Frases Célebres (Parte I)
¨La verdad no mancha los labios de quién la dice, sino la conciencia de quién la oculta¨
La verdad representa para el ser humano el principal objetivo de revelación de todos esos aspectos que le intrigan de su vida, y esa verdad es el esclarecimiento de sus inquietudes e incertidumbres hacia lo que representa su porvenir, cuya revelación se origina en su interior, en el conocimiento de su ser mismo, es la comprensión interpretativa de sus impulsos traducidos en sensaciones, canalizados mediante las emociones y revelados a través de la mente; porque la verdad se encuentra en todo cuánto nos rodea, en el conocimiento universal de cada ser vivo e inanimado, en todo orden y armonía que impera en la naturaleza. Y cada ser humano la posee para sí mismo, porque de él emana ese conocimiento innato y el cuál se revela cuando se despoja de sus prejuicios y condicionamientos, cuando se permite ser libre de influencias exteriores, cuando deja de ser esclavo de su codicia y avaricia, cuando deja de compararse y autodestruirse, cuando deja de experimentarse dolor y angustia, cuando se desprende de las cadenas del pasado que le generan culpas y remordimientos, cuando deja de obsesionarse por el futuro el cuál aún no ha experimentado y cuando se decide a entregarse al momento presente, a su fuerza presente vital, a la máxima expresión de su ser que es vivencia en movimiento, esa representaría su absoluta y auténtica verdad, la que le otorgue equilibrio y paz interior y no aquella que se niega a sí mismo evadiendo su realidad, ocultando sus impulsos, negándose a escuchar la voz interior de su conciencia y por ende no permitiéndose experimentar su propia verdad que es la cristalización de aquello que tanto anhela cristalizar en la vida.
¨Una amistad que termina nunca había comenzado¨
La amistad representa un auténtico lazo fraternal de correspondencia, de complicidad, de apoyo incondicional, de un fuerte sentimiento de compañerismo, de solidaridad, de un conocimiento profundo de sus necesidades primarias, de intercambio de experiencias, un sentimiento que va más allá del materialismo y de los condicionamientos, es un sentimiento de fortaleza espiritual inquebrantable aún en la adversidad de las malas interpretaciones y malos entendidos. Una verdadera amistad se basa en la lealtad y el respeto. Aún cuando el lazo fraternal no es consanguíneo llega a ser incluso igual o superior en relación al sentimiento que representa. Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar y más aún complejo es conservarlos; la amistad es en esencia el espejo y semejanza de quién la posee, a tal grado que ese lazo es inquebrantable y perdurable que trasciende todo tipo de dificultades y desavenencias. Porque una amistad que termina es síntoma de que nunca terminó por consolidarse, sólo representa un lazo de compañerismo, un sentimiento parcial que muchas de las veces condiciona y utiliza en beneficio propio y en perjuicio ajeno. Un verdadero amigo no pide sacrificio, no juzga con parcialidad, no impone condiciones de ninguna índole, no traiciona a sus espaldas, no se aprovecha de las debilidades, no adula, no engaña, no miente, no es evasivo, no es hipócrita. Una verdadera amistad entrega de sí como él mismo en beneficio mutuo.
¨ La Ignorancia es la madre del miedo¨
La ignorancia parcialmente es la ausencia de conocimiento, porque el conocimiento se abre en dos vertientes: el conocimiento que proporciona la cultura, la cuál es producto de las experiencias históricas y ajenas, este tipo de conocimiento proporciona al individuo los elementos para desenvolverse en su medio social, mediante el desarrollo de una profesión en particular, a través de métodos y modelos ya establecidos y de los cuáles él se adapta para desempeñarse y aspirar a insertarse en la fuerza productiva de su medio, así como la cultura general principalmente histórica que le brinda la posibilidad de comprender el entorno que le rodea y de los grandes logros y evolución que la humanidad ha alcanzado a través de la historia, eso sin duda, le proporciona un sentimiento de seguridad y pertenencia para aspirar a poseer un status quo en el medio social en que se desenvuelve. Y existe otro tipo de conocimiento, el conocimiento interno, el que se desarrolla a través de las vivencias que se traducen en experiencias de vida y que desembocan en sabiduría, saber es conocerse a sí mismo, es dejar de ser ignorante de sí mismo, de sus inquietudes, de sus anhelos, de sus necesidades de expresarse conforme a su libre albedrío, este tipo de conocimiento es esencial para su equilibrio emocional y armonía espiritual, el espíritu es un sentimiento de perseverancia, de deseo por trascender, por luchar, por sobrevivir en un medio adverso y complejo, es la expresión de su esencia interior, ese interior está asentado en su conciencia, la que le juzga, la que le reclama, la que le exige emerger hacia el exterior para experimentarse a sí misma, experimentar su libertad, su conocimiento innato, porque la ignorancia como tal no existe, sólo es la ausencia experiencial del conocimiento que ya contiene todo ser humano en su interior; porque el ser humano no es producto de la sociedad, la sociedad es producto del ser humano, él ha creado su propia historia a través de los siglos, en base a atreverse a cristalizar sus inquietudes y necesidades por conocerse y por experimentarse a sí mismo; cuando se despoja del miedo a interiorizarse, el ser humano comienza a ser libre y es cuando comienza a crear su propia y auténtica realidad.
