Los Pequeños Detalles
En una clase de pintura un alumno considero que había terminado de pintar su cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara, quién se acercó y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.
Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles y con gran destreza dió unos cuantos trazos aquí y allá.
Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno le entregó el cuadro el cuál había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles y con gran destreza dió unos cuantos trazos aquí y allá.
Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno le entregó el cuadro el cuál había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Reflexion:
Así como la pintura, elaboramos a partir de un boceto lo que deseamos sea nuestra vida, comenzamos a realizar pequeños trazos que son nuestras propias experiencias, quizás cometamos algunos errores que suelen ser decisiones equivocadas y desearemos borrarlas, otros trazos serán más acertados, lo cuál nos proporcionará mayor satisfacción y orgullo pero en la ansiedad por ver cristalizada nuestra obra olvidaremos los ¨pequeños¨ e ¨insignificantes¨ detalles cayendo en un exceso de confianza lo que irremediablemente ocasionará que logremos una obra sin vida ni brillo, cayendo en la mediocridad, y que será una pintura más de tantas que habitan en nuestro baúl del olvido o exhibidas en galerías temporalmente, que no llamarán la atención terminando arrumbadas en la completa y total indiferencia.
Las grandes obras se logran a base de cuidar los detalles y que son esenciales para el logro de una verdadera pintura, los detalles de la vida son los que le darán el verdadero significado, brillo y luz a nuestra obra diaria, lo cuál puede hacer excitante y diferente nuestra existencia, no debemos temer en realizar nuevos trazos, en cultivar nuevas amistades, en vivir nuevas experiencias, iniciar una nueva relación, nuevos proyectos; si un trazo no nos gusta así como una mala vivencia, una decepción, un fracaso, una inconformidad, simplemente lo borramos de nuestra memoria, extrayendo lo valioso que nos otorgó para crecer como pintores, siendo la prioridad nuestro desarrollo personal y profesional.
Todas las relaciones de familia, matrimonio, noviazgo, amistad y trabajo se basan en los detalles y en ellos esta la clave de la grandeza del ser humano; en la humildad y destreza de sus aspiraciones, en la paciencia y honestidad de sus acciones, trazando con firmeza y seguridad su camino hacia la culminación de su obra y será ver cristalizada en una pintura la esencia de su alma, fiel reflejo de su autenticidad como ser humano y que sin duda será una obra que trascenderá en el recuerdo y admiración de quienes la admiraron.
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