lunes, octubre 29, 2007

El Espejo del Alma

Cierto día una familia decidió salir de paseo a las orillas de la ciudad en un lugar apartado, pernoctando cerca de un lago, llevando consigo a su pequeño hijo.

Una vez instalados el niño con gran alegría corría de un lado a otro por los amplios jardines, hasta que de pronto su mirada se posó en un pequeño lago, mirando el agua cristalina y la quietud del agua, asombrándose del reflejo que producía la superficie del agua en donde observaba con toda claridad el sol, las pequeñas nubes y las aves que volaban cerca de lugar.

Extasiado y a la vez sorprendido por la imagen, tomó piedras de variados tamaños que se encontraban a su alrededor y comenzó a lanzarlas al lago, observando como se formaban amplias ondas en el agua con las piedras más grandes y descendiendo rápidamente al fondo del lago, mientas que las piedras más pequeñas sólo producían pequeñas ondas las cuáles desaparecían casi inmediatamente y al descender al fondo del lago describían movimientos muy irregulares y vacilantes, cayendo muy lentamente; deformándose la imagen reflejada en el agua y regresando al calmarse el agua a cada piedra lanzada.

Su padre que estaba atento a todo cuánto hacía el niño, le extraño el hecho de verlo de pronto inmóvil y contemplativo en el lago, por lo que con cierto aire de intriga y curiosidad se acercó a su hijo y le preguntó:

-Hijo, acaso te sucede algo? Porque de pronto dejaste de jugar?, en que piensas?

El Niño miró a su padre y con cierto aire de confusión le contestó:

-Papá, porque el cielo quedó atrapado en lago? porque se refleja en el agua?, y porque al lanzar piedras unas hacen ondas muy grandes tardando en desaparecer y cayendo muy rápido al fondo, mientras que otras piedras hacen ondas pequeñas desapareciendo rápidamente y al descender al fondo se mueven de un lado a otro cayendo muy lentamente al fondo de lago?

El Padre con gran ternura le acarició la cabeza a su hijo y le contesta lo siguiente:

-Hijo, el lago es como el espejo de nuestra alma, a veces es tan cristalina que toda la belleza del cielo queda atrapada en nuestro interior, y en otras ocasiones es tan opaca que el cielo desaparece quedando sólo oscuridad dentro de ella, mientras que, cuando tu voluntad es muy grande como las piedras de mayor tamaño, generarás grandes olas de satisfacciones, y con fuerza de voluntad llegarás muy rápidamente a tus objetivos; y en cambio, cuando dudas y vacilas en tus decisiones tus ondas serán muy breves y no provocarán ningún efecto positivo en ti, por lo que tu vida será como las piedras pequeñas, se moverá de un lado a otro, insegura e incierta sin un fin definido, lo cuál hará mas complicado el logro tus sueños y metas.

Reflexión:

Las acciones a lo largo de nuestra vida determinarán el espejo de nuestra alma, que como el lago serán tan intensas, aprovechando cada momento, cada vivencia al máximo, sin importar si son agradables o desagradables, excitantes o dolorosas, sorprendentes o injustas; si mantenemos nuestra determinación filtrando lo negativo, terminará sedimentándose en el fondo del agua, y nuestra alma será tan cristalina como un espejo, que atrapará sólo lo positivo y bello que se encuentra en las alturas y que son nuestras aspiraciones, cuyo espíritu será como las piedras grandes, generarán grandes ondas cuyo efecto serán el resultado de decisiones acertadas, y que a nuestro alrededor las ondas se expandirán ampliamente mostrando la grandeza de nuestras acciones y beneficiando a quienes se encuentren a nuestro alrededor, sintiendo y percibiendo nuestra fuerza espiritual; cuyos resultados los obtendremos rápidamente si actuamos en la rectitud, determinación y peso de nuestras acciones.

En cambio, cuando tomamos atajos, en base a decisiones equivocadas por medio del engaño, la envidia, la avaricia y la ambición, nuestra alma será tan opaca que no se filtrará nada de las alturas, quedando atrapadas impurezas y oscuridad, contaminado nuestro interior de temor y angustia ante una vida vacía y sin sentido, desarrollando un espíritu como una piedra pequeña, que generará pequeñas ondas que desaparecerán rápidamente y que serán acciones sin trascendencia, cuya caída será tan lenta e incierta sin un objetivo claro ante su fragilidad, cuyo destino final es la incertidumbre y la angustia constantes.

Por lo que las mejores decisiones serán aquellas que dicte nuestro corazón o conciencia, y que serán tan claras y cristalinas como un espejo que reflejen todo cuanto somos, elevando y fortaleciendo nuestro espíritu de lucha; y que sean acciones de peso tan determinantes como nuestras aspiraciones en la vida; que generen grandes ondas expansivas a nuestro alrededor, que importa que los demás nos clasifiquen como diferentes, raros, locos o fuera de tiempo. La edad, condición social o creencias no deben ser factor para no atrevernos a realizar aquello que los demás no se atreven a hacer, el ser diferentes y propósitivos ante la vida es sinónimo de verdadera autenticidad; evitando así el ser sometidos por las opiniones o críticas ajenas que nos precipitarán hacia el conformismo y la mediocridad.

La Edad cronológica no determina la Edad mental, la Madurez se obtiene en base a vivencias, desarrollando Sabiduría; y la Sabiduría es sinónimo de Esclarecimiento, Respuestas y Plenitud.

La Vida será tan plena en la medida en que defendamos y actuemos en lo que creemos, deseamos y amamos, sin dejarnos opacar o influir por aspectos externos, que en ocasiones deformarán nuestro reflejo, pero que tarde o temprano si nuestra esencia es auténtica, regresará la calma y la armonía a nuestro interior.

¨Amar la vida es amarse a uno mismo y el ser uno mismo es ser siempre auténticos¨