jueves, mayo 31, 2012

Secreto

Alguna vez en nuestra vida hemos guardado algún secreto?, qué propicia el conservar algo íntimo con tanto recelo?. Si bien es cierto que todos poseemos algo muy personal en lo más recóndito de nuestra conciencia a través de la memoria, y que con el tiempo deriva en un recuerdo latente y que en ocasiones se precipita al abismo del olvido. Para la ciencia, esto se debe a un proceso puramente fisiológico, donde nuestro cerebro capta a través de los sentidos todo cuánto a nuestro alrededor acontece, y ese acontecer es almacenado por múltiples operaciones sinápticas que se alojan en alguna zona de nuestro cerebro donde se procesa esa información. Eso nos convierte en un receptor de vivencias permanente. Cada vivencia posee dentro de sí un acontecimiento que se fija profundamente en nuestra conciencia, y esa fijación depende de la tesitura de la experiencia que acompaña un sentimiento en particular tal como amor, odio, esperanza, ilusión, alegría, ira, remordimiento, dolor, angustia, resentimiento, fe, culpa, etc. 
 
Ese proceso lo podemos asociar a vivencias cotidianas: nuestro libro de vida, registrando uno a uno los detalles más significativos e insignificantes del diario vivir, donde evaluamos al término de cada jornada el resultado de nuestras reacciones ante el medio al cual nos enfrentamos, y de la forma en cómo se generó tal capacidad de respuesta o reacción. Lo que consideramos importante o trascendente, es lo que guardamos para nuestra intimidad y lo demás lo desechamos o simplemente lo compartimos para alimentar o reafirmar nuestro ego, o en su defecto, para descargarnos de una emoción que se mantuvo contenida en nuestro sentir. Ese ejercicio cotidiano es aquello que llamamos secreto, aquella información que es inviolable, intransferible e inherente a nuestro Ser. Aquello de extrema valía y que es exclusiva sólo a personas muy allegadas a nuestra empatía.
 
El Secreto es evaluado por nuestra conciencia en el umbral del bien o del mal, dependiendo de capacidad de razonar entre lo justo e injusto. Por lo general tendemos a guardar secretos ante un juramento de fidelidad de un allegado, o de nuestro libro de vivencias que consideramos incluso sagrado y que el compartirlo sería quedar vulnerables y frágiles, pensando que esto arrebataría nuestra identidad o esencia. Y la forma en cómo afectaría a nuestras relaciones personales?. Es difícil evaluar en qué circunstancia adquiere mayor importancia, ya que en lo laboral representa un juramento ineludible hacia una promesa de fidelidad y que es una secrecía derivada de un compromiso contractual; en la amistad es uno de los mejores vínculos para compartir secretos mutuamente, ya que el nivel de empatía es muy estrecho e íntimo, al grado de crear lazos de confianza e incondicionalidad, el cuál puede perdurar incluso toda la vida. En la relación de pareja cuando se logra la transición de la amistad al noviazgo, el nivel de confianza se encuentra al tope, al grado de que la mayoría de los secretos se comparten mutuamente con grandes expectativas de que la relación trascienda.
 
Pero que sucede cuando se trastorna alguna de estas relaciones?, lo que en un principio representaba una condición favorable, ahora se transforma en un obstáculo, no sólo a nivel indiscrecional, sino de un hermetismo doloroso e infundado. Cuando la confianza se pierde, el secreto se transforma en un arma que destruye y manipula. Por tanto toda información propia o ajena que se conserva en el hermetismo, puede ser un arma de dos filos, y lo deseable es hacer un ejercicio de conciencia que nos asegure estabilidad a nivel mental y emocional. Si un Secreto llega al grado de trastornar o generarnos alguna culpa o remordimiento; lo mejor es desprendernos de esa carga innecesaria que actúa como una bomba de tiempo o una caja de Pandora que amenazaría nuestra estabilidad. Debemos cuestionarnos si realmente vale la pena conservar un Secreto que no sólo atenta contra la integridad personal, sino la ajena. 
 
¨Porque hay de secretos a secretos, lo importante es aquilatar que es aquello que le da calidad a nuestra existencia!¨.