Todo o Nada
Todo
o Nada?, hay situaciones en la vida que nos lleva a tomar decisiones
drásticas, pero en realidad, comprendemos lo que esto significa?,
sabemos qué es darlo Todo o quedarnos sin Nada?. En principio: que es
Todo?, y que es Nada?.
En
el principio de los tiempos había la Nada y eso era Todo lo que había y
Nada más, el Todo estaba implícito dentro de lo que llamamos Nada; pero
cómo se puede conceptualizar el Todo cuando está presente la Nada?. Sin
embargo, hay una forma que dentro de esa Nada se comprenda el Todo. Y
eso, es el saber que Nada poseemos de esta vida, porque Todo es
Temporal; en momentos podemos poseerlo Todo, pero en el siguiente
instante podemos perderlo y quedarnos absolutamente con Nada!. Por
tanto, la vida se vuelve efímera, actuando como si poseyéramos Nada, y
de esta forma entregar Todo lo que somos en la búsqueda de experimentar
la
plenitud.
Imaginemos
que la única forma de comprender el Todo y la Nada, es explorar que el
Todo se sostiene en la Nada, y de que otra forma podemos comprobarlo?,
cómo podemos afirmar que hay un Todo si primero no reconocemos que hay
una Nada?, para llenar un espacio, primero debe estar presente un vacío,
es decir, el Todo representa lo que ¨Es¨ y la Nada lo que ¨No-Es¨. La
Nada es Ausencia, Vacío; el Todo es Presencia, No-Vacío. De ahí la
necesidad del Ser humano de obsesionarse con poseerlo Todo porque en su
origen es sabedor de que Nada posee, y aún cuando en algún momento
llegue a
poseerlo Todo, tarde o temprano regresará a su origen quedándose con
Nada. Y de esta forma se pasa gran parte de la vida experimentando
plenitud y ausencia, en términos materiales y emocionales. Un ejemplo
claro de esto, es cuando iniciamos una relación de pareja, nuestra
sensación es de plenitud(Todo), y cuando de pronto esa relación termina
nuestra sensación es de vacío(Nada). La eterna Dualidad presente en cada
momento de nuestra vida!.
Por
tanto, es importante comprender que dentro de esa Nada se encuentra el
potencial del Todo, y que el Todo esta sostenido dentro de esa Nada,
ambos son recíprocos e inseparables; Todo y Nada no pueden ser
absolutos, son parte de lo mismo, es una graduación de la misma escala,
cómo lo es Blanco y Negro, Frió y Caliente, Luz y Obscuridad. Eso nos
lleva a la reflexión de que en el momento en que experimentemos vacío,
vacuidad, ausencia, no significa esto que ya lo perdimos Todo; y por el
contrario, cuando experimentemos plenitud, presencia, Todo, no significa
que hemos llegado al límite máximo, al tope, porque el Todo se
encuentra estrechamente relacionado con lo infinito, y esto está
condicionado por aquello que representa la Nada!.
El
concepto de Todo y Nada, es sólo un nivel de percepción de lo que
consideramos Temporal o Atemporal en el universo que nos rodea, tanto
interior como exterior!. El Soy-No Soy, sólo es un sentimiento de
presencia y ausencia, de pertenencia y desapego; lo cual estará
estrechamente ligado a las experiencias, producto de cada vivencia. Todo
lo podemos perder cuando más seguros nos sintamos, y experimentar la
Nada cuando más vulnerables nos encontremos; sólo es un proceso, es la
búsqueda de la identidad cuando experimentamos su ausencia, es decir, la
Nada nos lleva a la búsqueda del Todo, y el Todo nos lleva a la
comprensión de la Nada!.
Por
tal motivo, cuando nos encontremos en un proceso de soledad, ausencia,
no identidad; no significa que haya Nada en el camino, provocándonos
estados de depresión, ansiedad y angustia; de igual forma cuando
experimentemos un desprendimiento o una pérdida, no quiere decir que ya
lo hemos perdido para siempre; físicamente quizás no regresará, pero
psíquica y emocionalmente estará siempre presente en nuestro recuerdo,
nuestra memoria, nuestro corazón. Por otro lado, cuando nos encontremos
eufóricos y satisfechos por la sensación de plenitud y Totalidad, no es
para asumir la postura de conformismo, siempre hay algo nuevo que
experimentar, algo que descubrir y nuevas vivencias que disfrutar. El
proceso natural de la vida, es experimentar la Nada para atesorar
aquello
que llamamos el Todo, y el Todo para reflexionar que partimos de la
Nada para lograrlo.
Esto
da como consecuencia, que no debemos conformarnos cuando logremos una
meta, porque siempre existe la posibilidad de mejorar y perfeccionar,
aspirando a alcanzar la excelencia. Y cuando sintamos que la vida nos ha
arrebatado algo, que Todo ha terminado y que Nada hay por hacer, si
perseveramos y tenemos fe en nuestro potencial, tarde o temprano
hallaremos una respuesta, una solución que nos ofrezca infinidad de
posibilidades para lograr salir del bache en que nos encontramos,
logrando con esto vencer nuestros propios prejuicios y limitaciones!.
¨Cada ser humano posee dentro de un Nada, Todo un mundo de posibilidades de crecimiento¨.
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