experiencias y que se enlazan primordialmente en nuestra zona afectiva, transformándose en recuerdos los cuáles se almacenan mediante una compleja red de neuronas, y que nosotros nos encargamos de matizarlo de acuerdo a su nivel de intensidad. Y es muy común que ese inmenso baúl de información emerja a veces sin control, traicionándonos cuando menos los esperamos o cuando algún escenario es similar al experimentado en el pasado, basta cualquier asociación para que se libere esa red de información inagotable.

Y es precisamente de ahí donde se genera el fenómeno de la distracción, es poco común observar personas que posean un aceptable nivel de concentración, ya que nuestra naturaleza responde a cualquier estímulo del exterior que active un simple pensamiento para arrojarnos hacia todo tipo de distractores que nos hacen cometer cualquier cantidad de errores y accidentes que deriven en situaciones comprometedoras y vergonzosas con resultados desastrosos en algunas ocasiones. Incluso basta cualquier tipo de apremio o preocupación para sumergirnos en nuestros pensamientos. Por lo que es usual que al caminar por las calles de la ciudad lo hagamos por lo general cabizbajos, preocupados y pensativos; recordando, planeando y formulando infinidad de acciones que realizaremos durante el día, la semana, el mes, al año e incluso pensamos de qué forma será nuestro final existencial. 

Pero qué pasa cuando ya integrados en nuestras labores, caemos en esa distracción producida por nuestros pensamientos!. Vaya que muchas ocasiones lo pagamos caro, cometemos errores involuntarios, pasamos por alto detalles importantes, y  descuidamos lo esencial: estar atentos al momento presente. Pero, y en realidad en que estamos pensando todo el tiempo?, qué tipo de cuestionamientos nos tortura día a día?, cuál es el pensamiento base que origina que en la mayor parte del tiempo nos distraigamos?. Podría ser sin lugar a dudas el anticiparnos a los sucesos, a fin de controlar las situaciones y prever en lo general cualquier tipo de error o equivocación. Hay alguna razón de peso para actuar de esa forma?, inseguridad, incertidumbre, temor, o simple prevención?. De ese tipo de sentimiento surgió la planeación, a fin de controlar las circunstancias y acercarnos lo mejor posible a los acontecimientos futuros, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo.

No es fácil en realidad intentar la espontaneidad y entregarse instante en instante al misterio del momento posterior, el instante futuro. Se requiere de una gran capacidad de improvisación para dejar de preocuparse de lo que sucederá en el siguiente instante en que no sabemos lo que acontecerá, porque si bien es cierto hay un halo de misterio que hace que la vida no sea tan previsible para nuestra percepción. Sería interesante un día cualquiera y hacer a un lado nuestro universo de especulaciones y acciones controladoras, y entregarnos con todo valor a ser espontáneos y permitir que la vida y nuestras reacciones nos vayan sorprendiendo a cada momento, seguramente una experiencia liberadora y de exquisitas sensaciones llenaran nuestra alma. Porque la vida en esencia fue creada para eso, para entregarnos sin barreras a su ritmo, armonizando la naturaleza del exterior con nuestra naturaleza interior, creando con esto, un universo de conexiones perceptivas y psíquicas que dejaran de por medio un mundo de conocimiento que seguramente se traducirá en revelaciones trascendentales que nos proporciona autoconocimiento, para reafirmar y reorientar nuestro papel en está existencia, para desprendernos de tantos y tantos  cuestionamientos que nos mantienen en una constante distracción, que impide entregarnos a la plenitud del momento presente!.

Una distracción puede ser la diferencia entre la oportunidad y el fracaso!