¨La actividad es lo que hace dichoso al hombre¨
Cuando el ser humano comienza a visualizar su realidad, entra en armonía con su entorno, que es armonía en movimiento, es actividad que se traduce en dicha, porque comienza a expresar su propia creatividad, un sentimiento de liberación mental, despojada de todo tipo de condicionamientos y apegos externos, cuando no hay ataduras de por medio que le impidan expresarse conforme a su libre actuar; a su libre albedrío, cuando hay integración y concentración con todo cuanto percibe, observa y realiza; cuando es dueño de sus acciones y responsable de sus consecuencias, cuando la actividad mental se transforma en acciones tangibles, cuando es inquebrantable y determinante ante las agresiones externas, las cuáles derivan en inducción, fanatismo, manipulación y condicionamiento. El ser humano activo es productivo, creativo, posee iniciativa, liderazgo, autocontrol, seguridad, alta autoestima y sobre todo libertad. La libertad es expresión constante de su voz interior la cuál escucha, analiza y expresa hacia su entorno como un medio de experimentarse, comprenderse y perfeccionarse, con la finalidad de descubrirse a sí mismo, como dueño absoluto de su existir, porque la vida es actividad en movimiento y el ser humano activo es el movimiento que le da sentido a la vida.
¨De una mentira ciento se derivan¨
La mentira es la negación de aquello que el ser humano no reconoce en él, de su propia verdad latente en su interior, de su propio desconocimiento, que le deriva en inseguridad y temor para expresarse en el medio social; un ser humano ignorante de sí mismo, es introvertido porque teme exponerse al exterior y experimentar debilidad, es evasivo porque siente incoherencia entre lo que siente y actúa, es ambicioso porque codicia aquello que no cree poder poseer y que sin embargo posee todo los medios para lograrlo, es soberbio, porque piensa que los demás no poseen la capacidad para comprender lo que él cree dominar, pero sobre todo se vale de la mentira para aparentar ante los demás lo que realmente él no es, es decir utiliza la mentira para engañarse a sí mismo, para negarse a sí mismo, para ser incoherente en su realidad, y al utilizarla como un recurrente medio para evadirse a sí mismo, la transforma en una verdad, en una realidad alterna, es su dualidad; cuando la esencia de todo ser humano es experimentarse a sí mismo como un ser único, como unidad que es parte de un todo, es esencia de aquello que lo creó. Cuando la vida es negación, se recurre a la mentira para compensar un vacío producto de la falta de conocimiento de su ser interior, cuando posee las facultades necesarias para experimentar su propia verdad, su propia realidad, su propio conocimiento, su propio autocontrol y posterior dominio de sus emociones, en ese momento se experimenta libertad, seguridad, autoestima, cuando hay voluntad para enfrentar sus propios temores e inseguridades, cuando hay convencimiento de que se posee plena capacidad de exponerse y experimentarse hacia el exterior sin necesidad de recurrir a la mentira, porque la mentira es producto de la ignorancia de sí mismo; y sin temor ni condicionamiento de por medio, la verdad será la expresión de la coherencia entre lo que se siente, se expresa y se actúa, es decir, la absoluta libertad de experimentarse, que se traduce en amor a sí mismo.
¨La ocasión sólo encuentra a quién está preparado¨
Cuando el ser humano se experimenta a sí mismo como un ente libre de expresarse acorde a sus principios que emergen de sus inquietudes internas, percibe dentro de sí equilibrio emocional y dominio de sus impulsos instintivos; desarrolla percepción y concentración para captar todo aquello que se presente en su entorno, que se traduce en oportunidades para creer y evolucionar como un ser productivo. Las ocasiones u oportunidades de la vida siempre estarán latentes para todo ser humano, lo importante es desarrollar esa sensibilidad para saber interpretar esos mensajes ocultos ante una situación aparentemente inesperada, manteniendo una observación y concentración en constante actividad, sabrá decodificar la enseñanza que deriva de una vivencia en particular, la oportunidad es obtener el máximo provecho de esas señales que se presentan en el diario vivir, y para ello es fundamental estar preparados para asimilar todo el conocimiento que cada una de las vivencias que se nos presenten las transformemos en oportunidades. Por ello es importante estar libre de condicionamientos y prejuicios para permitir que la vivencia se rebele a sí misma y sea nuestra intuición la quenos dé la pauta para actuar con oportunidad y cristalizar aquello que nos proporcione beneficio y crecimiento.
¨Sabio es aquel que constantemente se maravilla¨
La sabiduría es comprender que el verdadero conocimiento que le proporciona trascendencia al ser humano es integrarse con su entorno, ser parte de él, construyendo más no destruyéndolo, siendo parte de él, más no ajeno e indiferente. Cuando se ésta sumergido en los pensamientos cotidianos que son las inquietudes existenciales que aquejan a todo ser humano, pierde de vista lo fundamental de la vida, su entorno natural, su exquisita belleza, su armonía imperturbable, la constante evolución y cambio que impera en nuestro universo. El saber proporciona al ser humano certidumbre de vida, despojándose de todo pensamiento pasado que le genera recuerdos de lo ya experimentado, y ese conocimiento le proporciona madurez y equilibrio emocional porque ha sabido desprenderse del dolor y el recuerdo de las desafortunadas y dolorosas experiencias, absorbe lo valioso y desecha lo inútil e innecesario, y esta actitud le brinda la posibilidad de madurar y crecer interiormente, de poseer autocontrol y seguridad en sí mismo, y se encuentra ahora en la posibilidad de vivir su momento presente tan plenamente como su libertad de conciencia ha desarrollado, ahora la vida adquiere un nuevo sentido, ya se percibe integrado a su entorno, se siente armonizado y unificado con esa totalidad de la cuál emergió, la certeza de su vida ya sólo depende de él y no dependiente de factores externos, simplemente es libre y en esa sabiduría de vida todo cuánto existe y ocurre a su alrededor, le maravilla porque ya no hay en él abstracciones ni limitaciones, simplemente vive como un ser único, en comunión con dios y deja de existir como el común de sus semejantes, confinados en la dualidad.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home