Oportunidad

Un año más de vida, de sobresaltos, de esperanzas, desdichas, desamores, derrotas, de teorías sobre el fin del mundo, de las tradicionales doce uvas, y con ello el gran anhelo de que todo lo anterior erradique permanentemente, que haya salud, prosperidad y abundancia. Se requiere más que buenos deseos para que éstos se hagan realidad; la intención es ya un comienzo, pero poner manos en acción es el impulsor principal. Las oportunidades son escasas para quienes creemos que la vida es injusta y compleja, inmensas cuando la actitud es positiva ante cualquier escenario. Así como percibimos que aun año se nos fue como un suspiro, la vida se extingue en la misma tendencia, y si las oportunidades las dejamos escapar por actitudes pasivas y pesimistas, mucho más rápido la existencia se nos escapará de las manos sin siquiera haber reaccionado con prontitud y valor.

Hemos invocado una y otra vez si se nos diera una nueva oportunidad para rehacer nuestra vida, para recuperar el tiempo perdido, para rescatar esa relación deteriorada, para atrevernos a dar ese paso decisivo, para mil y una cosas. En eso se nos va la vida en pensar, pensar y pensar… porque añoramos tanto un pasado cuando ya irremediablemente éste no regresará?. Nada por mucho que lo anhelemos, o deseemos con toda nuestras fuerzas caerá del cielo, ni aunque reclamemos u oremos al firmamento a algún ente celestial en espera del tan ansiado milagro, por la simple razón que somos protagonistas y dueños de nuestro propio destino. Si no somos realistas y actuamos en ¨actividad¨ y no sólo en pensamiento comenzarán a clarificarse nuestras penurias. Si la vida se detuviera en nuestros problemas, tarde o temprano estallaríamos hasta vernos envueltos en un abismo sin fondo; ya que nada en el tiempo se detiene y nada podemos detener, porque la vida continúa a pesar de nuestra sensación de quietud.

Una oportunidad no depende de nada exterior, la oportunidad nos la damos en el momento en que nos decidimos a actuar y hacer la diferencia de una existencia indiferente; sin quejas, sin pretextos, sin pesimismos, sin apatías. La vida es una y única la oportunidad para comenzar a retomar el control, a disfrutarla, a dar la mejor cara en situaciones adversas, a levantarnos con mucho mayor ánimo y encarar las situaciones con ánimo de vencedor y no como el derrotado. Porque el que cae, se levanta, aprende y sigue adelante es quién construye su existencia con solidez y consistencia. Claro que esto no significa que todo marchará bien, porque la vida contiene matices y es parte del equilibrio los imponderables, de otra forma no habría posibilidad de aprendizaje, ya que la vida es perfeccionarse para conocerse más internamente y hallar las objetividades ante nuestros constantes cuestionamientos existenciales.

Las oportunidades llegan a nuestra vida cuando estamos listos para recibirlas!