Crisis
• No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
• La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
• La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
• Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
• Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
• Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
• La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
• El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
• Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.
• Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
• Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
• En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
ALBERT EINSTEIN
Reflexión:
¨Quién sale adelante en tiempo de crisis se asegura un porvenir promisorio¨; ¨Quién es capaz de estar en constante movimiento sin detenerse e innovando a cada instante tiende al éxito¨; ¨Quién mantiene siempre una actitud positiva aún ante la adversidad sabe que el destino sólo depende de su voluntad¨.
Pareciera que las crisis ya forman parte de la vida cotidiana de todo ser humano, pues desde tiempos inmemoriables hemos estado inmersos en ellas en todos los niveles y sectores de nuestra sociedad. Y esto mella muy hondo en nuestra estabilidad mental y emocional. Porque cuando pasamos por un momento de estabilidad es cuando de la nada aparece una crisis que interrumpe la armonía personal y familiar generándonos sentimientos de tensión, depresión e incertidumbre. A nadie por supuesto le agrada estar en período de crisis, pues esto nos hace replantear nuestra situación actual, cuando ya se tenían planes a futuro, de pronto llega algo inesperado que echa por la borda nuestros planes, en esos momentos de tensión nos cuesta ordenar nuestros pensamientos, nublándonos el razonamiento, y que en su momento las soluciones parecen muy lejanas, aparecen múltiples cuestionamientos: Que acciones debemos tomar para superar una crisis?, Que actitud debemos asumir para salir airosos?, o en su defecto: Porque asumimos en una forma casi automática y natural que una crisis es algo indeseable y negativo?.
Hay toda gamma de ellas: desde las crisis de pareja, de familia, laborales, económicas, personales, etc.; y también hay quienes logran sacar provecho de ellas?, Cómo es posible esto?, Cómo de algo que nos desestabiliza podemos sacar ventaja?, Cuál es el paso inicial para revertir la situación crítica en la que estamos viviendo?. El primer paso para tomar el control es calmar nuestra revolución emocional, porque son las emociones las responsables de que no podamos razonar adecuadamente. Lo primero es serenarse, aún cuando nuestros impulsos se encuentren en plena ebullición, es muy importante que logremos tranquilizarnos a pesar de la gravedad de la crisis, porque de otra forma está latente la posibilidad de cometer un involuntario error, de consecuencias insospechadas producto de nuestra desesperación. Al principio podemos asumir que no hay salida, pero todo, de una u otra forma tiene en sí una solución, quizás no la que idealmente quisiéramos pero alternativas que nos ayuden a ganar tiempo, para replantear la situación y obtener el mejor beneficio de ello. Y hay que entender que aún de estas crisis sea cuál fuere el resultado un aprendizaje llegará con ello.
Una vez recuperada la tranquilidad, comienza el análisis de las alternativas o posibles soluciones, para finalmente comenzar a asumir el control de la situación y actuar tan pronto como sea posible. Si le entregamos toda nuestra energía con una gran carga de voluntad, no debemos dudar que saldremos no sólo airosos, sino enriquecidos por el aprendizaje que a nivel personal obtendremos de estas experiencias de vida. Cada crisis es una gran oportunidad para medir nuestras propias fuerzas, y reafirmar que toda solución debe emanar de nuestras capacidades naturales. Una vida intensa es aquella que nos somete a los retos, a las presiones constantes, a las tareas imposibles y a escenarios cada vez más agresivos. La superación llega de cómo afrontamos las crisis y de que forma nos obliga a aprender y crecer, y con la posibilidad de desarrollar una personalidad cada vez más autosuficiente y segura de sí misma.
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