lunes, julio 17, 2006

El Camino del Líder

Cuentan que un hijo le dijo a su padre que quería ser un líder, y le preguntó cómo podía lograrlo. El padre le respondió que lo primero que tenía que hacer era estar consciente de sus conductas. Que cada vez que sintiera que había hecho daño a una persona, clavara un clavo en la cerca de su casa.

El hijo aceptó el reto y empezó a tomar mayor conciencia de sus actos y siguiendo el consejo de su padre, comenzó a poner clavos con el martillo en la cerca cada vez que hacía daño, maltrataba a una persona o no la respetara.

Luego de un tiempo el hijo dejó de poner clavos en la cerca, porque ya era consciente de sus actos cada vez trataba mejor a las personas. Entonces preguntó a su padre: ¿y ahora qué hago?

El padre le respondió diciéndole que por cada acto de bien y servicio que realizase, sacara un clavo de la cerca. El hijo nuevamente aceptó el reto y empezó, poco a poco, a sacar los clavos. Ya estaba despierto, era consciente de sí mismo, logrando un mejor autocontrol y además se dedicaba a ayudar a las personas.

En poco tiempo logró sacar todos los clavos. Contento, se acercó donde su padre, quizá con un poco de soberbia y le dijo: ¡he terminado! ¡Logré sacar todos los clavos! Finalmente he aprendido a ser una mejor persona, un líder.

Sin embargo, acto seguido lo asaltó una duda: ¿ahora qué haremos con todos los huecos que dejaron los clavos en la cerca? El padre le respondió: "no los toques. Están allí para recordarte siempre que en tu camino de aprendizaje dejaste huella de dolor en la gente y que gracias a su entrega, comprensión y colaboración ahora puedes ser la persona que eres".

Quizás el dolor y las cicatrices que dejaste en las personas nunca sanen, todo dependerá que tan resistente y fuerte sea la cerca de su alma, que en algunos era tan frágil como el cristal el cuál lo hiciste añicos y será muy difícil restaurar pieza por pieza su confianza y amistad nuevamente y en otros casos tan resistente como el metal el cuál se revirtió en ti provocándote remordimiento y culpa.

¨Una ofensa verbal es tan dañína como una ofensa física¨

El primer paso que debe dar aquella persona que quiere ser líder es aprender a estar consciente, ser humilde y dejar a un lado la soberbia, pues éste es un elemento clave para lograr el liderazgo personal.

La historia termina con la etapa más evolucionada del liderazgo interpersonal: el servicio a los demás.

¨No podemos ser líderes si no tenemos primero la capacidad de liderarnos a nosotros mismos¨.

El liderazgo personal se logra cuando la persona emprende el camino trabajando su autoestima, creatividad, visión, equilibrio y capacidad de aprender.

El liderazgo interpersonal se logra posteriormente, cuando la persona domina la comunicación, aprende a dirigirse a otros y a entregarles el poder, a trabajar en equipo y a servir a sus seguidores.

El liderazgo es un camino en espiral que va de dentro hacia fuera. Si una laguna que alimenta a un río no es profunda, si tiene poca agua, el río no podrá irrigar los campos y no se podrá sembrar ni cosechar.

De la misma forma, si la persona no tiene primero un nivel de profundidad interior, no podrá irrigar un liderazgo constructivo y hacer crecer a las personas que la siguen.

¨Antes de construir un liderazgo cerciórate de no portar el Martillo que impulsa la fuerza de la imprudencia y los clavos que penetran en la autoestima de los que te rodean¨