jueves, agosto 12, 2010

IGNORANCIA

Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Habían decidido hacer una marcha y dormir en un establo. Caminaron durante toda la jornada.

Al anochecer se alojaron, como tenían previsto, en un establo del que previamente tenían noticias. Estaban muy cansados y durmieron profundamente; pero, de madrugada, una pesadilla despertó a uno de los amigos. Zarandeó a su compañero, despertándolo, y le dijo:


--Sal fuera y dime si ha amanecido. Comprueba si ha salido el sol.

El hombre salió y vio que todo estaba muy oscuro. Volvió al establo y explicó:


--Oye, está todo tan oscuro que no puedo ver si el sol ha salido.


—¡No seas idiota! -exclamó el compañero-. ¿Acaso no puedes encender la linterna para ver si ha salido?



Reflexion:

La ignorancia es un recurso equivocado en que cada uno de nosotros adolecemos cuando carecemos del pleno entendimiento de nuestras capacidades individuales. Y es la ignorancia de la que se basan personas sin escrúpulos para inducir, manipular o fanatizar a quienes carecemos de ese entendimiento propio, y por esa razón pertenecemos a una sociedad en donde predomina el abuso por esta circunstancia en que nos encontramos la mayoría de los seres humanos ante los sistemas ideológicos, políticos y religiosos; en que somos considerados como infinidad de engranes que encajan a la perfección en una gran maquinaria llamada monopolio humano al servicio de las élites gobernantes y religiosas.

Y es la ignorancia lo que nos hace temer hacia lo que desconocemos, y por tanto de ahí deriva nuestro punto débil, del cuál caemos en las redes del engaño y la manipulación; y si la ignorancia es ausencia de conocimiento, a que se debe esto?, es obvio que no podemos saberlo todo, pero si podemos conocer lo esencial: y ese conocimiento debe partir del interior hacia el exterior. Porque el conocimiento exterior es aquel que nos aporta los elementos necesarios para conocer tanto nuestros antecedentes históricos de evolución, como para desenvolvernos en los planos social, cultural y laboral, que sin duda es significativamente valioso para aspirar a cumplir nuestras metas a corto, mediano y largo plazo, con miras a la superación con fines de supervivencia en un mundo que se rige en su mayor parte por aspectos materiales.

Y por otro lado se encuentra el conocimiento interno, que es la interpretación de las percepciones y sensaciones que a menudo nos inquietan, con ideas tales como: el sentido de la nuestra existencia, el temor a la muerte y que deriva en el temor hacia la vida, por esa falta de conocimiento al ser arrojados a un mundo en que aparentemente desconocemos su ritmo y ciclo natural; por estar ensimismados y obsesionados por los aspectos exteriores, por el constante competir, por el sobrevivir para aspirar a ser el mejor por encima de otros, por sentirnos reconocidos en una sociedad que alimenta el sentido de pertenencia basándose en las apariencias; por el constante bombardeo de medios masivos que apagan nuestra iniciativa y necesidad de liderazgo independiente.

Además, la ignorancia nos hace aferrarnos a la dependencia sadomasoquista, a esclavizarnos una y otra vez por el temor de experimentar la libertad absoluta de pensamiento y expresión; una vez liberados de una opresión, sólo fugazmente se experimenta esta percepción de libertad, que es sinónimo de ligereza, desapego, desenfado, y en el otro instante ya nos sentimos agobiados por esta ¨desconocida¨ sensación, porque de pronto nos sentimos nosotros mismos y eso nos asusta, al no saber controlar estas sensaciones y emociones tan intensas; impulsándonos inmediatamente a buscar una nueva dependencia, para que alguien ajeno se encargue de nuestro bienestar, y evadirnos de la responsabilidad de encontrarnos, experimentarnos y conocernos.

Al permanecer ignorante y desinformado de nuestro entorno interno y externo nos deja vulnerables para enfrentar toda una gamma de conflictos que son pruebas diarias que la vida nos enfrenta a fin de explorar y explotar nuestras capacidades, con una clara finalidad: conocernos para conocer el potencial que habita en cada uno de nosotros. Si no nos conocemos plenamente, como podremos saber lo que realmente nos espera en esta vida?, si es esta falta de conocimiento la que nos desarrolla el temor a ella; como podemos temer a lo desconocido, si aún no ha sido explorado?, por lo que el temor nos limita a atrevernos a experimentar la vida con nuestros propios recursos. No es posible desdoblar lo desconocido con lo ya conocido, ni mucho menos con ignorancia; lo desconocido se descubre con seguridad, con valor, con determinación, sin temer de nuestras propias reacciones a situaciones novatorias.

Vivir la vida sin temor es vencer las barreras inútiles e ineficaces de la ignorancia, es independencia; es disfrutar de la libertad sin necesidad de apegarnos obsesivamente a algo o alguien, confiar en los dictados de nuestra conciencia, nuestras inquietudes y nuestros sentimientos, lo único certero es que algún día dejaremos este mundo, eso no es importante, lo importante es con que calidad de vida lo haremos? Con autoconocimiento o con ignorancia? Sin caer en excesos, siempre con estabilidad, equidad y equilibrio. La decisión es sólo nuestra y de nadie más!.

Conocer es saber, saber es liberación, y liberación es paz interior.