viernes, julio 03, 2009

El Miedo a la Muerte?

En una ocasión un grupo de personas, conversando con varios amigos, uno de ellos se percató de lo pequeño de la familia, y todavía con el dolor de algunas muertes recientes, se sintió mal cuando uno de ellos le dijo:
'-debes prepararte, porque uno se va quedando solo'.
Un poco impactado por ese comentario le agradeció sus palabras, porque le permitieron comprender lo valioso que es la vida.
Y esto nos lleva a la siguiente reflexión:
No cabe duda que si nadie nos enseñó qué hacer con la vida, mucho menos nos enseñaron qué hacer con la muerte, no sólo con la de nuestros seres queridos, sino con la nuestra. En nuestra cultura, ya agonizante en muchos aspectos, nos dió como respuesta a estas inquietudes, pensamientos como:

'La vida es corta, ¡vívela!, Lo único seguro es morirse, En la muerte todos somos iguales, De pronto te mueres y todo se acaba'.Lo que nos lleva a meditar lo siguiente:

¨La muerte es lo opuesto a la vida¨, y es éste pensamiento el que nos esclaviza y nos mantiene en un temor contínuo, rápido y directo a la muerte, y sin embargo ese no es el problema principal; el problema no es morirse, es vivir muriéndose.
La vida no tiene opuestos, es un milagro, en ella ocurren transformaciones, ciclos, vivencias, amores, desamores, etc., pero no se opone a nada porque sigue adelante. Todo esto es una idea que contradice la creación. De allí que nos encontremos en este planeta peleando contra el tiempo, la vejez, el deterioro, la enfermedad, al no poder, hasta deformarse en el intento y sucumbir inevitablemente al peso del fin. Nos cuesta aceptar el encanto de los ciclos, de los cambios, la desaparición de lo viejo, por el regreso de lo nuevo.
La gente vive una vida deprimida, sin sentido, resentida, pero se resiste al fin. Es incrédula ante lo que no puede palpar y comprobar científicamente: nuestra espiritualidad, que sin embargo es una aspiración para lograr nuestra armonía interna, no necesitamos fanatizarnos de ello, simplemente debemos ante todo, encontrar nuestra propia motivación que nos lleve a alimentar nuestras aspiraciones humanas no personales, espirituales no materiales.
La llamada muerte es una forma de transformación del ciclo de nacer, la vida continúa. Por eso en este instante, mientras leemos, tomamos contacto con alguien que forme parte de nuestra vida, permitamos que nos toque, que nos abrace, sentir su calor; en este instante ese ser está vivo en nosotros por que nos transmite su calidez, sus vibraciones.
El miedo a morir sólo forma parte de la idea del fin, de la ignorancia del proceso y del no permitirse el disfrute de la transformación, mientras no abramos las cortinas de la vida, seguiremos perseguidos por el dolor, la deformación, el deterioro y la inevitable oscuridad.
Aprovechemos cada instante para disfrutarlo en plenitud, cada oportunidad para aprovecharla y aprender de ella, cada despertar por las mañanas porque es una nueva oportunidad para aprender y corregir, para agradecer que contamos con salud y energía, cada instante de soledad, porque nos da la oportunidad de conocernos y trabajar en nuestra personalidad, buscando equilibrio. Porque el miedo no es al experimentar la muerte; el miedo surge al no atrevernos a vivir sin ataduras, ni prejuicios. La vida es tan breve y tan valiosa que no vale la pena desperdiciarla, quejándonos de todo, ofendiendo al amigo o al familiar, criticando y juzgando a los demás, envidiándole.
El miedo sólo existe en nuestro pensamiento y por ende si tiene solución, a través de una mentalidad vigorosa y positiva. Por que la Muerte tarde o temprano llegará, eso es inevitable y por eso mismo ante esa seguridad, vivir cada momento como si fuese el último de nuestra existencia.