lunes, octubre 29, 2007

El Jarrón y la Rosa Amarilla

Cierto día en un monasterio Budista, se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convoco a todos los discípulos para determinar quien seria el nuevo centinela.

El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar." Entonces colocó una magnifica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de esta, coloco un jarrón de porcelana muy raro con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en el y dijo así: "!Aquí esta el problema! "
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena; un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. No supieron reaccionar ¿Que representaría?, ¿Que hacer?, ¿Cual es el enigma?, estuvieron así por mucho tiempo sin saber que solución tomar!.

En ese instante, uno de los discípulos saco una espada, miro al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y destruyo todo de un solo golpe. Dejando atónitos a sus compañeros, quienes reprobaron tan salvaje acción. Tan pronto el discípulo con una seguridad ejemplar retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".

Reflexión:

No importa cuál sea el problema, o si es algo muy valioso, si hay un problema y este sólo nos provoca angustias y sufrimientos más que una solución, precisa ser eliminado y concluido. Un problema es como tal, no importa que se trate de una persona sensacional, maravillosa o de un gran amor que se acabo; por más inolvidable que éste haya sido, si no existiera más sentido para esa persona en nuestra vida, a veces tendremos que tomar la difícil decisión de dejarla ir y seguir adelante, porque corremos el riesgo de permanecer con el doloroso recuerdo el resto de nuestra vida, quedando estacionados en el tiempo y marchitando nuestro corazón. Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida; sobre todo si el problema es algún sentimiento de desilusión o rencor, eso sólo forma parte de un pasado y el aprender a perdonar y seguir adelante será un gran paso a dar.


Vivir el momento presente es fluir con la regeneración de la vida hacia la superación personal.