lunes, agosto 22, 2011

El Conocimiento de la Verdad

No creas que alcanzarás la verdad acumulando conocimientos. El conocimiento engendra a la duda, y la duda te hace tener hambre de más conocimientos.

Trata de vivir de una manera holística.

No exageres la importancia del intelecto.

Al contrario: integra mente, cuerpo y espíritu en todas las cosas. Si lo haces, llegarás a ser maestro del conocimiento, en lugar de ser víctima de los conceptos.¨

El Huang Hu Ching


Reflexion:

El ser humano por naturaleza es un ser social, y que a través de los tiempos ha recurrido de la organización a fin de desarrollarse como un ser productivo, y por tal motivo se ha visto en la necesidad de desarrollar aprendizaje, costumbres, comportamientos y relaciones que lo llevaron a la creación de normas de conducta, reglamentos y leyes; y que le aseguran una aparente armonía entre sus iguales. Pero al analizarlo cuidadosamente, percibimos que es una forma de mecanización para uniformarnos como sociedad y actuar como un gran engranaje a merced de una exclusiva élite, quedando comprometida y limitada nuestra libertad; podremos poseer libertad de expresión a medias, siempre y cuando no rebasemos esa normatividad que como seres sociales debemos acatar y que en realidad carecemos de libre albedrío. Puesto que el poseer conocimiento nos proporciona los elementos para comprender nuestra historia y los fines que a futuro nos espera. El conocimiento es importante para desenvolvernos en los diversos escenarios en nuestra sociedad, con fines de supervivencia, reconocimiento y status. Pero hasta que punto es necesario satisfacer el hambre de conocer?. O cuál es el objetivo de almacenarlo como un gran archivo mental?. Para satisfacer nuestro Ego?. Será ese deseo incansable de alcanzar la verdad el que nos impulse a buscarla a través del conocimiento?. Cuál verdad es la que buscamos?, tenemos certeza de cuál es el sendero de la verdad que anhelamos conocer?.

La verdad de la experiencia es la más común, es la que acumulamos a través del conocimiento de los libros, que es la sabiduría y la experiencia adquirida por los grandes pensadores de todas las épocas y transmitido mediante enseñanzas, sin embargo este tipo de verdad es ajeno a nuestra experiencia de vida; hay otra verdad que se da a través de la naturaleza, y que es la que captan nuestros sentidos, es nuestro mundo exterior, la que la ciencia ha develado a través de la historia para descifrar los misterios del universo e incluso a desafiar los terrenos de Dios; y la otra verdad es la intangible, la de los místicos, y que es a través de nuestra conciencia que capta la realidad interior de nuestra verdad personal, la más inmediata a nosotros: la conciencia humana, donde no cabe verdad de ninguna especie de manual, método, regla o ley creada por la sociedad o por el hombre. Toda verdad nos impulsa a buscar incansablemente en cualquier terreno, llevándonos a descubrir lo ya creado, y que cada escalón que ascendemos en busca del deseo por descubrir una verdad que le dé sentido a nuestra vida, se descubren nuevas incógnitas, y de esta forma caemos en un círculo interminable de dudas e incertidumbre, ya que el conocimiento en sí es infinito.

La búsqueda en lugar de satisfacerla al exterior, debemos enfocarla en nuestro universo interior; de que nos sirve poseer amplia cultura cuando no sabemos explotar nuestras capacidades innatas; y por el contrario, de que nos sirve poseer grandes facultades si carecemos del conocimiento que las potencialice?. Todo en nuestra vida debe conllevar un equilibrio, el conocimiento surge del interior al exterior y si no sabemos como develar nuestras facultades, es necesario valernos del conocimiento producto de las experiencias ajenas, para iniciar el proceso de revelación de nuestros constantes cuestionamientos y dudas existenciales. Si dejamos a un lado nuestros prejuicios comenzamos a erradicar la ignorancia de lo que somos y el fin para que existimos, iniciaremos un proceso de autosanación, a dejar de experimentar constante angustia y sufrimiento por el porvenir, saber liberarnos de los remordimientos y culpas del pasado; y así liberar el potencial de nuestro presente, comenzar a percibir la vida con mayor libertad de conciencia, para disfrutar más de nuestra existencia, con propio conocimiento de causa, con experiencia propia y que en lo sucesivo se transformará en sabiduría. El saber experimentarnos día a día con decisiones y reglas propias, para acumular nuestro propio libro de vida, porque la verdad colectiva no es absoluta en lo unilateral, mientras que la verdad personal es la revelación para la colectividad!.