jueves, octubre 06, 2011

Para Pensar

Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo

Tenemos más conocimientos, pero menos criterio.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral....

Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría....

Con más comida, pero menos nutrición....

Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.

Son tiempo de casas más lindas, pero más hogares rotos.


Reflexión:

Conforme las sociedades se transforman y globalizan, mayor es la necesidad de adaptarse a ese acelerado ritmo que va desacelerando nuestro ritmo biológico a nivel mental y emocional, hemos perdido de vista que es lo esencial, es mas!, a veces ni hemos concientizado acerca de ello, o simplemente nos ha dejado de importar. Que sucede con este fenómeno de adaptación que nos hace cada vez más inadaptados de nuestras esenciales necesidades humanas?, será cierto que por estar al nivel de las expectativas actuales nos hemos obsesionado con sobrevivir en la supervivencia por ser el más adaptado, el más capaz y el más sobresaliente?. A que terrenos desconocidos nos esta llevando el destino al desear aspirar a un nivel de vida tranquilo y desahogado?, realmente en este instante nos sentimos así? No será que nuestra situación actual cualesquiera que sea nos mantiene mas acelerados y desacelerados simultáneamente, acelerados por una presión agobiante de problemas de todo tipo, laborales, familiares y personales y desacelerados producto del agotamiento extremo al cuál hemos sometido nuestro ritmo natural de vida, por la multiplicidad de actividades que realizamos a diario?. Ambos a su vez nos mantiene en un nivel de neurosis delicado, por lo cuál estamos constantemente irritados y disgustamos con nosotros mismos, por el nivel de tensión emocional al que hemos sometido a nuestro entorno en general.



Nadie niega que es necesario anhelar un estilo de vida cómodo y confortable, porque las exigencias de nuestro entorno así lo exigen, peor a que precio?, hasta donde llega nuestro nivel de ambición para detenernos un poco en el camino y reflexionar si esto es todo lo necesario para ser felices y sentirnos plenos internamente, hemos hecho este análisis con alguna frecuencia?, porque a pesar de que se ha logrado un buen nivel de vida material y profesional, sentimos que algo nos sigue faltando, que hemos descubierto que no somos lo suficientemente felices!., que a pesar de la estabilidad material nuestros conflictos personales parecieran no terminar, ocasionándonos infinidad de problemas con nuestra pareja, hijos, padres, hermanos, amigos y compañeros. Porque sucede esto?, que no es suficiente con ya haber logrado cierta estabilidad económica como para que nuestros problemas se hayan resuelto ya?. Porque seguimos acelerados, irritados, neuróticos y por ende desesperados y frustrados al no saber resolver nuestros conflictos emocionales?, entonces de que se trata la vida?, porque a mayores posesiones y posición social mayor es nuestra insatisfacción?. Nos ha ocurrido inclusive, que al experimentar esta constante insatisfacción más nos obsesionamos con poseer más y más para llenar un vacío que no tiene fin?. Adonde vamos a llegar con esto?. A que niveles nos estaremos sometiendo día con día, hasta el grado de enfermarnos mental y físicamente?, realmente vale la pena seguir con esto?, porque ya hemos dejado de disfrutar de la vida?, porque cada vez disponemos de menos tiempo para convivir con nuestros seres queridos?, porque nos irrita cualquier provocación al grado de perder el control?, porque nos sentimos cada vez más agotados?, porque nuestros problemas en cualquier terreno de pronto se potencializan?.

En algún momento debemos detenernos y asumir que nuestros problemas los generamos nosotros y no el entorno, el nivel de satisfacción personal llega cuando reconocemos que la vida no es correr a toda prisa; sino de disfrutarla de instante en instante sin agobiarnos por el tiempo; que es más importante atender nuestro estado de salud que atender nuestra obsesión por poseer desmedida e irracionalmente, que nuestro universo interior se agobia porque no atendemos la belleza y perfección de nuestro entorno natural el cuál nos proporciona lecciones de sabiduría, que obtener lo necesario es cuando dejamos de obsesionarnos por ello; que uno de los valores más importantes y necesarios para nuestro equilibrio emocional es la familia; que todo lo que realizamos en la rutina es para disfrutarlo, cada actividad en su plenitud, en lugar de estarnos irritando y sufriendo innecesariamente; que es importante atender a la familia, a los amigos y sobre todo a nuestro estado espiritual, que estar a la defensiva ignorando e insultado a quienes se atraviesen en nuestro camino; que lo esencial es trabajar para vivir y no pasarnos la vida trabajando sin descanso perdiendo nuestra libertad; cayendo en la esclavitud de nuestra propias obsesiones, destruyendo la alegría de vivir al sentirnos inmersos en un pozo de constante insatisfacción; es importante concedernos un espacio para descontaminarnos, para analizar qué estamos descuidando y qué hemos dejado de hacer, por estar tan sumergidos en infinidad de actividades innecesarias que consumen nuestro tiempo vital, nuestra existencia lo vale todo y el tiempo que nos concedamos lo vale para reconstruirnos y para reorientarnos hacia una visión más interior, para darnos la oportunidad de relajarnos, ver la vida desde un enfoque mas noble y optimista, y pensar que todo cuanto emprendamos debe llevar como prioridad desarrollar en nosotros un ser humano más completo y equilibrado en lo moral, y emocional!.